viernes, 4 de septiembre de 2015

Fe, sabiduría y poder

¿Qué papel desempeñan la fe, la sabiduría y el poder en la supervivencia de una sociedad?

04/09/2015 - Autor: Redaccion Revista Cascada - Fuente: www.revistacascada.com
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Bediuzzaman Said Nursi
La fe, especialmente en forma de religión, se refiere a un sistema de inspiración divina que conduce a las personas hacia la bondad, pero con la condición de que crean voluntariamente.
La religión es un sistema divino o uncorpus constituido por diversos sistemas. La característica más sobresaliente, que la diferencia de los sistemas humanos, es que está ordenada por Dios, basada en las Escrituras, en el buen ejemplo del Mensajero al que se reveló, y en la forma como los sabios la han interpretado en su conjunto. Ser bondadoso a causa de la religión es una bendición absoluta concedida por Dios; sin embargo, cada ser humano contribuye a ella mediante sus propias decisiones.
La sabiduría, por otro lado, se ha descrito de muchas formas. En el caso del Islam, el Corán dice que la sabiduría le ha sido otorgada al Profeta, además del Libro1. Debido a este hecho, muchos intérpretes han dicho que la sabiduría y el Libro no son una sola ni una misma cosa. Está decretado en otro versículo que, «y a quien se le concede la Sabiduría se le ha otorgado mucho bien.»2 En la sunna del Profeta —sus tradiciones, que incluyen sus palabras y aprobaciones silenciosas— se especifican los aspectos generales del Libro, se generalizan los puntos específicos y se restringen los temas genéricos según ciertas condiciones y cláusulas particulares; esto es una gran y abundante fuente de bondad. Por ello, algunos sabios del hadiz pensaron que la sunnaera en realidad aquello a lo que se refiere la «sabiduría». Además, los detalles de las oraciones diarias, del ayuno y la peregrinación fueron establecidos por la sunna.
Al mismo tiempo, como ha señalado Bediuzzaman, la sabiduría ha sido concebida como el logro de ciertas verdades de la religión y del universo, que están ocultas tras los velos materiales, mediante la inspiración espiritual y la indagación. Todo lo que vemos es una puerta, algunas ventanas, y cuatro paredes que nos rodean. Sin embargo, el Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, dice que: «Veo lo que no se ve y oigo lo que no se oye. El cielo ha sonado de tal manera que reirías menos y llorarías más si vieras lo que yo veo y supieras lo que yo sé». En este sentido, también se ha concebido la sabiduría como la obtención del conocimiento sobre el reino que está velado detrás del mundo físico.
Este conocimiento puede adquirirse a través de la intuición o mediante una expansión de la imaginación, por medio de la adivinación o siendo testigo directo. Todo lo que conocemos a través de la deducción racional y la certeza del conocimiento (ilm al-yaqin) recibe la aprobación de aquellos que buscan la verdad, primero internamente, en sus conciencias, y posteriormente en el exterior, en sus prácticas. Este es otro signo de la abundancia de la bondad.
Sin embargo, algunos han colmado el significado de la filosofía con la sabiduría. Hay una historia conflictiva entre los sabios musulmanes y los filósofos positivistas. La lucha de algunos sabios islámicos, como Imam Ghazzali, contra la desviación filosófica es hoy ya legendaria. Sabios como Ghazzali y Bediuzzaman utilizan la razón, la lógica y otros métodos de la filosofía para debatir con los filósofos; así, si sus esfuerzos se consideraran parte de la filosofía, entonces, ciertamente, lo serán dentro del dominio de la sabiduría.
Una dimensión de este conflicto está relacionada con aquellos literatos que interpretaron todos los decretos de manera literal y procedieron sin duda alguna, a pesar de que esto puede dar lugar a entrar en contradicciones con otras normas. Los filósofos reaccionaron a este movimiento, aunque se desviaron hacia un extremo en el que llegaron tan lejos como para negar lo esencial de la fe. Lo que consideramos «sabiduría» sería abrazar la racionalidad y la lógica en conformidad con las ciencias positivas y humanas, pero en consonancia con el mensaje general de la escritura tal y como se entiende y fue practicada por el Mensajero.
La búsqueda de un acuerdo entre las leyes de la naturaleza y los reglamentos, las leyes de la vida humana, y la detección y el logro de una concordancia entre el mensaje y el universo divino, se consideran también incluidos dentro del ámbito de la sabiduría. La búsqueda de la armonía entre estas dinámicas es una clave para lograr el éxito y la serenidad, tanto en este mundo como en la vida después de la muerte. La ciencia de la jurisprudencia en el Islam y sus ramas aplicadas pueden considerarse como una manifestación vital de esta correspondencia y unión. Esta ciencia ha sido todo un éxito, ya que ha estado abierta al razonamiento analógico y a la interpretación. En las condiciones actuales, en las que falta tal razonamiento, es imposible gobernar incluso el distrito más pequeño de cualquier país.
Después de la religión y de la sabiduría viene el poder. Si las leyes de la sabiduría y los principios de la religión y del estado no están dotados de poder, todo quedará en papel mojado y no se podrá ejercer ningún tipo de influencia sobre la gente. Sin poder, ¿cómo pueden la sabiduría de la mente y el alma, y los montones de libros de las bibliotecas, aplicarse a la vida cotidiana? De hecho, hemos sido testigos de que no existe tal transformación, ya que los representantes de la fuerza bruta han dado la espalda a los conocimientos científicos y a la verdad absoluta, y creen que pueden resolver todo mediante el poder, sin dejar que esto suceda ni tampoco tener tal intención. En este sentido, si un país no concede al poder la importancia que da a la sabiduría, gran parte del trabajo de esa nación, en nombre de los valores nacionales y religiosos, quedará reducido a la incertidumbre. Además, los tres elementos de la religión, la sabiduría y el poder, deben trabajar juntos y en alianza. De lo contrario, el poder que no esté guiado por la fe y la sabiduría será un mero instrumento de crueldad y represión; la sabiduría sin fe será un círculo de intrigas; y la fe sin el apoyo del poder legítimo se convertirá en una mera «cuestión de conciencia». De esta manera, la razón de ser de la fe y su transmisión a la gente no se podrán conseguir plenamente.
Notas
1. Sura al-Baqara, 2/129, 151, 231; Sura Al-i Imran, 3/164; Sura an-Nisa, 4/113; Sura al-Yumu'ah, 62/2.
2. Sura al-Baqara, 2/269.

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