Prohibido excluir de clase a niñas con velo
En nombre de un laicismo extremista se pretende acabar con todos los símbolos religiosos
15/07/2016 - Autor: Ángel Álvarez Hernández - Fuente: Webislam
A nadie hace daño una niña con velo.
En España jamás ha molestado una monja con velo, o una mujer ataviada con un pañuelo en la cabeza, porque lo que realmente molesta no es el velo o el pañuelo que cubre el pelo sino el islam. De esta forma se está poniendo de manifiesto una islamofobia, cargada de prejuicios y mentiras absurdas.
Cuando a una menor se la impide entrar en clase porque lleva velo o hiyab, lo que realmente se está haciendo es obstaculizar que se desarrolle libremente, conforme a sus fe y se la está condeno a la ignorancia o la segregación por sus creencias. Esto es lo que está ocurriendo en Vitoria, con una niña de 12 años que, por llevar velo o hiyab, ha tenido que acabar el curso escolar segregada del resto de sus compañeros, recibiendo clases ella sola.
¿Quién podrá explicar a la menor que por cubrir su pelo y no dejarlo a la vista, no puede estar en clase con el resto de sus compañeros, ni jugar con ellos en el recreo?. ¿Cómo explicar a la menor que pueda haber monjas que den clase en colegios religiosos concertados católicos, pero que ella no pueda entrar en un aula con su velo?.
¿Alguien puede explicar a la menor que, en una época donde las adolescentes se tiñen el pelo de colores, o se ponen piercing en la nariz o el ombligo, ella no pueda entrar en clase con velo?.
A la menor no se le ha negado el derecho constitucional y humano a la educación, pero a cambio se la segrega, como si fuera un peligro, y yo me pregunto. ¿Hay algo mas antisocial y cruel que segregar a una niña del resto de compañeros por llevar velo?. El velo no le impide jugar con el resto de sus compañeros, ni estudiar, ni hablar con ellos, ni tener amigas, ni jugar, ni sonreír, pero la segregación la aísla, la margina, le impide relacionarse con normalidad, no la dejar jugar en el recreo con sus amigos ni desarrollarse libremente como ella quiere. ¿Hay algo más cruel que segregar a una niña no llevar velo?.
Llevar velo o hiyab no es sinónimo de ser terrorista. Los etarras no llevaban velo y asesinaban a personas inocentes. Para asesinar no es necesario llevar velo, basta con ser un fanático o un delincuente. El velo o hiyab tampoco es un símbolo de sumisión de la mujer hacia el hombre. Hay médicas, abogadas, políticas, ministras y premios nobel que lo llevan, y nadie las señala como sumisas ignorantes. Entonces ¿por qué un colegio de Vitoria impide a una niña relacionarse con normalidad por llevar velo?
En nombre de un laicismo extremista se pretende acabar con todos los símbolos religiosos, desarraigándolos de la sociedad con leyes o reglamentos que no nos hacen más felices, ni mejores personas. Mao, Stalin o Pol Pot eran ateos, y no fueron buenas personas. Sus crímenes tiñeron de sangre la historia de la humanidad.
El enemigo no es el velo de las mujeres musulmanas, ni la religión, sino el fanatismo inquisidor. Una sociedad sana es aquella en la que un musulmán, un cristiano, un judío, un ateo y agnóstico, pueden mirarse a los ojos sin ofenderse. Un lugar donde se pueden contemplar o llevar una cruz o un velo, sin sentir miedo, y donde una niña musulmana puede usar su velo sin que la segreguen.
La escuela debería estar para dotar a las personas de elementos intelectuales suficientes para que no puedan ser fanatizadas, para sembrar en ellas un espíritu critico, que las impida caer en los extremismos, que hoy simbolizan personajes como Mari Le Pen. Si hoy se impide a una niña de 12 años acudir a clase con el resto de sus compañeros, mañana se podría impedir a otro niño ir a clase porque su corte de pelo es neonazi, o porque lleva una marca de ropa característica de grupos skin o pijos, y se podría pensar que estar haciendo proselitismo del anarquismo o el neoliberalismo y los espacios públicos son neutros.
Hitler obligó a los judíos a llevar una Estrella de David. Al obligar a las mujeres o a las niñas musulmanas a quitarse su velo se les está robando una de sus señas de identidad propia, que forma parte de su ser y de su fe, que no hace daño a nadie, pero que al quitárselo interiormente las empobrece y las está dejando mas vacías e indefensas, porque las estamos señalando, igual que al judío que llevaba la Estrella de David o las estamos segregando, si no se quitan el velo.
La ignorancia se combate con la educación, no con el prejuicio. La convivencia se construye sin ataduras, imposiciones y prohibiciones absurdas. A nadie hace daño una niña con velo. No sufre lepra, ni va difundiendo manuales de Al Qaeda. Sus sueños, son como los del resto de las niñas, y su vida debería ser igual, sin más diferencias, que las que enriqueces una sociedad plural y diversa donde todos podemos darnos la mano, sin pensar que el que tenemos en frente es un inquisidor o un terrorista.
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