Tercera Guerra Mundial estaría a la vuelta de la esquina
Escribe: JULIO CÉSAR QUIJHUA | Política - 22 nov 2015
Hace poco, el Papa Francisco planteó que tal vez es tiempo de hablar de una hipotética tercera guerra mundial, aunque combatida “por partes”, teniendo en cuenta el alcance y la propagación de los enfrentamientos bélicos en el mundo. ¿Es probable que se dé o que, en otro caso, ya estemos viviendo esta realidad? A continuación hacemos un esbozo del tema y damos, de paso, una explicación a la teoría de la “autoconspiración en Francia”, que se ha estado manejando estos últimos días.
FOTO: Internet
Para los yihadistas (las ramas más violentas y radicales dentro del islam político), el tiempo de la tercera guerra mundial comenzó con los atentados del 11 de setiembre del 2001, cuando Al-Qaeda derrumbó las simbólicas Torres Gemelas de Estados Unidos; las edificaciones que daban muestra del poder y desarrollo norteamericano, o del mundo occidental en su conjunto (tal como ellos lo vieron).
Aunque esto no fue realmente así, a partir de ello los conflictos bélicos en el mundo se comenzaron a incrementar y a hacer, también, más difíciles de resolver. Así, a inicios de este año vivimos en medio de 13 grandes conflictos internacionales (léase guerras) en diferentes países del planeta, como Siria, Libia, Nigeria, Sudán, Afganistán, Yemen, Somalia, Ucrania, entre otros.
Aunque todo ello no ha sido causado directamente por los yihadistas, estos influyeron de alguna manera en el asunto: demostraron que atacar al país más poderoso del mundo (Estados Unidos) no era muy difícil y menos inimaginable. De este modo, cientos de organizaciones terroristas alistaron sus armas y se pusieron a luchar por el poder en sus respectivos territorios, en un escenario donde, previamente, parecía poder respirarse un ambiente de paz.
Fueron los últimos atentados, especialmente, los que causaron un gran revuelo a este respecto; los suscitados primero en París (Francia) y luego en Siria. Sobre aquéllos, el Papa Francisco, recientemente, sostuvo que son hechos "propios de una tercera guerra mundial"; mientras que por éstos (los acaecidos en Siria) nadie de renombre se pronunció, a excepción millones de usuarios de diferentes redes sociales.
A ello deben agregarse las declaraciones del presidente norteamericano Barack Obama, quien calificó al Estado Islámico como un cáncer, al tiempo de pedir una alianza mundial contra ISIS (Estado Islámico en Iraq y el Levante). Algo que dio pie a la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial.
¿TERCERA GUERRA MUNDIAL?Algunos insisten en que el ataque contra Francia fue un ataque contra la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte, también denominada la Alianza del Atlántico o del Atlántico Norte; se trata de una alianza militar intergubernamental) y que es tiempo de irse a la guerra. ¿Es así, realmente?
Lo que se sabe, de momento, es que el mundo está efectivamente en guerra contra ISIS. Tal es así, que una coalición liderada por Estados Unidos ha estado bombardeando objetivos en Siria e Iraq durante más de un año, y en los meses recientes, lo mismo que Rusia.
¿Contra quién o contra qué se está luchando? ISIS, una organización que busca crear un espacio geográfico dentro del cual construir un califato. Esto, para Timothy Stanley, explica por qué ISIS ha sido incluso más exitoso que Al Qaeda al atacar muchos objetivos extranjeros con muy diversos métodos, desde Sinaí hasta Beirut y París, recientemente.
“El califato de ISIS –dice Stanley– ofrece refugio a decenas de miles de yihadistas extranjeros: ellos vienen, entrenan y luego muchos regresan a casa para crear caos. El califato también proporciona dinero y el estímulo moral de tener un ‘paraíso’ terrenal por el cual luchar. En su ensayo pionero acerca de las motivaciones detrás de ISIS, Graeme Wood describe a un reclutador de ISIS que se refiere a ISIS como ‘un vehículo para la salvación’".
Asimismo, menciona que los combatientes de ISIS están obsesionados con difundir el islam en su forma primigenia (o como ellos interpretan que ha sido, puesto que el califato primitivo era mucho más amable) y creen que la mayoría de los demás musulmanes se han salido de ese modelo.
“Al Qaeda se ha limitado a sí misma a objetivos políticos comparativamente racionales, como expulsar a los occidentales de la península arábiga; ISIS desea provocar el apocalipsis. No es nihilista. Este es profundamente –sino es que retorcidamente– religioso y tenemos que aprender a tomar su forma de religión seriamente”, agrega.
Lo “bueno” de todo este panorama, según Timothy Stanley, es que ISIS está aislado, por lo que aplicar la frase "guerra mundial" es inútil. “(Aunque) el alcance de ISIS es a nivel mundial, no tiene el (…) apoyo considerable más allá de sus límites cambiantes. Mientras tanto, la alianza en su contra es una de las más grandes y diversas en la historia, incluyendo Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia e Irán”, culmina.
¿AUTOATENTADO EN PARÍS?
El profesor Michel Chossudovsky, en un artículo publicado en Global Research, antes de los brutales atentados del pasado 13 de noviembre en París (Francia), aseveró que se produjeron una serie de eventos de lo más sospechosos, que difícilmente pueden ser calificados de “coincidencia”.
Son, básicamente, cuatro eventos. Primero, que los medios franceses predijeron un gran ataque terrorista con un mes de antelación. El 2 de octubre, medios de París anunciaban un atentado semejante al de las Torres Gemelas. Según declaró el juez Trévédic: “el riesgo es real (…) Los ataques en Francia serán de una escala comparable a los del 9/11”.
Segundo, la reunión urgente del jefe de Inteligencia de Francia, Bernard Bajolet, con el director de la CIA, John Brennan, en Washington, dos semanas antes de los ataques; concretamente, el 27 de octubre. Aquel día, Bajolet llegó a Estados Unidos para discutir la guerra en Siria y la “amenaza desde fuera” que emana del Estado Islámico.
Tercero, el envío del portaaviones Charles de Gaulle a Siria, con una semana de antelación. Esto sucedió, exactamente, el 5 de noviembre, una semana antes de los ataques terroristas. El Consejo de Ministros francés anunció su decisión de enviar el grupo naval del portaaviones a Oriente Medio, con el mandato de “luchar contra el Estado Islámico”.
Y, finalmente, cuarto: los sospechosos ejercicios de entrenamiento el mismo día del atentado. Y es que, en la mañana del mismo 13 de noviembre, se realizaron una serie de ejercicios de entrenamientos en París, que simularon un escenario de emergencia ante un ataque terrorista en múltiples localizaciones, con la participación de los equipos de respuesta rápida, personal médico, policías y bomberos.
En este contexto, cabe mencionar lo que algunos medios radiofónicos franceses dijeron al día siguiente del terrible ataque terrorista: “Los servicios de emergencia de París estaban tan bien preparados, ya que por casualidad habían estado planeando un escenario similar a lo que realmente ocurrió horas después”.
Muchos considerarán, luego de esto, que el ataque estuvo siendo esperado por las fuerzas francesas o que, si hemos de ser mezquinos, lo que se hizo fue un “autoatentado”; no obstante, a la luz de las consecuencias, no puede ignorarse lo que realmente pasó: que Francia, es verdad, esperaba el atentado, pero que no pudo reprimirlo con eficacia.
PANORAMA MUNDIAL
Los últimos meses fueron pésimos para la paz y la seguridad internacional, aunque hubo cosas rescatables. El proceso de paz en Colombia, por ejemplo, o las negociaciones nucleares con Irán; o, incluso, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con Cuba, emprendido por el presidente Barack Obama.
No obstante, en general, las cosas han sido más bien desalentadoras. Y es que el caos del mundo árabe se agravó: el Estado Islámico se fortaleció en Irak y Siria, gran parte de Gaza volvió a quedar destruida, Egipto dio un giro hacia el autoritarismo y la represión, y Libia y Yemen se aproximaron a la guerra civil.
En África, en tanto, el mundo contempló cómo los líderes de Sudán del Sur hundían su nuevo país, mientras que el optimismo de 2013 respecto a la República Democrática del Congo (RDC) se desvaneció, al tiempo que los insurgentes de Boko Haram intensificaron los ataques terroristas en el norte de Nigeria. Y también está, desde luego, la guerra que se vive en el este de Ucrania.
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