EstambulBangladeshBagdad. Y antes de esas ciudades,Orlando. En total, 397 víctimas mortales con la marca del sello del terror que recorre el mundo: el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). O al menos esos fueron los primeros indicios que expertos de todo el mundo encontraron para tratar de explicar las masacres.
En OrlandoOmar Mateen tenía una simpatía creciente hacia el grupo fundamentalista en las redes sociales. Y había estado en el radar del FBI por sus manifestaciones extremistas.  Los tres suicidas del aeropuerto Atatürk, de la capital turca, fueron identificados como rusos, o de algún país de la ex UniónSoviética, que habían jurado lealtad a ISIS. En Bangladesh, información similar inundó las cadenas de televisión.
Sin embargo, la serie de atentados, lejos de tratarse de una nueva estrategia del grupo armado, podría ser evaluada más como una ventaja mediática que el grupo terrorista logró captar a tiempo a medida que pierde terreno en Siria e Irak.
El 12 de junio, Omar Mateen ingresó a la disco Pulse en Orlando. Asesinó a 49 personas. Era seguidor de ISIS en las redes sociales
El 12 de junio, Omar Mateen ingresó a la disco Pulse en Orlando. Asesinó a 49 personas. Era seguidor de ISIS en las redes sociales
Durante la semana, fueron varias las crónicas que daban cuenta de una posible y flamante alternativa yihadista para conseguir sus objetivos. The Washington Post y The New York Times realizaron sendos informes en los cuales indicaban la posibilidad de que ISIS estuviera cambiando su plan de ruta: a medida que pierde terreno en Medio Oriente, los sunitas más fundamentalistas siembran el terror alrededor del mundo.
¿Pero es acaso una táctica del Estado Islámico ante un cambio de planes? Según un experto en contraterrorismo y consejero de Gobiernos demócratas y republicanos y miembro de Rand CorporationBrian Michael Jenkins, "no está claro" lo que ocurre por estos días, y lo distingue claramente de lo que sucedió en las masacres de 2015 en París yBruselas. "Esos ataques terroristas eran parte de una campaña conducida por la red de Abaaoud, y los participantes incluían veteranos de ISIS y cómplices locales", explica Jenkins en diálogo con Infobae. "Excepto por su inspiración, los ataques pueden no estar vinculados entre sí, salvo por el tiempo en que ocurrieron", añadió.
El triple ataque suicida en el Aeropuerto Atatürk, de Estambul, fue perpetrado por fanáticos del Estado Islámico. Sin embargo, no hay pruebas de que hayan sido guiados desde su comando en Siria (Reuters)
El triple ataque suicida en el Aeropuerto Atatürk, de Estambul, fue perpetrado por fanáticos del Estado Islámico. Sin embargo, no hay pruebas de que hayan sido guiados desde su comando en Siria (Reuters)
En un artículo escrito por el periodista Karl Vick de la revistaTIME el 5 de julio, se postula que que el Estado Islámico no sólo pierde sus conquistas sobre el terreno, sino, también, reclutas. Desde abril de 2015, el mismo mes un año después, la caída fue dramática para sus aspiraciones: 90 por ciento menos de yihadistas consiguió alistar a sus filas. "Pero ISIS todavía hace lo que siempre hizo bien: controlar las noticias y, con ello, al menos parecer que controla los eventos", subraya Vick.
"Los atentados en Orlando, Estambul, Bangladesh y Bagdad no reflejan una decisión estratégica de la conducción de ISIS para lanzar una campaña de terror global. En otras palabras, el Estado Islámico es la incubadora, pero no el comando central de una operación mundial", manifestó Jenkins.
El ataque en Bangladesh pudo haber sido cometido por extremistas locales sin conexión directa con ISIS (AP)
El ataque en Bangladesh pudo haber sido cometido por extremistas locales sin conexión directa con ISIS (AP)
Para el especialista y asesor gubernamental, a muchas administraciones en el mundo les convendría responsabilizar a un enemigo común lejos de casa y situarlo en Medio Oriente. "Las agendas políticas invariablemente complican los análisis. Algunos funcionarios restan importancia al aspecto local de la amenaza y en su lugar culpan por todos los ataques terroristas a un comando centralizado en Siria", relató el miembro de Rand Corporation.
El 29 de junio, John O. Brennan, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), fue escéptico respecto de los avances militares que, supuestamente, se hicieron para derrotar a los yihadistas. "Todavía tenemos un largo camino por recorrer para decir que hemos hecho un progreso significativo contra ellos", dijo Brennan ante el Consejo de Relaciones Exteriores. El responsable de la inteligencia exterior estadounidense sí comparte la teoría de que mientras ISIS sienta mayor presión en su territorio, incrementará sus operaciones en el exterior para "mantener su dominio en la agenda del terrorismo global". Sin embargo, al pronunciar su discurso, todavía no habían ocurrido los atentados enBangladesh y ni en Bagdad.
John O. Brennan, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)
John O. Brennan, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)
Las causas de Jenkins para justificar su recelo respecto a una planificación centralizada las asocia con la falta de conocimiento sobre una posible coordinación de quienes ejecutaron los ataques en esos cuatro lugares. "Turquía identificó a los atacantes de Estambul y tiene a algunos bajo custodia. ¿Todos ellos pasaron tiempo en Siria? ¿De dónde venían sus órdenes? Lo mismo para quienes cometieron los atentados en Jeddah, Arabia Saudita", manifestó. "En Bangladesh, las autoridades han identificado a los atacantes en Dhaka y deberían estar en condiciones de indicar si pasaron algún tiempo en Siria, o eran terroristas locales inspirados por ISIS", añadióJenkins a Infobae.
El domingo 3 de julio, un atentado sacudió la capital iraquí. Murieron cientos de personas. El Estado Islámico se adjudicó el atentado (AP Photo/Hadi Mizban)
El domingo 3 de julio, un atentado sacudió la capital iraquí. Murieron cientos de personas. El Estado Islámico se adjudicó el atentado (AP Photo/Hadi Mizban)
La explicación que da Jenkins es clara: la información con la que se cuenta hasta el momento es incompleta respecto de cada uno de los atentados como para situar a cada uno como un eslabón de una cadena pensada por ISIS. Esa teoría podría servir más para propósitos políticos que estratégicos para vencer la amenaza terrorista y sus lobos solitarios.
"Pocos se encontrarían satisfechos con un análisis más caótico y realista. Es el que sugiere que los recientes ataques reflejan una combinación de las operaciones en marcha en Siria e Irak; de terroristas que usan al Estado Islámico como plataforma de lanzamiento para sus propias campañas; la dispersión de combatientes extranjeros que regresan a sus hogares y de las exhortaciones de ISIS a sus seguidores locales y el atractivo que este grupo implica para las personas con problemas y cargadas de odio", concluyó Jenkins.