jueves, 12 de noviembre de 2015

La Medalla de Honor Belisario Domínguez 2015: un premio a la desigualad
Cuauhtémoc Cárdenas
H
oy, 12 de noviembre, se hará la entrega de la Medalla de Honor Belisario Domínguez al señor Alberto Bailleres González, según lo acordó el Senado de la República.
Reconozco los méritos empresariales del señor Bailleres, un hombre altamente exitoso en los negocios y en las finanzas. Pero, si quienes han recibido esta distinción del Senado de la República se pretende que sean ejemplo para el país, y lo que hicieron mereció la atención y reconocimiento de esa Cámara legislativa, en el caso del señor Bailleres, la mayoría de la gente sólo conoce al distinguido por su éxito en amasar una voluminosa fortuna personal, que se percibe como uno de sus principales logros de vida y una de sus mayores habilidades, y lo que la mayoría del Senado está exaltando con su voto, y en este caso pretende sea ejemplo a los demás, no es sino el llamado a todos a amasar fortuna personal como principal logro de vida, y nunca debiera ser ese el llamado, de modo particular, a niños y jóvenes que se están formando y que habrán de tomar en sus manos los destinos de México.
Por otra parte, resulta inadmisible que se produzca este reconocimiento cuando nuestro país vive una de las épocas en que, al menos en este siglo y el anterior, existe una de las situaciones de mayor desigualdad de orden social, y que en los hechos se presente como mérito y logro por alcanzar y ejemplo para todos la desigualdad misma, las oportunidades de mejoramiento limitadas a pocos y la alta concentración de la riqueza en unos cuantos.
Inaceptable, también, es que este reconocimiento al señor Bailleres se dé, por primera vez desde 1954, por una mayoría y no por todos los senadores; que 128 ciudadanos no hayan sido capaces de ponerse de acuerdo para encontrar entre 110 millones de mexicanos, o más, a uno que unánimemente consideraran merecedor de ser destacado por parte del colectivo que conforman; que la mayoría que se impuso con su voto, no haya tenido la capacidad de prolongar el esfuerzo y la discusión hasta encontrar la unanimidad.
Finalmente, el que hoy la mayoría de senadores otorgue la Medalla de Honor Belisario Domínguez premia la violenta desigualdad social existente, constituye un golpe más y un fuerte agravio de la prepotencia a México y a la mayoría de los mexicanos.


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