Estado Islámico le ha ganado terreno a los rebeldes sirios en el norte del país, avanzando en una zona en la que
Turquía y Estados Unidos planeaban
abrir un nuevo frente contra los yihadistas, que ahora están más cerca de la frontera turca.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un organismo británico que se encarga de seguir el conflicto, ha informado que los yihadistas han tomado cinco pueblos, incluidos dos cercanos a la frontera turca, de las manos de rebeldes sirios.
Asimismo,
Estado Islámico anunció que se había hecho con los tres pueblos y que sus «soldados» casi habían rodeado la ciudad rebelde de Marea, aproximadamente
a 20 kilómetros al sur de la frontera con Turquía.
Las poblaciones capturadas habían sido cedidas a los rebeldes sirios hace poco por el grupo «Nusra Front», con lazos a Al Qaeda.
En respuesta a la escalada de violencia por parte de Estado Islámico en la zona, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, anunció a
Reuters el lunes que, junto con su aliado de la OTAN, lanzarían pronto «contundentes» ataques aéreos
para alejar a los yihadistas de la región fronteriza.
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