miércoles, 4 de mayo de 2016


Infiltrado en el ISIS: "Son jóvenes perdidos, frustrados y suicidas fácilmente manipulables"
   
   
 El periodista que se infiltró en una célula del ISIS que planeaba cometer un ataque terrorista en Francia ha señalado que se encontró a "jóvenes perdidos, frustrados y suicidas fácilmente manipulables".
El profesional, que trabaja con el seudónimo de Said Ramzi para proteger su verdadera identidad, explicó que contactó con los llamados soldados de Alá a través de Facebook de manera muy "fácil".
Infiltrado durante seis meses (verano de 2015-enero 2016), el periodista filmó con cámara oculta las reuniones del grupo en las que se abordaba un posible ataque a un club nocturno.
Este material fue emitido por la cadena francesa Canal + el pasado lunes bajo el nombre: "Soldados de Alá".
La célula terrorista contaba con diez miembros que estaban dirigidos por un hombre de 20 años de edad llamado Osama, el cual había sido rechazado por el Ejército francés y había coqueteado con el satanismo y el alcohol antes de interesarse por el islamismo radical.
Osama fue encarcelado durante cinco meses al intentar unirse al ISIS. Tras su liberación, se convirtió en "emir" y creó la célula terrorista.
Mientras el cabecilla de la célula durmiente tenía que ir a firmar todos los días a la comisaría de policía, se comunicaba con el resto del grupo a través de la aplicación de mensajería instantánea Telegram.
Una de las imágenes que más ha impactado del documental es aquella en la que se ve a un francés de origen turco imaginándose ser abatido por la policía con una sonrisa en la boca: "el mártir no siente dolor" afirmaba.
"Hay que atacar una base militar" decía Osama durante las reuniones. "Cuando están comiendo, están todos alineados.....tatatatata (imitación sonido ametralladora)" explicaba el cabecilla al grupo.
En otro momento de la emisión, se puede observar al grupo instando a Ramzi a unirse al "camino del paraíso". "Nuestras mujeres nos estarán esperando allí, con los ángeles como sirvientes. Tendrás un palacio, un caballo con alas de oro y rubíes".
En el documental también se puede escuchar al grupo fantaseando con derribar un avión del aeropuerto París-Le Bourget con un lanzacohetes.
Lo que sí deja claro la infiltración de este periodista es que cualquier acción de la célula debía recibir el visto bueno de un tal Abu Suleiman, un miliciano del ISIS que había visitado la  capital del Estado Islámico, Raqqa.
Es por ello que Ramzi se reunió con una mujer que portaba velo integral en una estación de ferrocarril para recibir una carta escrita a mano de Suleiman. En ella, se ordenaba a Ramzi atacar un club nocturno de París, "disparar a matar" y llevar un chaleco suicida para cuando llegaran las fuerzas de seguridad.

Ante la amenaza de ser descubierto (algunas informaciones sugieres que así fue), Ramzi decidió abandonar la infiltración.

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