Ante los ataques en
París y al avión ruso, los medios de comunicación oficiales egipcios condenan
el doble discurso y las "conspiraciones" occidentales: Egipto no está
en necesidad de tutela; El sonriente embajador del Reino Unido actúa como un
alto comisionado, pero pronto estará llorando
El
accidente del avión de pasajeros ruso Metrojet vuelo 9628 en el desierto de
Sinaí el 31 de octubre, 2015, ha puesto en defensiva a Egipto. Una plataforma
principal de la política exterior del Presidente Abd Al-Fattah Al-Sisi, en su
intento de atraer a los países occidentales que críticos a la deposición del
Presidente Mohamed Mursi en el 2013 y sus subsecuentes políticas posteriores
contra la Hermandad Musulmana y otros opositores internos, ha sido el enfatizar
el retorno de la estabilidad a Egipto y la importancia del país como un aliado
en la guerra contra el terrorismo. Este lanzamiento fue cuestionado por las
declaraciones de los líderes occidentales poco después del accidente del avión,
que probablemente fue causado por un acto terrorista, en momentos en que la
postura oficial de Egipto sostuvo que la causa del accidente era aún
desconocida. Por otra parte, el Presidente Sisi ha apostado gran parte de su
legitimidad interna sobre la promesa de mejorar la economía, presentando la
guerra contra el terrorismo y la represión a la Hermandad Musulmana como
condiciones previas necesarias para el crecimiento y el desarrollo. Las
declaraciones de los países occidentales de que el avión ruso probablemente fue
derribado por un acto de terrorismo y la adopción de medidas de seguridad hasta
el incluir la suspensión de vuelos a Sharm Al-Sheikh y la evacuación de turistas
a sus países de origen, representaron un golpe en la agenda económica de Sisi,
dada la dependencia de la economía egipcia en los ingresos por el turismo
extranjero.
La
prensa oficial egipcia expresó su frustración y enojo con estas declaraciones
occidentales y con las medidas de seguridad adoptadas por los países
extranjeros. El principal peso de su ira cayó sobre el Reino Unido, ya que el
Primer Ministro David Cameron anunció estas medidas durante una visita de
estado al Reino Unido por el propio Presidente Sisi. Editoriales en el diario
Al-Ahram, el órgano principal de opinión oficial en Egipto, intensificaron más
el tono contra el Reino Unido, advirtiendo de una conspiración a gran escala
contra Egipto y evocando el fantasma del pasado imperial de Gran Bretaña. El
tema de la conspiración se extendió por gran parte de la prensa egipcia y
recibió expresiones aún mayores en otros diarios, así como también en algunos
artículos de opinión no editoriales en Al-Ahram, que acusó a Occidente de crear
y utilizar al EIIS a fin de socavar a los países árabes; [1] pero el respaldo de la teoría de conspiración - aun
siendo una versión más doméstica - en los editoriales de Al-Ahram, el diario
oficial del registro, se mantuvo especialmente significativo.
El
13 de noviembre, 2015 los ataques terroristas en París añadieron una dimensión
adicional a esta frustración. Junto a la condena de los atentados, Al-Ahram
preguntó el por qué después del incidente del avión ruso, el Cairo - a
diferencia de Francia - había sido abandonado en su momento de necesidad.
Lo
siguiente son extractos:
El
presidente egipcio, 'Abd al-Fattah Al-Sisi y Primer Ministro británico David
Cameron (imagen: Ahram.org.eg 6 de noviembre, 2015)
Diario 'Al Ahram':
"¿Enfrenta Egipto una conspiración en la actualidad? La respuesta a toda
garganta es sí"
Las editoriales en el
diario Al-Ahram,
el diario oficial más importante de Egipto, han intensificado progresivamente
sus críticas al comportamiento de Occidente - y primero y principal al Reino
Unido - en relación al incidente del avión ruso. La crítica comenzó el 7 de
noviembre, 2015 en un editorial titulado "Un Golpe Bajo". Siguió a la
visita del presidente 'Abd Al-Fattah Al-Sisi al Reino Unido el 4 al 5 de
noviembre, en el curso de la cual el Primer Ministro David Cameron anunció la
suspensión de vuelos a Egipto y la evacuación de ciudadanos británicos,
diciendo que el avión ruso fue probablemente derribado por un acto terrorista.
El editorial expresó su frustración con las políticas británicas y
declaraciones e igualmente las declaraciones del Presidente Barack Obama de que
era posible que una bomba había sido colocada en el avión antes de decir:
"No cabe duda de
que existen numerosos partidos y países que con dolor ven a Egipto tomar su
camino hacia el crecimiento, el desarrollo y en sentar las bases de un estado
civil moderna en la que todos los egipcios son iguales. [Estos partidos y
países] están interesados en crear ansiedad y difundir rumores acerca de la
situación de seguridad en el país, con el fin de afectar la afluencia de
turistas, especialmente a Sharm Al-Sheikh, destruir la economía del país y
prestar un servicio a algunas organizaciones [es decir, la Hermandad Musulmana]
que no quieren que el país prospere. Pero lo extraño es que estos
pronunciamientos están siendo hechos por algunos con autoridad en los países
amigos con fuertes lazos a Egipto [es decir, el Reino Unido y los Estados
Unidos]". [2] En
este punto las críticas del Reino Unido y los Estados Unidos fueron
relativamente reservadas; también se desprende del editorial de que sus autores
no se creían en este punto que el avión ruso había sido derribado a través de
un acto terrorista.
Al día siguiente, un
editorial titulado "El 'Mundo Libre' y el Terrorismo" intensificó las
críticas de la conducta de los países occidentales. Este afirmó que los ataques
del 11 de Septiembre, los atentados del 7 de Julio en el metro de Londres y la
masacre de Charlie Hebdo fueron
fallos de seguridad graves por parte de los Estados Unidos, el Reino Unido y
Francia, pero el resto del mundo llegó en su apoyo en la guerra contra el
terrorismo para ese momento, mientras que hoy, "en un momento en que todo
el mundo levanta la consigna de la guerra al terrorismo, es una pena que
después del caso del avión ruso que se estrelló en el Sinaí nos encontramos con
que el mundo está actuando de una manera en la que apoya el terrorismo, lo
fortalece y logra sus objetivos". El editorial argumentó que la evacuación
de los turistas y otros extranjeros de Egipto es un golpe a la economía, pone
en duda las medidas de seguridad de Egipto y pone en peligro oportunidades para
las inversiones extranjeras, que es precisamente lo que los terroristas
esperaban lograr. Los autores declararon explícitamente que no promovían
ninguna teoría de conspiración, pero a la vez se preguntaban el por qué estas
medidas fueron puestas en lugar precisamente en un momento en que Egipto estaba
liderando una campaña exitosa contra el terrorismo y estaba en camino a la
reconstrucción. [3]
Al día siguiente, sin
embargo, el funcionario de Al-Ahram,
en un editorial pleno de retórica anti-colonial y dirigido principalmente a
Gran Bretaña, al parecer cambió de opinión y decidió que una conspiración
estaba en marcha: "Cuando uno se enfrenta a las conspiraciones extranjera,
las intrigas y los retos fatídicos, los egipcios siempre prueban que están
unidos contra aquellos que intentan invadir Egipto y que son una gran muralla
defensiva ante todos aquellos que amenazan su seguridad nacional. Por lo tanto
no es de extrañar el ver ahora... la total solidaridad entre todos los sectores
del pueblo egipcio en defensa de su estado ante una conspiración que pretende
quebrar la voluntad de este grandioso pueblo y obligarlo a regresar a la senda
de subordinación [de las potencias extranjeras] y renunciar a su independencia
en lo que respectan las decisiones nacionales... "El editorial pasó a
enumerar las coyunturas anteriores en la historia moderna de Egipto, en el que
el país se había levantado a las conspiraciones extranjeras: la resistencia de
Muhammad 'Ali al Convenio de Londres de 1840; la Revuelta 'Urabi - a la que
Gran Bretaña respondió ocupando el país y el papel británico en la 'agresión
tripartita' de 1956 en respuesta a los éxitos de Gamal 'Abd Al-Nasser en
establecer la independencia de Egipto. "Estos escenarios se repetían con
frecuencia, y cada vez que el pueblo egipcio se congregaba en torno a su
liderazgo nacional - tal como lo está haciendo ahora - y demostró que está
unido ante las conspiraciones y está dispuesto a sacrificarlo todo para que
Egipto pueda vivir libre y independiente". [4]
Al día siguiente, en
el editorial del 10 de noviembre, los editores reiteraron su descontento con
los anuncios supuestamente prematuros del Reino Unido y los Estados Unidos,
pero colocan la culpa definitiva esta vez sobre otro actor. Estos mencionaron
informes en los medios de comunicación de que fue la inteligencia israelí que
había capturado conversaciones telefónicas entre terroristas del Estado
Islámico en el Sinaí relacionadas al avión ruso y especularon que Israel estaba
"pescando en aguas turbias" (es decir, de que había dado información
a las potencias occidentales a fin de hacer que tomen medidas perjudiciales
para Egipto). [5]
Por último, el 11 de
noviembre, el diario oficial acogió totalmente la acusación de una conspiración
europea contra Egipto con el apoyo de estados regionales: "Están los
egipcios enfrentando una conspiración en la actualidad' La respuesta a todo
pulmón es sí. Las indicaciones y pruebas están ahí, antes todos los que tienen
ojos para ver. Bien, ¿quién cree usted que está detrás de esta conspiración?
Son aquellos cuyos planes frustraron la revolución el 30 de junio, [2013]. En
un lenguaje sencillo, y sin andadas, son algunos países europeos, junto a
algunos países de la región, que no quieren que Egipto surja - desde el ascenso
de Egipto, en su concepción perversa, será a costa de sus intereses.
"Estos
conspiradores se tornaron frenéticos cuando vieron el éxito de la política
exterior egipcia luego del 30 de junio, [2013] en romper el bloqueo que
trataron de imponerle a Egipto y se volvieron locos cuando vieron que Egipto
tuvo éxito en atraer apoyo de algunos países hermanos leales y razonables...
Así que por supuesto, fue necesario atacar estas relaciones con estos países
hermanos... Pero lo que estos malvados no saben es que los egipcios, en
momentos de peligro, olvidan sus problemas menores y se concentran en torno a
su liderazgo en defensa del interés nacional supremo..." [6]
Editor
asistente de 'Al Ahram':
"No debemos permitir que el Embajador del [Reino Unido] recorra los
alrededores del Cairo sonriente, feliz y triunfante... pronto le veremos
llorar!"
Notablemente especial
entre la generalidad del sentimiento anti-británico fue un artículo el 9 de
noviembre, 2015 de Hussein Al-Zinati, editor asistente en Al-Ahram. El artículo atacó al Embajador británico en
Egipto John Casson, acusándolo de actuar como un Alto Comisionado colonial:
"Antes de que el Presidente Sisi viajara a Londres, el embajador británico
John Casson tuiteó - en árabe egipcio hablado, tal como lo es su costumbre -
'Esperen buenas noticias durante la visita del Presidente Sisi' y añadió en su
tuit: " Pisemos algo el acelerador en nuestra cooperación"...
"Sí, esperábamos
que las palabras... se harían realidad y que daríamos vuelta a una nueva página
en las relaciones con su país, pero debimos haber preguntado: ¿Desde cuándo es
sincera esta gente [es decir, los funcionarios británicos] en sus palabras o en
sus obras? ¿Cómo pueden estos vivir cuando lo que tienen en sus mentes y
recuerdos son las escenas de su derrocamiento y expulsión de nuestras tierras humillados y con sus esperanzas frustradas,
arrastrando sus colas en derrota de Egipto?
"De hecho, los
británicos, representados por este embajador quien siempre tiene una sonrisa
falsa en su rostro, han 'apretado' el acelerador de la planificación,
preparación y puesta en acción, junto a sus aliados, una gran conspiración
contra Egipto programada para la visita del Presidente Sisi.
"A las pocas
horas del incidente del avión ruso sucedieron las reacciones británicas a este
afirmando, sin consultar a nadie, que había sido bombardeada. Luego hubo la
decisión, [anunciada] cuando el Presidente Sisi estuvo presente allí [en
Londres], a fin de detener los vuelos sobre el Sinaí y evacuar a los ciudadanos
británicos de una vez. Su aliado, los Estados Unidos, procedieron de la misma
manera y luego vino la presión sobre Rusia en hacer que Putin suspenda los
vuelos rusos a Egipto y evacuar a los turistas[rusos] de allí.
"Este es el
'gas' del cual el afable, encantador y elegante embajador habló antes que el
Presidente Sisi viajara a Londres. Este es John Casson, el Embajador británico
en el Cairo, quien solicitó por sí mismo el puesto de embajador de su país en
Egipto después de la revolución del 25 de enero, [2011], y ése es el que camina
por las calles del Cairo, come sándwiches full [frijoles fava], ta'miyya
[falafel] y kushari [un plato de arroz y lentejas], se sienta en los cafés y
charlas sobre cuán seguro es Egipto - y luego nos encontramos con que sus
informes hacia su país dicen algo diferente. Este es John Casson, quien es
altamente activo en las plataformas de los medios sociales y se ha ganado la
admiración de los jóvenes en Twitter...
[1] Véase,
por ejemplo: Ahmad Abd Al-Tawwab, "Secuestrara el EIIS al Presidente
francés?, Al-Ahram (Egipto)
16 de noviembre, 2015; Mahmud Khalil, "El Precio de Satanás," Al-Watan (Egipto)
15 de noviembre, 2015; Mustafa Bakri, "El Doble Discurso en Tratar con el
Terrorismo - Hasta Cuándo?", Al-Watan (Egipto)
15 de noviembre, 2015.
[6] Al-Ahram (Egipto),
11 de noviembre, 2015
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