sábado, 28 de noviembre de 2015

Agradecimiento a quienes se enfrentan al terrorismo y la islamofobia

Jóvenes musulmanes han llamado a los viandantes pidiendo abrazos para no ser confundidos con terroristas

27/11/2015 - Autor: Ángel Álvarez Hernández - Fuente: Webislam
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Jóvenes musulmanes han llamado a los viandantes pidiendo abrazos...
Desde los atentados terroristas de Paris, el viernes 13 de noviembre, se ha producido una enorme cascada de acciones protagonizadas por musulmanes de todo el mundo condenando a este grupo terrorista y pidiendo en todo tipo de formas que no se confunda al islam con el terrorismo.
La respuesta ha sido tan masiva y formidable que ha desbordado los medios de comunicación tradicionales. Por primera vez, mensajes de musulmanes condenando el terrorismo han sido vistos de manera masiva en internet. Jóvenes musulmanes han llamado a los viandantes pidiendo abrazos para no ser confundidos con terroristas y las mujeres se han puesto en muchos casos en cabeza de comunicados y manifestaciones luciendo con orgullo su hijab, y diciendo que no son terroristas.
La repulsa de los musulmanes de todo el mundo contra los terroristas ha sorprendido a toda la comunidad musulmana por su fuerza y vitalidad y por estar liderada por jóvenes y muchas mujeres entre 18 y 30 años. Terroristas e islamófobos han quedado fuera de juego en las redes sociales a pesar de sus esfuerzos. Unos por querer acaparar a la comunidad musulmana y otros por querer apestarla criminalizándola.
Estos días ha habido miedo, tensión y horror. Los islamófobos han difundido su mensaje de odio con resultados muy escasos para lo que ellos esperaban, porque la comunidad musulmana se ha lanzado en masa a desligarse de los terroristas de DAESH. Esta ha sido la mejor reacción frente a los islamófobos y los terroristas.
Gracias, muchas gracias a todos los jóvenes y mujeres que han dado la cara en las redes sociales y han salido diciendo, soy musulmán y no soy terrorista. Los terroristas no nos representan y no son islam. Gracias a los imames que repartieron folletos y realizaron sus jutbas. Desde el imám de la Mezquita de la M-30 hasta la última“mezquita patera de España”. Gracias a Islam Crew, y a tantos buenos hermanos, de Francia, de Estados Unidos y de tantos otros lugares, cuyos nombre no cabrían en esta humilde artículo.
La horda islamófoba no va a desaparecer y seguirá escupiendo prejuicios y mentiras, pero su intensidad se ha visto muy reducida por esta reacción en cadena. Gracias a todos, porque todos juntos somos la Umma, (la comunidad de los creyentes).
La hinchada del Galatasaray se paseó por la Puerta del Sol con una enorme pancarta diciendo “los musulmanes no somos terroristas”. Un niño cristiano de 7 años regaló todos sus ahorros para la reconstrucción de una Mezquita en Tejas. Gracias. Gracias a todos los que pusieron su granito de arena.
Sólo luchando contra el terrorismo venceremos la islamofobia. Sólo los musulmanes practicando el islam, con sinceridad y honestamente, podemos derrotar la islamofobia.
Gracias a todos los musulmanes que, sin ser responsables de los actos terroristas, pidieron perdón por algo de lo que no eran cómplices. Gracias a Isabel Romero, gracias a Amparo Sánchez, gacias a Natalia Andujar, gracias a Fares Ibrahim, Gracias a Hisham Muhammad y a los jóvenes musulmanes. Gracias a todos los que escribieron notas de prensa a todos los que contra el odio repartieron amor. A todos cuyos nombres desconocidos hicieron algo por la paz a cambio de nada.
Gracias a los buenos hombres de paz, a los buenos samaritanos, a los ateos, agnósticos, deístas o descreídos que salieron a dar la cara por los musulmanes y recordaron que todos juntos formamos una sola humanidad. Gracias a todos los que en estos días de muerte con olor a gas y petróleo se atrevieron a levantar la bandera de la paz y se atrevieron  dar una abrazo a sus hermanos musulmanes.
Gracias por las flores a los pies de las víctimas, puestas en los lugares de los atentados. Gracias a las víctimas que no dejaron que su corazón se resecara en el odio y la incomprensión. Gracias a todos lo que tienen amor en su piel. Gracias a los que saben perdonar y a los que saben amar.
Gracias a todos los que se pusieron al lado de las víctimas de París, de Mali, de Túnez de Irak y del resto del mundo.
La esperanza del mundo está en manos de los que sueñan con un mundo mejor y diferente que se rija por valores ajenos a los del mercado y la especulación.
Il Corriere della Sera, ha publicado que la islamofobia ha crecido un 63% en Italia, seguida de Grecia con un 53% y de España con un 46%. Estos datos hubieran sido mucho peores si esta legión de musulmanes anónimos no se hubiera lanzado en internet y en las calles a denunciar el terrorismo que quiere secuestrar su religión.
Estos datos, por terribles que sean, no deben producir desánimo sino convertirse en un acicate para seguir diciendo: Aquí estoy y los terroristas no me representan ni los islamófobos me conocen.
Son los musulmanes con su comportamiento, su vida y su manera de ser, los que pueden vencer la islamofobia que promueven los asesinos con sus matanzas.
Cada vez, que un musulmán sonríe a una persona, le tiende la mano o le abre las puertas de su corazón, los terroristas y los islamófobos han perdido una batalla. Esta batalla contra la intolerancia islamófoba y terrorista se ganará en las calles, en las escuelas en los centros de trabajo, en las instituciones, con buenas palabras y acciones que desenmascaren a los que han querido secuestrar al islam para usarlo en sus guerras del petróleo, para lavar la cabeza a jóvenes débiles y convertirlos en zombis suicidas.
Esta guerra contra la intolerancia y la islamofobia no se gana bombardeando países, ni ciudades, ni grupos de fanáticos, sino no comprando el petróleo ensangrentado de Irak, Siria y Libia en los mercados negros, para luego blanquear el dinero en instituciones bancarias. Esta guerra no se gana fabricando armas que de manera misteriosa acaban en manos de terroristas.
Todo parece indicar que no van a ceasr ni la venta de armas a los grupos terroristas ni la compra de su petróleo ensangrentado, por lo que la única solución para romper los muros de indiferencia y odio que los islamófobos y los terroristas quieren construir entre la comunidad musulmana y el resto de la humanidad, está en los ciudadanos de buena voluntad de todo el mundo
Que no nos engañen más, que ya sabemos que no asesinan por el islam sino que matan por petróleo o uranio. Que no digan que son musulmanes los que asesinan inocentes. Que no digan los islamófobos que los musulmanes en su versión radical asesinan o roban, porque los musulmanes no están representados por terroristas y desviados fanáticos.
La islamofobia y el terrorismo van juntos, de la mano, como una pareja de enamorados que parecen odiarse, pero que en el fondo se aman y se desean de una manera destructiva, insana y morbosa. Nada refuerza mas a un islamófobo que un atentado terrorista para justificar sus argumentos retorcidos. Nada le gusta más a una terrorista que las manifestaciones de un islamófobo diciendo que representa el islam.
Los islamófobos no representan a occidente sino a la ignorancia, la crueldad y la incultura de aquellos que no quieren abrir sus mentes y su corazón. Los islamófobos son a occidente lo que el terrorismo es al islam. Nada.
Frente al terror de aquellos que asesinan y de aquellos otros que señalan a los musulmanes, nos quedan la esperanza, el amor la sonrisa, la vida...
Si, yo quiero a mis amigos musulmanes, cristianos, judíos, agnósticos, ateos, deístas y descreídos del mundo, y siempre los defenderé ante el terrorismo criminal de aquellos que se comportan como zombies psicópatas. En mi corazón hay lugar para todos, para todos menos para el islamofobo y el terrorista.

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