Algunas exhortaciones a los ayunantes
(¡Oh, Muhammad!) Ante todo, elige perdonar, ordena el bien y apártate de quienes se comportan contigo en forma ignorante (El Sagrado Corán, 7:199)
22/06/2015 - Autor: Dr. Mohammad Al Harbi - Fuente: Cciar
El Corán, una guía para quienes están dotados de intelecto
Alabado sea Allah Que nos hizo alcanzar el mes de Ramadán, el mes de la abundancia, la bendición y la benevolencia. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único sin copartícipe alguno, el Creador del Universo, y que Muhammad es su siervo y Mensajero. La paz y bendiciones de Allah sean con él, con sus familiares y compañeros hasta el Día del Juicio Final.
¡Hermanos en la Fe! La exhortación de Allah, el Altísimo, para los hombres en todo tiempo y lugar es: "¡Oh, creyentes! Temed a Allah como es debido y no muráis sino sometidos a Él" (3:102). ¡Hermanos! Ya estamos viviendo los primeros días y las primeras noches de Ramadán, después de haber estado esperándolo con ansia y anhelo. Ahora no nos queda sino exponernos a sus brisas espirituales y virtudes. Dice Allah (SWT) en el Generoso Corán: "En el mes de Ramadán fue revelado el Corán como guía para la humanidad y evidencia de la guía y el criterio" (2:185) y dice también: "Por cierto que comenzamos la revelación (del Corán) en la noche del decreto" (97:1).
En el hadiz mencionado en Sahih Al Bujari y Sahih Muslim, el Mensajero de Allah (PyB) dijo: "Cuando llega el mes de Ramadán se abren las puertas de la misericordia, se cierran las puertas del Infierno y se encadenan los demonios". Y en la versión contenida en el Musnad de Ahmad: "Os ha venido Ramadán, un mes bendito que Allah os ha prescrito ayunar, y durante el cual se abren las puertas del cielo, las puertas del infierno están cerradas y los demonios son encadenados. En él hay una noche que es mejor que mil meses, y quien se encuentra privado de su recompensa es, en efecto, privado".
En relación a este hadiz dijo Ibn Rayab: "¡¿Cómo no se va a albriciar al creyente que las puertas del Paraíso estarán abiertas!? ¡¿Cómo no se va a albriciar al pecador que las puertas del Infierno van a estar cerradas!? ¡¿Y cómo no se va a albriciar a quien es dotado de intelecto que los demonios estarán encadenados!?" Luego, sentenció: "No existe otro tiempo que pueda asemejarse a este".
Allah, Altísimo sea, hizo del favorecimiento una obra suya, por lo que prefiere lugares, personas y tiempos por encima de otros. Y así ocurre con el mes de Ramadán que tiene varias mercedes y méritos.
¡Siervos de Allah! A continuación citaremos algunas actitudes de reflexión propias del mes de Ramadán que nos unen a Allah y a sus siervos.
1- La primera es la que se establece entre nosotros y Allah (SWT) y es el arrepentimiento y el pedir perdón. Dice Allah, el Altísimo: "¡Oh, creyentes! Arrepentíos ante Allah en forma sincera" (66:8). Nuestro ejemplo a seguir, el Profeta (PyB), nos dice también: "Pedid perdón a Allah y arrepentíos ante él pues ciertamente yo lo hago cien veces por día" (Transmitido por An-Nasaí). Pedir perdón es una forma de purificación del alma para que el recibimiento sea el adecuado y para que haya un comienzo correcto donde hay abundante bien, enormes esperanzas e inmensas recompensas multiplicadas con el favor de Allah, Enaltecido sea.
2- La segunda es entre nosotros y los siervos de Allah: es decir hacer prevalecer la tolerancia, el perdón y el establecimiento de la justicia. Allah (SWT) dice en el Sagrado Corán: "(¡Oh, Muhammad!) Ante todo, elige perdonar, ordena el bien y apártate de quienes se comportan contigo en forma ignorante" (7:199).
No conviene, por lo tanto, iniciar una relación o un acto de adoración grandioso durante el mes de Ramadán estando los corazones llenos de rencor, falsedad y resentimiento, los lazos rotos a causa de las discordias y conflictos. Pues, lo peor que pueda ocultarnos la misericordia y favor de Allah son estas enfermedades peligrosas que habitan en el corazón y que debemos desarraigar y evitar. Cierta vez, fue preguntado el Mensajero de Allah (PyB) acerca de quién es la mejor de las personas, y él respondió: "El mejor de la gente es quien posee un corazón bueno y lengua que dice la verdad. Se le preguntó: ¿Qué significa: corazón bueno? Respondió: Es el puro y libre de todo pecado y envidia".
De ahí surge la importancia del hadiz dónde el Profeta (PyB) dice: "Quien le ha causado un daño a su hermano, que le pida perdón ahora, antes de que no haya dinar ni dírham (en el Día de la Resurrección), cuando si tiene algunas buenas obras o bendiciones a su favor, le serán quitadas en proporción a la injusticia que haya cometido, y si no tiene ninguna bendición a su favor, algunas de las faltas de su víctima le serán cargados en su espalda". Narrado por al-Bujari en su Sahih. Y en la versión de An-Nasaí y Ahmad: "Quien haya cometido una injusticia contra su hermano con respecto a su honor o a sus bienes, que le pida perdón hoy antes de que no haya dinar ni dirham que sirva".
3- Una tercera actitud reflexiva se hace entre esta vida y la otra. En este sentido, debemos ralentizar respecto del trajín de la vida y prepararnos para la carrera hacia la Otra. Estamos recibiendo una temporada de obediencia y adoración que es como una pista para competir hacia la otra vida. Además, es una oportunidad para someternos a una autocrítica a nivel de fe y educación; una autocrítica que nos podrá ayudar a corregir nuestro rumbo. Por eso, es necesario que haya algo con qué mejorar nuestro carácter y evitar ese ajetreo mundanal en donde estamos preocupados por lo que comemos y lo que miramos. Algo que nos ayude a orientar nuestros corazones hacia las obediencias, acostumbrar nuestras lenguas al recuerdo de Allah, a la recitación del Corán y a las súplicas y ocupar nuestras mentes con la meditación y la reflexión acerca de nuestro destino y el más allá de la muerte.
Esta es la temporada y esta es la mercancía. Esta es la máxima preocupación y estas son las verdaderas esperanzas que debemos tener. El consejo mutuo debe ser sobre esto, así como también el esfuerzo individual y la paciencia.
¡Hermanos en el Islam! Ramadán es una escuela de piedad y su temporada es de inmensa grandeza. Allah (SWT) dice en el Sagrado Corán: "¡Oh, creyentes! Se os prescribe el ayuno al igual que fue prescrito a quienes os precedieron, para que así alcancéis la piedad" (2:183). Aquí van algunas prescripciones para los ayunantes luego de que Allah, Enaltecido sea, nos haya honrado con alcanzar este bendito mes, ayunarlo y realizar sus oraciones:
1- La primera está relacionada con la oración. ¡Hermano! Intenta siempre amanecer temprano para cumplirla y que el llamado te encuentre siempre en la mezquita. Este es un tipo de desafío fugaz que tenemos sólo en un mes. En cambio, fijaos que nuestros predecesores lo conservaban con regularidad en toda su vida. Said Ibn al-Musayyib, el tradicionista, jurista e intérprete coránico era extremadamente cuidadoso en realizar sus Oraciones diarias en congregación en la mezquita del Profeta (PyB). Solía decir: "Siempre he pronunciado el takbir inicial de la oración justo después del imam durante cuarenta años". Y decía también: "Nunca en mi vida le vi la nuca a un orante" es decir que no rezaba en la segunda fila sino siempre en la primera.
2- La segunda es la relación que debemos tener con el Sagrado Corán. Por eso, hermano, tienes que recitarlo con frecuencia y de un modo pausado. Nunca hagas una lectura que no cumpla con la menor de las pautas que exige este grandioso Libro. Pues, se transmitió de Ibn Masud que dijo: "No recitéis el Corán de forma rápida como lo hacéis con la poesía, y que vuestra preocupación no sea terminar la Sura". Además, mientras estés leyendo debes reflexionar aunque sea cada día en una página o una aleya. Y enséñale a otro aunque sea una aleya que aprendiste bien, una palabra cuyo significado supiste, porque el Profeta (PyB) dijo en el hadiz referido por Uthman: "El mejor de entre vosotros es aquel que aprende el Corán y lo enseña".
3- La tercera es la beneficencia y la caridad. Acostúmbrate a dar limosna, hermano, todos los días aunque sea en poca cantidad para que tengas al final del día un saldo para la otra vida. Mantén, asimismo, los lazos de parentesco y no te olvides de los desfavorecidos de nuestra Ummah islámica, especialmente nuestros hermanos que sufren de las tragedias y que suscitan sentimientos de congoja y dolor en toda la humanidad, imagínate en quienes son creyentes musulmanes. Finalmente, hermanos, habéis de saber que el ayuno exige de nosotros una actitud de sinceridad y de abstinencia que es la esencia misma del ayuno, porque son los ojos, las lenguas y los oídos los que también se abstienen. Además, debemos cuidar de nuestra salud durante el ayuno y no excedernos en la comida y en la bebida para no echar a perder tanto la sabiduría divina y espiritual como la que es física, considerando de este modo el ayuno en todos sus sentidos.
Rogamos a Allah, Altísimo sea, que nos ayude a ayunar, hacer las oraciones y las obras de bien. Y que sea para la Ummah de Muhammad (PyB) un mes de bendición, abundancia y beneficencia, y un tiempo de armonía donde son suspendidas las causas de discordia y división.
¡Quiera Allah ayudarnos a llevar a cabo el ayuno en perfectas condiciones, realizar las oraciones de la noches y demás actos de obediencia y evitar las acciones detestables! Ciertamente, Él es el Todopoderoso. Pedid perdón a Allah por vuestras faltas y volved a Él arrepentidos; Él es Indulgente, Misericordioso.
Viernes 02 de Ramadán de 1436 H. acorde al 19 de junio de 2015
Traducción de la jutba pronunciada por el Dr. Mohammad Al Harbi
Mezquita del Centro Cultural Islámico “Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas” Rey Fahd en Buenos Aires, Argentina
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