viernes, 29 de enero de 2016

Y tú ¿a qué tienes miedo?

¿Quién no ha sentido miedo en alguna ocasión?

29/01/2016 - Autor: Natalia Céspedes Arjona - Fuente: Webislam
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¿Miedo a avanzar?
Cada ser es único y diferente. Dios ha creado al ser humano dotándolo de cerebro y cuerpo y por ello las emociones forman parte de nosotros mismos, no es algo de lo que podamos prescindir aunque sí podemos aprender a manejarlo para mantener nuestro mejor estado de salud emocional y, en consecuencia, una vida más equilibrada.
¿Qué es el miedo?
El miedo es una emoción primaria. La palabra emoción proviene del latín “motere” (moverse) y es lo que hace que nos acerquemos o nos alejemos a una determinada persona o circunstancia. Todos tenemos diferentes miedos: miedo a lo desconocido, a que nos evalúen, miedo al fracaso, a hablar en público, a la soledad, a sufrir y a sentir dolor, miedo a las enfermedades, a la muerte  o también tenemos miedos que tienen que ver con cómo nos percibimos a nosotros mismos o a otras personas, a objetos, a animales, a situaciones o circunstancias,  a los ascensores, a los aviones, a los espacios abiertos, etc.
El miedo nos paraliza y nos bloquea, nos impide que seamos nosotros mismos y cuando percibimos que el miedo se apodera de nuestra vida, entonces comienza el fracaso. El miedo no es racional, es decir que aunque razonemos el miedo, no es lógico y por tanto no va a hacer que desaparezca la reacción fisiológica en nuestro cuerpo o incluso puede que nos haga sentir peor porque no somos capaces de vencerlo y por tanto nos vamos a juzgar negativamente. El miedo tiene la función básica de protegernos y nos prepara para la supervivencia, alertándonos de un posible peligro en nuestro entorno. Por ello, en diferentes ocasiones nos sentiremos limitados puesto que el miedo hará que evitemos situaciones para no tener que volver a afrontarlas de nuevo si ya las hemos vivido en el pasado y de alguna forma fracasamos previamente, haciendo que nos bloqueemos.
El miedo nos impide avanzar; entonces, ¿ómo afrontamos nuestros miedos?:
El miedo como emoción básica es una manifestación de aquello que no somos capaces de ver dentro de nosotros mismos, es decir, puede que el miedo esté escondido detrás de otras emociones y no seamos capaces de darnos cuenta. Para poder enfrentarnos a nuestro miedo debemos mirarlo de frente, tomando conciencia de aquello que nos está haciendo sentir mal y dar el primer paso que trata sencillamente de querer cambiarlo, aunque eso implicaría salir de nuestra zona de confort y abandonar la situación cómoda que estamos viviendo, por esto a veces elegimos la opción de quedarnos impasibles ante nuevas oportunidades que se presentan en nuestra vida precisamente por eso, por miedo a cambiar aquello que es necesario para poder continuar avanzando.
Pensemos lo siguiente: el dolor y el sufrimiento son necesarios para continuar creciendo: el pasado ya no puede herirnos más y el futuro no está en nuestras manos; por tanto sólo nos queda este momento de aquí y ahora. La clave es empezar a actuar y confiar siempre en los planes que Dios tiene preparados para nosotros. Cada momento que tomamos como un fracaso puede ser una oportunidad para cambiar aquello que sentimos no está bien dentro de nosotros mismos.
Atender y mirar de frente nuestro miedo hará que disminuya la intensidad de la emoción en sí misma. Es primordial para poder afrontar nuestros miedos partir de la base de que nosotros somos más que nuestro propio miedo y después:
- Aprender a identificar cuál es el miedo que sentimos para poder    trabajar  con él.
- Cerrar los ojos y comenzar a sentir el miedo, incluso si es necesario podemos recrear alguna situación donde hayamos sentido ese mismo miedo anteriormente.
- Observar qué sentimos, en qué parte del cuerpo identificamos el miedo, cómo es ese miedo, incluso podemos ponerle una forma, un color, un nombre…
- Permitir sentir el miedo como si paseáramos dentro del mismo, notando cómo nos envuelve. Respirarlo y percibir cómo la intensidad del miedo va disminuyendo.
- Preguntarnos qué nos quiere decir este miedo y qué significa este miedo para mí mismo...
Afrontar los miedos con fe:
Hay muchas razones que originan los miedos, como experiencias pasadas que conllevan a la decepción, a la inseguridad o a volver a fracasar. Uno de los grandes productos del miedo es la duda: no podemos creer en soluciones y respuestas cuando nos encontramos sumergidos o perdidos en la duda. Buscar soluciones en lugar de recrearse en preguntas sin respuestas será el éxito ante cualquier problema.
Ciertamente con fe podremos superar todas las situaciones buenas, malas, fáciles o difíciles de esta vida. Nuestras emociones como el miedo, la ira o la tristeza nos permiten afianzar más nuestra fe y confiar plenamente en Dios. Agradecer por tanto al Creador de todo aquello que sucede en nuestra vida como un regalo de oportunidad para cambiar y conseguir lo que es bueno para nosotros.
Cuando la vida se torna oscura o difícil o cuando afloran nuestros peores miedos, es cuando más debemos confiar en Dios: “Di: Él es mi Señor; no hay otra divinidad sino Él. En Él confío y a Él me vuelvo  arrepentido” (Corán 13:30).
Venzamos por tanto nuestros miedos sin temor a fracasar y siempre con la ayuda de Dios.


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