El ISIS arroja a un homosexual desde una azotea en nombre de Alá
Los yihadistas acusaron al hombre de "sodomía" y lo arrojaron desde lo alto de un edificio en la provincia de Manbij, en Alepo. Los residentes de la localidad habían recibido la orden del ISIS de reunirse para presenciar el brutal asesinato.
Gaceta.es
Lunes, 9. Mayo 2016 - 13:48
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El Estado Islámico ha vuelto a mostrar que su brutalidad no conoce límites. Los yihadistas han arrojado desde un edificio en construcción a un joven, acusado de ser homosexuales. Si ni siquiera un juicio previo, la acusación de sodomía no tenía respaldo "legal", el hombre fue lanzado desde una altura de cinco pisos.
Según los yihadistas, el joven cometió un "crimen" por lo que fue condenado a muerte. La ejecución se llevó a cabo en la provincia de Manbij, en Alepo. Las imágenes, divulgadas por el propio Estado Islámico, muestran el momento en el que el hombre cae del precipicio ante la mirada atenta de la multitud congregada en la zona.
Los terroristas vendaron los ojos de la víctima y lo lanzaron al abismo. Según explica Daily Mail, una vez que el cuerpo del joven cayó a la calle, la multitud lo apedreó.
ADVERTENCIA: LAS SIGUIENTES IMÁGENES PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD
Si usted ya piensa que los países civilizados deben intervenir sobre el terreno en Siria e Irak, no es necesario que lo vea, e incluso nos permitimos aconsejarle que no lo haga.
Nuestra intención no es otra que la de mostrar como la barbarie más brutal, cruel y deshumanizada sigue sin recibir la respuesta que merece, mientras gobiernos y organismos internacionales miran hacia otro lado. En la medida de nuestras modestas posibilidades exigimos que las naciones civilizadas se desplieguen cuanto antes en los territorios del Estado Islámico para exterminar -literalmente- a esas alimañas. Y que se trate con implacable contundencia a los gobiernos, asociaciones o personas que todavía hoy siguen mostrando su apoyo al califato, en alguna ocasión incluso dentro de Europa.
Nuestra intención no es otra que la de mostrar como la barbarie más brutal, cruel y deshumanizada sigue sin recibir la respuesta que merece, mientras gobiernos y organismos internacionales miran hacia otro lado. En la medida de nuestras modestas posibilidades exigimos que las naciones civilizadas se desplieguen cuanto antes en los territorios del Estado Islámico para exterminar -literalmente- a esas alimañas. Y que se trate con implacable contundencia a los gobiernos, asociaciones o personas que todavía hoy siguen mostrando su apoyo al califato, en alguna ocasión incluso dentro de Europa.
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