sábado, 28 de noviembre de 2015

Se compromete el mandatario francés a destruir al ejército de fanáticos

Se compromete el mandatario francés a destruir al ejército de fanáticos
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Funcionarios, políticos, líderes de grupos religiosos y familiares de las víctimas asistieron ayer a la ceremonia para recordar a las personas que murieron en los atentados. El acto se llevó a cabo frente al museo Les Invalides, en ParísFoto Reuters
Afp, Ap y The Independent
 
Periódico La Jornada
Sábado 28 de noviembre de 2015, p. 23
París.
Bajo un cielo nublado y gélido, ante 2 mil 600 invitados, afuera del museo militar Les Invalides para rendir tributo a las 130 personas que murieron en los atentados terroristas de París el 13 de noviembre, el presidente François Hollande prometiódestruir al ejército de fanáticosresponsable de los ataques.
Viernes 13 de noviembre. Ese día no lo olvidaremos nunca. Francia fue golpeada en su corazón, dijo el jefe de Estado.
Hollande denunció que esa horda de asesinos actuaron en nombre de una causa demente y de un Dios traicionado, y calificó los ataques de “acto de guerra organizado desde lejos y fríamente ejecutado.
Pero Francia seguirá siendo la misma y responderemos a los ataques con más canciones, más conciertos y seguiremos yendo a los estadios, dijo.
Los que cayeron el 13 de noviembre encarnaban nuestros valores, y nuestro deber es más que nunca hacerlos vivir. No cederemos al miedo ni al odio. Y si la cólera se apodera de nosotros, la pondremos al servicio de la calma, la determinación de defender la libertad, afirmó.
La ceremonia empezó con La Marsellesa, el himno nacional francés. Luego varias cantantes pop entonaron las canciones Quand on a que l’amour(Cuando sólo tenenos el amor), del belga Jacques Brel, y Perlimpinpin, de la francesa Bárbara, mientras las fotos de las víctimas se proyectaban en una pantalla.
Antes de que el jefe de Estado tomara la palabra, un locutor pronunció la triste letanía de nombres y edades de cada muerto.
Eran la juventud de Francia, aseveró Hollande. Recordó que la mayoría de las víctimas tenían menos de 35 años.
El presidente rindió homenaje a esa generación, sesgada en terrazas de cafés y en la sala de espectáculos Bataclan, que se ha convertido en el rostro de Francia.
Al homenaje asistieron funcionarios gubernamentales, políticos de izquierda y derecha, líderes de distintos grupos religiosos y familiares de las víctimas, aunque un par de familias rehusaron participar en él, en protesta contra el gobierno por no tomar medidas fuertes de seguridad después de los atentados del 7 de enero, que causaron 17 muertos en París, entre ellos varios periodistas del semanario Charlie Hebdo.
A lo largo de esta capital, banderas tricolores ondearon en ventanas de edificios públicos y casas.
El ambiente fue sombrío y la ceremonia en el patio cerrado de Les Invalides careció de la rebeldía de enero, cuando un millón de personas salieron a las calles en homenaje a los asesinados por milicianos extremistas.


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