ONTROLA LOS PUERTOS DE SIRTE, NOFALIYA, BENGASI Y DERNA

El Estado Islámico dirige el envío masivo de inmigrantes a Europa

Juan E. Pflüger

Martes, 21. Abril 2015 - 20:43

Ya amenazó el pasado mes de febrero con que, tras la conquista de las ciudades portuarias de Libia, inundaría occidente con inmigrantes entre los que camufla miembros de ISIS. CONTIENE IMÁGENES MUY DURAS.

Desde que el pasado cinco de octubre la Brigada Al Battar de Estado Islámico conquistó la ciudad libia de Derna, la expansión de los terroristas islamistas por la costa de Libia ha sido imparable. La ciudad costera, que se ha convertido en el bastión para la extensión de los yihadistas en la costa mediterránea, se ha convertido en una de las principales bases de operaciones de la organización terrorista internacional.

En Derna se ha concentrado gran parte de la llegada de material bélico, pero también empieza a ser una referencia para la llegada de subsaharianos para su paso a Europa. Desde esta ciudad se envían grupos de inmigrantes a las otras ciudades costeras contraladas por ISIS, especialmente Bengasi y Nofaliya, desde las que se está cumpliendo la amenaza de los integristas de invadir Europa sirviéndose de la inmigración ilegal.

Las autoridades italianas ya dieron la voz de alarma hace dos meses, cuando sus servicios secretos alertaron de la presencia de yihadistas camuflados entre quienes pretendían cruzar los pocos cientos de kilómetros que separan puertos como los de Derna de Creta. La amenaza se está cumpliendo y las autoridades europeas, a través del Frontex, ya están estudiando las medidas para controlar este nuevo problema.

Un problema que ya ha arrojado episodios de especial crueldad contra los cristianos que pretenden arribar a Europa. La semana pasada doce inmigrantes cristianos fueron arrojados vivos al mar al ser identificados como cristianos. La embarcación en la que viajaban tuvo que ser socorrida tras naufragar y el testimonio de los supervivientes coincide en señalar que se debió a una disputa religiosa. La fiscalía de Palermo ha identificado, entre los supervivientes, quince de los autores materiales del crimen.

Hace tres días, veinte cristianos etíopes fueron asesinados en las playas de Libia tras ser reconocidos como “fieles a la cruz” por los miembros de ISIS que iban a embarcarlos rumbo a Italia. La mitad fue asesinada con un disparo en la cabeza, la otra mitad degollado en la playa.

LAS IMÁGENES QUE REPRODUCIMOS A CONTINUACIÓN PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD

El terrorismo, a la conquista del Mediterráneo

Desde Derna el ISIS se ha extendido en los últimos meses por el norte de Libia aprovechando la crisis interna que vive el país tras la caída de Gadafi. Así ha llegado a controlar las ciudades portuarias de Bengasi, Nofaliya y Sirte.

En las dos primeras tuvo una participación importante en la toma de la ciudad las milicias islamistas de Maylis al Shura y Zuar. Tras la caída de las ciudades el ISIS realizó una demostración de fuerza al desfilar con los vehículos policiales decorados con la bandera de Estado Islámico. Actualmente la ofensiva militar del general Jalifa Hafter, que representa al ejército del Gobierno reconocido por las potencias occidentales, está desarrollando una ofensiva para recuperar Bengasi, que tiene un puerto clave en el comercio del petróleo de la zona.

La ciudad de Sirte, donde nació Gadafi, ha sido un modelo de cómo actúan los islamistas radicales cuando toman una población. Ocuparon la universidad, la más reconocida del país, los hospitales y los centros educativos y dividieron al personal y los estudiantes por sexos, separándolos y obligándoles a adoptar las ropas tradicionales islámicas. La ocupación de las radios locales sirvió para que desde la entrada de ISIS solamente se emitan versos del Corán y discursos de Al Bagdadi, el líder de ISIS.

La ciudad de Sirte ha sido famosa en los últimos meses porque una de sus playas fue el escenario del asesinato de 21 cristianos coptos que fueron grabados al ser degollados haciéndose público el video, tras su edición, y despertando las alertas en Europa.