sábado, 6 de junio de 2015

Así es la propaganda más peligrosa del Estado Islámico

Así es la propaganda más peligrosa del Estado Islámico

 
 

Mientras centramos nuestra atención en las atrocidades que comete y difunde el EI, dejamos escapar estas otras imágenes que pueden ser calificadas como su propaganda más ‘peligrosa’: las mujeres de los yihadistas posan delante de lujosos coches y los niños alzan las armas sonrientes. Imágenes de normalidad y glamour para atraer adeptos al grupo extremista.
El diario 'The Independent' ha publicado esta serie de imágenes que, según denuncia, son utilizadas para transmitir una visión idealizada de la vida dentro del Estado Islámico. Estas instantáneas, formarían parte de una estrategia de reclutamiento de adeptos, puntualiza el rotativo.
Madres que pasean con sus hijos por las calles o grupos de niños sonrientes jugando con armas;las familias viven felices en el Estado Islámico, parecen decir estas fotografías.







Circulan también imágenes sobre los placeres de los que pueden disfrutar los yihadistas: grupos de 'hermanos' se bañan sonrientes en una piscina y mujeres cubiertas de negro de pies a cabeza posan alrededor de coches de lujo.






Además, difunden las 'bondades' que les esperan a los potenciales yihadistas en el Califato: deliciosos postres, bonitas mezquitas y modernas ciudades.


"Mucha propaganda de este tipo es importante para el mensaje general del grupo, para la imagen que el Estado Islámico intenta proyectar de sí mismo. Quieren mostrar que no son simplemente un grupo yihadista combatiente, sino que están estableciendo un Estado, quieren presentar el Estado Islámico como una utopía, tal y como se autoproclama", comentó al diario Charlie Winter, un investigador de Quilliam, una institución británica de estudios antiterroristas.
Además de esta, otra efectiva propaganda de reclutamiento se central mostrar los beneficios materiales y económicos que los integrantes del Estado Islámico pueden alcanzar. Así, tratan de atraer a gente de regiones de todo el mundo en los que la carencia de necesites primarias, como el gas o la harina, están haciendo sus vidas cada vez más duras. “El lado financiero de la propaganda es muy poderoso para reclutar gente que, aunque no cree realmente en la base ideológica del movimiento”, dijo Winter. “Unirse a un grupo que te ofrecerá unos cuantos cientos de dólares al mes suena suculento”.


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