lunes, 24 de agosto de 2015

Daesh en Libia llama a matar al líder de Al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri

  • El líder de la organización terrorista de Al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri (derecha) y Mojtar belmojtar, cabecilla de una banda terrorista.

    El líder de la organización terrorista de Al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri (derecha) y Mojtar belmojtar, cabecilla de una banda terrorista.

La rama libia del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) llama a asesinar al líder de la red terrorista Al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri, y a un alto cabecilla sedicioso, a quienes tacha de “apóstatas”.
A través de una orden emitida el domingo, Daesh acusó a Ayman al-Zawahiri y Mojtar Belmojtar, líder de los “Firmantes con sangre”, una banda vinculada a Al-Qaeda en África del Norte, de haber librado ofensivas en junio pasado que dieron lugar a la retirada de Daesh de sus posiciones en la ciudad portuaria de Derna, en el noreste de Libia.
Por ello, EIIL en su nota recogida por el diario árabe independiente Raialyoum, tildó de “apóstatas” a los cabecillas e hizo un llamamiento a sus simpatizantes a “derramar su sangre”.
Convoy de los terroristas de Daesh en Libia.

Además alegó que Al-Zawahiri y Belmojtar se encuentran por el momento en la citada ciudad conflictiva, liderando batallas por ampliar su zona de influencia y dominar las zonas ricas en petróleo.
Según Daesh, Belmojtar, conocido como el “tuerto”, resultó herido durante los combates contra sus elementos y está recibiendo tratamientos.
Libia, tras la muerte del dictador Muamar Gadafi en 2011, está viviendo su peor crisis de seguridad, debido a la presencia de los grupos takfiríes y las continuadas confrontaciones entre los simpatizantes de dos Gobiernos y parlamentos que han sido establecidos.
Según un artículo publicado en febrero por la agencia británica 'Sky News', citando a varios funcionarios británicos, la intervención militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Libia en 2011, con el supuesto objetivo de restablecer la paz, no tuvo ningún otro resultado que un verdadero desastre y un bastión seguro para los terroristas, así como horribles consecuencias para el país del Norte de África.
Actualmente, cerca de 1700 grupos armados están activos en Libia, donde están luchando para controlar recursos y territorio, combates que han dejado a este país en ruina y, si incluimos los enfrentamientos para derrocar a Gadafi, se puede hablar de unos 30.000 muertos y 50.000 heridos.
Aprovechando el caos que agobia a Libia, Daesh, activo en Siria, Irak, Yemen y Afganistán, ha ampliado su radio de influencia en el país norteafricano, dondecomete horrendos crímenes.
mjs/ktg/nal

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