viernes, 28 de octubre de 2016

EFE
Naciones Unidas advirtió hoy de la posibilidad de que el Estado Islámico (EI) utilice a la población civil de la ciudad iraquí de Mosul como escudos humanos e incluso que usen armas químicas ante la ofensiva para expulsarlos.
“No podemos descartar la posibilidad de que haya un ataque con armas químicas”, dijo a los periodistas la coordinadora humanitaria de Naciones Unidas en Irak, Lise Grande, a través de una videoconferencia.
Se trata, según Grande, del “peor escenario” posible y las fuerzas armadas iraquíes no lo consideran probable, pero es una posibilidad que se tiene en cuenta tras supuestos episodios de utilización de gas mostaza por parte de los terroristas en Irak.
“La preocupación está vinculada a eso”, dijo Grande, que alertó sobre el “riesgo extremo” al que está expuesta la población de la ciudad, controlada por el EI desde 2014.
Ese peligro llega por ejemplo en forma de fuego cruzado, artillería o francotiradores, explicó la responsable de la ONU, que apuntó que se cree que los yihadistas han colocado explosivos trampa en “grandes áreas de la ciudad”.
También se considera probable que el EI, como hizo anteriormente en Faluya, trate de usar a civiles como escudos humanos o que los expulse de forma masiva frente al avance de las fuerzas iraquíes y kurdas.
Por todo ello, Naciones Unidas se está preparando para un posible desplazamiento masivo de población desde Mosul.
En el peor escenario posible, la organización estima que hasta un millón de personas podrían huir de la ciudad, donde calcula que actualmente viven entre 1,2 y 1,5 millones de civiles.
“Dependiendo de lo que ocurra en Mosul, podría -en el peor caso- convertirse en la operación humanitaria más compleja del mundo en 2016”, explicó.
Grande reconoció que si esas peores previsiones se hacen realidad, la respuesta humanitaria no está preparada para asistir al total de la población, a pesar de que se trabaja en planes desde el pasado febrero.
Entre otras cosas, la ONU no cuenta con fondos suficientes, dado que pese a sus repetidos llamamientos, los donantes no han cubierto por ahora las solicitudes financieras de la organización.
Ahora mismo, en total hay seis campos de emergencia que podrían acoger hasta 60.000 personas, pero los mandos militares consideran que unas 200.000 podrían abandonar la ciudad en las primeras semanas de la ofensiva, dijo Grande.
“Eso sería un problema, porque no tenemos esa capacidad ahora mismo”, admitió.
La ONU está trabajando de forma urgente para construir más de 20 campamentos que serán utilizados en caso de desplazamiento masivo y hay disponibles tiendas de campaña para unas 400.000 personas.
En todo caso, las fuerzas iraquíes, apuntó, se han comprometido a proteger a los ciudadanos en sus casas y su intención es mover a la gente sólo si no pueden garantizar su seguridad en Mosul.
En caso de que sea necesario, han preparado rutas de escape que comunicarán de forma “discreta” a la población, después de que en la liberación de Faluya el EI atacara a civiles que huían tras haberse hecho públicos esos caminos.
Al mismo tiempo, se está advirtiendo a la población de que no huya hacia zonas aún controladas por el grupo terrorista, donde las organizaciones internacionales no tienen presencia y se expondría a “un gran riesgo”.

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