domingo, 1 de marzo de 2015

El Sistema Moral del Islam

El sistema moral es innato en el hombre y a través de los tiempos, ha servido como modelo de comportamiento moral pare el hombre común, aprobando ciertas cualidades y desaprobando otras. Mientras que esta facultad instintiva puede variar de persona a persona, la conciencia2 humane ha dado un veredicto a favor de ciertas cualidades morales, como siendo buenas y declarando otras como siendo males. En el lado de las virtudes morales, justicia, coraje, valentía y veracidad, han obtenido siempre alabanzas y la historia no registra ningún periodo digno de nombrar, en que falsedad, injusticia, deshonestidad y ruptura de la confianza, puedan haber sido apoyadas; sentimiento compasivo por los semejantes, fidelidad y magnanimidad han sido siempre valorados, mientras que egoísmo, crueldad, miseria y fanatismo, nunca han recibido la aprobación de la sociedad humana; los hombres siempre han apreciado la perseverancia la determinación y la valentía, y nunca han aprobado la impaciencia , la versatilidad, la cobardía y la imbecilidad. Dignidad, moderación, cortesía y amabilidad han estado a través de los tiempos contadas entre las virtudes, mientras que snobismo, mala conducta y rudeza, nunca han encontrado reconocimiento como buenas cualidades morales. Personas teniendo un sentido de responsabilidad y dedicación al deber, siempre han ganado la más alta estimación de los hombres; nunca gentes que son incompetentes, perezosos, y les falta el sentido del deber, han sido mirados con aprobación.
Similarmente con relación a los patrones de lo bueno y lo malo en el comportamiento colectivo de la sociedad como un todo, el veredicto ha sido siempre unánime.
Solo ha sido mirada como digna de honor y respeto esa sociedad que posee las virtudes de organización, disciplina, afecto mutuo y sentimiento por sus semejantes y ha establecido un orden social basado en la justicia, la libertad, y la igualdad de los hombres. Como opuesto a esto, desorganización, indisciplina, anarquía, desunión, injusticia, desequilibrio social han sido siempre considerados como manifestaciones de decadencia y desintegración en una sociedad. Robos, asesinatos, raterías, adulterios, fraudes y chanchullos siempre han estado condenados. La calumnia, el chismorreo y el chantaje nunca han sido considerados como sanas actividades sociales, Contrario a esto, servicio y cuidado por los viejos, ayudar a tus amigos y parientes, miramientos por los vecinos, lealtad a los amigos, asistencia a los débiles, a los destituidos y a los huérfanos, y cuidar del enfermo son cualidades que siempre han sido valoradas desde al amanecer de la civilización. Las personas virtuosas, educadas, benignas y sinceras siempre han sido bienvenidas.
Los individuos que son integramente honestos, sinceros al hablar y formales, cuyos hechos concuerdan con sus palabras, que están contentos con sus propias posiciones legitimas, que están prontos para descargar a otros de sus obligaciones, que viven en paz y permiten a otros vivir en paz y de los que no sepuede esperar otra cosa que el bien, han formado siempre la interioridad de cualquier sociedad humana sana.
Esto muestra que los patrones de moral humanos son de hecho universales y han sido bien conocidos por el género humano a través de los tiempos.
El bien y el mal no son mitos que han de ser buscados. son bien conocidas realidades e igualmente bien comprendidas por todos. El sentido del bien y del mal es inherente en la misma naturaleza del hombre.
De aquí que en la terminología del Corán, la virtud sea llamada «Ma'ruf» (una cosa bien hecha) y el mal sea designado como «Munkar» (una cosa desconocida); es decir, la virtud es conocida por todos como algo deseable, y el mal no es conocido que sea recomendable en si mismo en modo alguno. Este hecho es mencionado por el Corán cuando dice:
«¡Por el alma y Quien le ha dado forma armoniosa, instruyéndole sobre su propensión al pecado y su temor de Dios!» (El Sagrado Corán 91:7-8). 


La pregunta que surge ahora es: ¿Si los valores básicos del bien y del mal han sido tan bien conocidos y virtualmente ha habido un acuerdo universal sobre ellos, entonces por qué existe en este mundo distintos patrones de conducta moral? ¿Por qué hay tantas y tan conflictivas filosofías morales? ¿Por qué ciertos modelos morales se contradicen con otros? ¿Qué yace en las raíces de sus diferencias? ¿Cual es la posición única del Islam en el contexto de los predominantes sistemas éticos?
Estas preguntas son importantes y tienen que ser afrontadas honradamente; pero no les puede ser hecha justicia, en la corta duración de esa charla. Para acortar esta larga historia, resumiré brevemente algunos de estos importantes puntos que nos acometen desde el mismo principio cuando emprendemos un examen critico de los sistemas éticos contemporáneos y los conflictivos patrones de comportamiento moral.
  1. Los presentes sistemas sociales fallen al integrar varias virtudes morales y normas a través de prescribir sus limites específicos y utilidad y al a signarles su lugar apropiado. Es proveer, por lo que fallaren proveer un plan de conducta social coherente y equilibrado.
  2. La cause real de sus diferencias parecen residir el los sistemas morales ofreciendo diferentes modelos pare las males y las buenas acciones y anunciando diferentes medios de distinguir el bien del mal. También existen diferencias con relación a la sanción detrás de la ley moral y con vistas a los motivos que impelen a una persona a seguirla.
  3. Reflexionando más profundamente, encontramos que los motivos de estas diferencias emergen de las conflictivas visiones y conceptos de diferentes gentes acerca del lugar del hombre en el universo, y el propósito del hombre en la sierra. Las diversas teorías de ética, filosofía y religión no son sino un registro de la vasta divergencia de puntos de vista del género humano en estos a sustos vitales como: ¿Hay un Dios del Universo y si lo hay, es Uno o hay muchos dioses? ¿Cuáles son los atributos divinos? ¿Cuál es la naturaleza de la relación entre Dios y los seres humanos? ¿Ha hecho El algunos arreglos pare guiar a la humanidad a través de las asperezas y las caídas de la vida o no? ¿Tiene el hombre que rendirle cuentas a El o no? ¿Si tiene, entonces, cuáles son las cosas por las que tiene que responder? ¿Cual es la finalidad última de la creación del hombre, que debería ser mantenida a la vista a través de su vida? Las respuestas a estas preguntas determinarán el modo de vida, la filosofía ética y el patrón de comportamiento moral del individuo y la sociedad.
Me es difícil en esta breve charla, hacer inventario de los distintos sistemas éticos prevaleces en el mundo e indicar qué soluciones han propuesto cada uno de ellos a estas preguntas y cual ha sido el impacto de estas respuestas en la evolución moral de la sociedad creyente en estos conceptos. Aquí me limito únicamente al concepto Islámico y esto trataré de proponer. 


El punto de vista del Islam, con todo, es que este universo es la creación de Dios que es Uno. El lo creo y El solo es su Dueño, Soberano y Sostenedor sin rival.
La totalidad del universo está funcionando bajo Su Mandato Divino. El es Sabio, Todopoderoso y Omnisciente. el es «Subbuh» y «Quddus», (es decir, libre de todo defecto, error debilidad y falta, y es puro en cada respecto).
Su Divinidad está libre de parcialidad e injusticia. El Hombre es Su criatura, súbdito y siervo, y ha nacido para servirle y obedecerle a El.
El curso correcto de vida para el hombre es vivir en completa obediencia a El. No corresponde al hombre determinar el modo de adoración y obediencia; depende de Dios decidir esto. Dios, siendo El su maestro, ha alzado de tiempo en tiempo, profetas para la guía de la humanidad y ha revelado Sus libros a través de ellos.
Es el deber del hombre tomar el código para su vida, de estas fuentes de guía Divina. El hombre tiene que responder a Dios por todas sus acciones en la vida. El tiempo para rendir cuentas será en la vida del otro mundo y no en este.
La corta duración de la vida mundanal, es realmente una oportunidad para prepararse para esa gran prueba. En esta vida todos los esfuerzos del hombre deberían estar centrados en el objeto de solicitar la complacencia y las bendiciones de Dios en el otro Mundo. Durante esta prueba, cada persona es responsable por sus creencias y sus acciones. Todas sus facultades y potencialidades, están a prueba. habrá una apreciación imparcial de su conducta en la vida por un Ser que mantiene un registro completo y correcto, no meramente de sus movimientos y acciones y su influencia en todo lo que está en el mundo desde lamas minúscula partícula de polvo a la más elevada de las montañas - sino también, un registro completo de sus ideas más recónditas y sus sentimientos e intenciones. 


Esta es la actitud fundamental del Islam hacia la vida. Este concepto del universo y del lugar del hombre, en él determine el bien real y último que debería ser el objeto de todos los esfuerzos del género humano y que puede ser llamado resumidamente como «buscar la complacencia de Dios». Este es el patrón por el que un modo particular de conducta es juzgado y clasificado como bueno o malo.
Este patrón de juicio provee el núcleo alrededor del que la totalidad de la conducta moral debería girar.
El hombre no ha sido dejado como un barco (a la derive), siendo sacudido por los soplos del viento y las mareas.
Este modelo puesto ante los hombres como un objeto central, establece valores y normas pare todas las acciones morales. Nos provee con una serie de valores estables y sin imperfección que permanecen sin alteración bajo todas las circunstancias. Además que, al hacer la «complacencia de Dios» el objeto de la vida del hombre, un objetivo más elevado y más noble es puesto ante la humanidad y así posibilidades ilimitadas son abiertas pare la evolución moral del hombre, sin estar manchado en ningún estado por ninguna sombra de estrecho egoísmo o fanatismo racial o adoración a la nación.
Al tiempo que proveyéndonos con un patrón norma el Islam nos proporciona unos medios pare determinar conducta buena o mala. No base nuestro conocimiento del vicio y de la virtud en mero intelecto, deseo, intuición experiencia derivada a través de los órganos de los sentidos, que constantemente sufren cambios, modifica cienos y alteraciones y no prevean patrones de moralidad inalterables, definitivos y categóricos. Nos provee con una fuente definitiva, la Revelación divina, como encarnada en el Libro de Dios el «Sunnah» (el modo de vida) del Profeta (la paz y bendiciones de Dios sean con él). Esta fuente prescribe un patrón de conducta moral que es permanente y universal y apoya el bien en cada época y bajo todas las circunstancias.
El código moral del Islam cubre los detalles más pequeños de la vida doméstica así como los más amplios aspectos del comportamiento nacional e internacional. Nos guía en cada estadio en la vida. Estas regulaciones implican las más amplias aplicaciones de los principios morales en los asuntos de nuestra vida y nos libera de la dependencia exclusiva de cualquier otra fuente de conocimiento, excepto como una ayuda en esta fuente primaria. 


Este concepto del Universo y del lugar del hombre, en él también suministra la sanción que debe yacer dentro de cada ley moral, esto es, el amor y el temor de Dios, el sentido de tener que rendir cuentas en el Día del Juicio y la promesa de bienaventuranza eterna y recompensa en la vida del otro mundo. A pesar de que el Islam quiere cultivar una opinión de la pasa que pueda indicar a los individuos y a los grupos a atenerse a los principios de moralidad establecidos por él y también aspire a la evolución de un sistema político que imponga la ley moral, tan lejos como sea posible, a través de su poder legislativo y ejecutivo, la ley moral del Islam no «depende» realmente en estas presiones externas solamente.
Descansa en la necesidad por el bien, inherente en cada hombre que está derivado de la creencia en Dios y en el día del Juicio.
Antes de establecer ningún mandato moral, el Islam busca implantar firmemente en el corazón del hombre la convicción de sus tratos con Dios. Que lo ve en todo momento y en todo lugar; que se puede ocultar a sí mismo del mundo entero pero no de El; que puede engañar a todo el mundo, pero no puede engañar a Dios; que puede huir de las garras de cualquiera, pero no de las de Dios; que mientras el mundo solo pueda ver la vida externa del hombre, Dios sondea dentro de sus más recónditas intenciones y deseos, que a pesar de que pueda en esta corta estancia en la sierra, hacer lo que quiera, tiene que morir un día, presentarse a sí mismo ante la corte de justicia Divina donde ni abogado, favor, recomendación, desfiguración, engaño o fraude le será de algún provecho y donde su futuro será decidido con complete imparcialidad y justicia sin mermas.
Puede haber o no haber policía alguna, corte de ley o prisión en el mundo pare importar la observación de estos mandatos y regulaciones morales, pero esta creencia, firmemente enraizada en el corazón, es la fuerza real de la ley del Islam que ayuda a conseguir su puesta en vigor.
Si la opinión popular y los poderes coercitivos del estado existen pare soportarla, tanto mejor; de cualquier modo, esta fe a solas, puede mantener aun Musulmán individual y una comunidad Musulmana en el camino recto de la verdad con tal que la chispa de la creencia genuina anide en su corazón.

Motivos e Incentivos

Este concepto del Islam, acerca del hombre y su lugar en el universo, también provee esa fuerza motivaste que puede inspirar a una persona a actuar en conformidad con la ley moral. El hecho de que un hombre «voluntariamente» y de «buen grado» acepte a Dios como su propio Creador y la obediencia a Dios como el modo de su vida y se esfuerce en buscar Su Complacencia en cada una de sus acciones le suministra el suficiente incentivo pare capacitarse a obedecer los mandatos que él cree procedentes de Dios.
Justo con esto, la creencia del Día del Juicio, y la creencia de que quién obedezca los mandatos Divinos, tiene asegurada una buena vida en el otro mundo, la vida eterna, cualquier dificultad u obstáculos con los que tenga que enfrentarse en esta fase de vida transitoria, le provee con un fuerte estímulo pare la vida virtuosa. Por otro lado, la creencia de que quienquiera que viole los mandatos de Dios en este mundo, tendrá que soportar el castigo eterno, con todo lo superficialmente agradable que en este domicilio temporal pueda pasaran vida, es un fuerte contrapeso contra la violación de la ley moral.
Si esta esperanza y temor, están firmemente arraigados y profundamente enraizados en el corazón suministrarán un fuerte motivo-fuerza pare inspirarle a uno hacia las aciones virtuosas, incluso en ocasiones en que las consecuencias mundanas pueden parecer ser muy per judiciales y dañinas, y lo mantendrán a uno apartado del mal incluso en ocasiones en que parece extremadamente atractivo y provechoso.
Esto indica claramente que el Islam posee un criterio distinto del bien y del mal, de su propia fuente de ley moral, y sus propias sanciones y motivos fuerza y que, a través de ellos impone las bien conocidas y generalmente reconocidas virtudes morales en todas las esferas de la vida después de entretejerlas en un proyecto equilibrado y comprensivo, Así, se puede justificadamente declarar que el Islam posee un sistema moral perfecto, suyo propio.
Este sistema tiene muchos rasgos distintos y me referiré a tres de los más significativos los cuales, en mi opinión, pueden ser denominados como su especial contribución a la ética.

  1. Al establecer la complacencia Divina como el objetivo de la vida del hombre, le ha suministrado el más alto patrón de moralidad posible. Esto ha de proveerle con medios ilimitados pare la evolución moral de la humanidad.
Al hacer las revelaciones Divinas la fuente primera de conocimiento le da permanencia y estabilidad a los patrones morales que permiten un campo de acción razonable pare los ajustes genuinos, adaptaciones e innovaciones aunque no pare perversiones, cambios salvajes, relativismo atomista, o fluidez moral. Nos provee con una ratificación de la moralidad en el amor y el temor de Dios que impelerán al hombre a obedecer la ley moral, incluso, sin ninguna presiónesterna.
A través de la creencia en Dios y en el Día del Juicio nos suministra con una fuerza motivadora que capacita a una persona a adoptar la conducta moral con buena fe y sinceridad con toda la devoción del corazón y el alma.
  1. No provee, a través de un falso sentido de originalidad o innovación, ninguna virtud moral nueva ni busca minimizar la importancia de bien conocidas normas morales, ni dar exagerada importancia a algunas y abandonar otras sin cause. Abarca todas las comúnmente conocidas virtudes morales y con un sentido de equilibrio y proporción les asigna un lugar y una función apropiados a cada una de ellos en el esquema total de la vida. amplia el campo de acción de su aplicación al cubrir cada aspecto de la vida individual y colectiva del hombre, sus asociaciones domésticas, su conducta cívica y sus actividades en los reinos políticos, económico, legal, educativo y social. Cubre su vida desde el hogar a la sociedad, de la mesa de comedor al campo de batalla y las conferencias de paz , literalmente de la cuna a la tumba. en resumen, no hay esfera de la vida que esté exenta de la aplicación universal y comprensiva de los principios morales del Islam.
Hace el reino de la moralidad supremo y asegura que los asuntos de la vida, en lugar de estar dominados por deseos egoístas intereses mezquinos, están regulados por las normas de la moralidad.
  1. Estipula un sistema de vida pare el hombre que está basado en todo lo bueno y que está libre de todo lo malo. Convoca a la gente no solo a practicar la virtud, sino también, a establecer la virtud y a erradicar el vicio, a mandar el bien y a prohibir lo equivocado.
Quiere que el veredicto de la conciencia prevalezca y la virtud no debe quedar relegada a aceptar una posición subordinada del mal. Quienes responder a esta llamada están reunidos juntos en una comunidad («Ummah») y se les da el nombre de «Muslims» (Musulmanes). Y el objeto singular que sirve de base a la formación de esta comunidad («Ummah») es que deben hacer un esfuerzo organizado pare establecer y poner en vigor el bien y suprimir y erradicar el mal.
Seria un día de lamentación para esta comunidad y un mal día para el mundo entero si los esfuerzos de esta comunidad estuvieran en algún momento dirigidos hacia el establecimiento del mal y la supresión del bien.

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