miércoles, 23 de noviembre de 2016

La desaparición de Imam Musa Sadr, Sheij Muhammad Ya’cub y el señor Abbas Badreddin en Libia

Contexto general de la desaparición del Imam Sadr
Tras la invasión israelí del sur del Líbano el 14 de marzo
de 1978, Imam Musa Sadr emprendió una gira por los países
árabes para discutir acerca de los trágicos acontecimientos y
proponer una cumbre árabe cerrada que explorase las posibles
soluciones. Después de visitar Siria, Jordania y Arabia Saudí,
se dirigió a Argelia, donde el Presidente Bumedián le sugirió
que visitase también Libia, dada la influencia que Gadafi ejercía
sobre la situación política y militar en el Líbano. El Imam
anunció que aceptaría una invitación oficial para ir.
Recibió la invitación el 28 de julio de 1978. El 25 de agosto
Imam Musa Sadr partió hacia Libia junto a Sheij Muhammad
Ya’cub y el señor Abbas Badreddin, dueño de una agencia de
prensa local que estaba cubriendo la visita. Los tres hombres
se alojaron como huéspedes de las autoridades libias en el
hotel Al-Shate’ en Trípoli. Los medios de comunicación locales
nunca mencionaron su presencia en el país, y lo que es todavía
más extraño, ellos no contactaron con nadie fuera del país: el
Imam no llamó ni a su familia ni al Consejo Supremo Chií y
el señor Badreddin no envió ningún informe a su agencia de
noticias.
Según la investigación, Imam Musa Sadr tenía programada
una reunión con Gadafi la noche del 29 al 30 de agosto. El
Presidente libio pospuso la reunión para el día siguiente debido
a que tenía prevista una sesión en la que discutiría su Libro
Verde con un grupo de libaneses que visitaban Trípoli y cuya
duración se extendió más de lo planeado. El 31 de agosto, Imam
Musa Sadr y sus dos acompañantes fueron vistos abandonando
el hotel Al- Shate’ a las 13:00 horas en el coche proporcionado
por las autoridades libias para reunirse con Gadafi. Después de
esto no se volvió a saber nada de ellos.
Las dudosas declaraciones libias
La versión oficial libia fue articulada en un comunicado
con fecha del 17 de septiembre y únicamente fue publicada
después de mucha presión internacional para que Libia
explicase su postura. El comunicado aseguraba que el Imam y
sus acompañantes abandonaron Libia rumbo a Roma, Italia, a
bordo de un avión de la compañía Alitalia en la noche del 31 de
agosto, sin previa notificación a las autoridades locales.
El 21 de septiembre, durante una visita a Damasco, donde
una delegación de sabios libaneses se reunió con él para discutir
este tema, Gadafi dijo que la reunión había sido programada
para el 31 de agosto a las 13:30 y que cuando el Imam no se
presentó fue cuando se enteraron de que había abandonado
el territorio libio. Esta versión fue posteriormente desmentida
por diversas fuentes, así como por las investigaciones libanesas
e italianas.
En septiembre de 1978, el Gobierno libanés envió a Libia y
a Italia un equipo de seguridad encargado de investigar el caso.
Las autoridades libias negaron la entrada del equipo en Libia.
En Italia, el equipo concluyó a partir de sus investigaciones que
el Imam y sus dos acompañantes nunca llegaron a Roma y que
nunca abandonaron Libia en el vuelo ni a la hora mencionados
en el comunicado oficial libio.
El 25 de febrero de 1979 una delegación libanesa viajó
hasta Arabia Saudí para discutir el caso. Tanto el Rey Jaled
como el Rey Fahd les aseguraron que en realidad la reunión
entre el Imam Sadr y Gadafi se había llevado a cabo y que la
discusión había sido acalorada debido a que ambos parecían
discrepar sobre la crisis libanesa y el papel que Libia debía
desempeñar en ella.
Dos investigaciones italianas
El equipaje del Imam y sus acompañantes fue encontrado
en el HolidayInn en Roma. Las autoridades judiciales italianas
llevaron a cabo una investigación detallada, en base a la cual
el juez de instrucción de Roma dictó sentencia de archivar el
caso el 7 de junio de 1979 tras concluir que el Imam y sus
acompañantes no abandonaron Libia en un avión de Alitalia
y que no entraron en Italia mediante ningún otro medio de
transporte. Los cargos presentados por la fiscalía de Roma el 19
de mayo de 1979 afirmaban que el Imam y sus acompañantes
nunca dejaron suelo libio.
Más tarde, el Gobierno italiano informó oficialmente a
los Gobiernos del Líbano, Siria e Irán, así como al Consejo
Supremo Chií, de que el Imam Sadr y sus acompañantes nunca
entraron en Italia ni transitaron por dicho país.
A petición oficial de las autoridades libias, apoyados por
un informe de investigación llevado a cabo en Libia, el poder
judicial italiano reabrió el caso y llevó a cabo, una vez más,
una investigación a gran escala, examinando nuevas pistas
y recopilando declaraciones de testigos tanto en el Líbano
como en Libia. En enero de 1982 esta investigación confirmó
los resultados del primer juicio, con la conclusión de que el
informe de investigación libio era falso.
El poder judicial libanés
Por el decreto 3794 de fecha 4 de febrero de 1981, el
Gobierno libanés transfirió el caso de la desaparición del Imam
Sadr, considerado como un crimen contra la seguridad interna
del Estado, al Consejo Judicial (al Majlis al ‘adli). El Consejo
nombró al juez Tarabay Rahmeh juez instructor del caso. El 18
de noviembre de 1986 dictó sentencia, la cual incluía evidencias
y testimonios que confirmaban la desaparición del Imam Sadr
y sus dos acompañantes en territorio libio y que apuntaban a
que un cierto número de individuos se habían apropiado de
sus identidades y habían fabricado los indicios de su estancia
en Roma. La sentencia también confirmaba la competencia
del poder judicial libanés para resolver el caso y establecer una
investigación permanente que garantizase la identificación de
los autores, promotores y cómplices de los crímenes arriba
mencionados.
En mayo de 2001, los familiares de Imam Sadr, Sheij
Ya’cub y el señor Badreddin presentaron una petición a las
autoridades libanesas exigiendo que se tomasen todas las
medidas legales necesarias para activar el caso. También se
presentó una demanda civil ante el juez de instrucción de
Beirut, Hatem Madi, contra cualquier individuo al que la
investigación señalase como autor, promotor o cómplice de la
detención arbitraria del Imam y sus acompañantes.
El fiscal Addoum respondió a la solicitud del 22 de
mayo de 2001 declarando la vigencia de la decisión del Juez
Rahmeh y dirigiendo una carta rogatoria a todos los servicios
de seguridad para que llevasen a cabo las investigaciones
necesarias y tomasen las medidas pertinentes.
En julio de 2004, el hijo de Imam Sadr y las respectivas
esposas del Sheij Muhammad Ya’cub y del señor Abbas
Badreddin presentaron otra demanda a título personal ante
el fiscal del tribunal de casación, Adnan Addoum, contra el
Presidente Muammar Gadafi y otros 17 representantes libios.
Entre otros documentos, los demandantes añadieron a la
querella grabaciones de audio y video así como extractos de
la prensa oficial libia del día 1 de septiembre de 2002, que
informaban del discurso de Gadafi en el que reconocía de
forma pública la desaparición de Sadr y sus acompañantes en
Libia.
El 2 de agosto de 2004, el fiscal Addoum emitió una
resolución que ordenaba la reapertura del caso y exigía que
todas las personas involucradas fuesen interrogadas, incluido
el Presidente libio, Gadafi. Cuando el juez Taraby Rahmeh
rechazó el caso por “motivos personales”, el juez Suheil Ra’uf
Abdul Samad fue nombrado juez de instrucción en su lugar.
El 21 de octubre de 2004, el juez Abdul Samad fijó el inicio
de la investigación para el 16 de marzo de 2005, notificandolo
a las autoridades libias por medio del Ministerio de Asuntos
Exteriores libanés.
Desarrollo judicial en Italia y la reacción libanesa
En 2005, el poder judicial italiano volvió a abrir el caso de
forma repentina e inesperada, debido a una solicitud realizada
por las autoridades libias durante una visita del Primer Ministro
italiano a Libia. El modo en el que esto sucedió fue ciertamente
dudoso; ni los familiares de los desaparecidos, ni el Líbano,
ni Irán fueron informados de estos acontecimientos y lo que
es todavía más sospechoso, la declaración de Gadafi de que el
Imam y sus acompañantes habían desaparecido en Libia no fue
tomada en cuenta.
Lo único que hicieron las autoridades italianas fue tomar
declaración a un puñado de testigos, cuyos testimonios ya
habían sido refutados como falsos en el juicio italiano del 29 de
julio de 1982. Posteriormente, la juez de instrucción Simonetta
d’Alessandro emitió el veredicto de cerrar el caso al no existir
nuevas pistas desde la primera vez que se cerró el caso. Este
hecho dio lugar a confusión, sugiriendo de manera indirecta
que el Imam pudo haber desaparecido en suelo italiano.
Por este motivo, el Primer Ministro libanés, Fouad Siniora,
visitó a su homólogo italiano, Silvio Berlusconi, el 16 de
febrero de 2006, quien le aseguró que Italia realizaría todos
los esfuerzos necesarios para ayudar al Líbano a “descubrir
la verdad” acerca del secuestro del Imam Musa Sadr y sus
acompañantes. También sugirió que los ministros de justicia
de Italia y el Líbano se coordinasen para examinar las medidas
que podían ser tomadas. El Portavoz del Parlamento libanés,
Nabih Berri, también viajó brevemente a Italia para discutir
este asunto con varios representantes italianos.
Posteriormente, el Gobierno libanés nombró al juez militar
de instrucción, Samih Hajj, responsable de continuar con el
diálogo con las autoridades italianas acerca del caso. Samih Hajj
viajó a Roma en junio de 2006.
Acusación del poder judicial libanés a funcionarios
libios
En julio de 2006, tras la renuncia del juez Suheil Abdul
Samad por “motivos personales”, el Consejo Judicial nombró
al juez Samih Hajj, juez de instrucción del tribunal militar, para
que se hiciera cargo del caso. El motivo era que el secuestro
del Imam Musa Sadr y sus acompañantes, el Sheij Muhammad
Ya’cub y el señor Abbas Badreddin “ponía en peligro la
seguridad interna del Estado”.
El 5 de junio de 2007, el juez Samih Hajj estableció que el
interrogatorio de los 17 acusados libios sospechosos de haber
participado en el secuestro, la detención arbitraria y posterior
asesinato del Imam y sus acompañantes se llevaría a cabo el 2
de julio.
Teniendo en cuenta la imposibilidad de notificar a los
acusados en su lugar de residencia en Libia por medio de
canales diplomáticos y quedando registro de esto en los
documentos del Ministerio de Asuntos Exteriores, el juez Hajj
dio por informados a los acusados con las órdenes que fueron
colocadas en lo tablones en el interior de las instalaciones del
tribunal.
Los 17 acusados eran: Al Morghani Massud Al-Tumi
(Chofer de la oficina de protocolo), Ahmad Mohammad al
Khattab (Empleado de la secretaría del Congreso General
del Pueblo en Trípoli occidental), Al Hadi Ibrahim Mustafa
al Sa’dawi (Subdirector de Alitalia en el aeropuerto de Trípoli
encargado de la torre de control), Abdul Rahman Mohamad
Ghweyla (Teniente de policía en el departamento de migración
y pasaportes, Dirección General; trabajaba en el aeropuerto en
la sección de salidas), Mohammad Khalifa Sahyun Al Azizia (
Jefe del Departamento de Asuntos Políticos del Ministerio de
Asuntos Exteriores Libios en 1978), Ahmad Shahata (Director
del departamento de asuntos exteriores en la secretaría general
del Congreso General del Pueblo en 1978), Ahmad Mass’ud
Saleh Tarhun (Cabo en el departamento de migración y
pasaportes del aeropuerto de Trípoli entre el 2 de febrero de
1978 y el 24 de marzo de 19798, Dirección General), Mohamad
Ali al-Ruhaibi (Teniente coronel de la policía general libia),
Ibrahim Khalifa Omar (Teniente, servicio de seguridad del
aeropuerto). Issa Mass’ud Abdallah al Mansuri (Empleado en
la creación de proyectos eléctricos y actualmente en el servicio
militar), Ali Abdul Salam al Treyki (Primer Ministro Libio en
1978), Mahmud Mohamad bin Kura (Funcionario diplomático
en la embajada libia en el Líbano en 1978), Ahmad al-Atrash
(Secretario en la secretaría del Ministerio de Asuntos Exteriores
Libio en agosto de 1978), Mohamad Weld Dada (Embajador
mauritano en Libia en 1978).
El 3 de agosto de 2007, el juez Samih Hajj emitió seis órdenes
de detención in absentia en nombre de los representantes libios
y once órdenes de búsqueda e investigación para identificar a
once individuos antes de poder emitir una orden de arresto.
Estas órdenes fueron convertidas en órdenes de arresto
y búsqueda internacional por el Poder Judicial Libanés y,
conforme a los procedimientos necesarios, comunicadas a la
Interpol el 21 de agosto de 2007. Posteriormente, el juez Hajj
designó una comisión técnica para examinar el pasaporte del
Imam, que formaba parte del caso italiano y que fue entregado
a las autoridades libanesas.
Gadafi es imputado por el Poder Judicial Libanés
El juez Samih Hajj citó al líder libio Muammar Gadafi a
comparecer ante el tribunal libanés el 23 de abril del 2008 a
las 09:00, por motivos de “secuestro, detención arbitraria, robo
de identidad, falsificación y uso de documentación falsa”. La
citación de comparecencia también mencionaba que si Gadafi
no se presentaba ante el tribunal, sería juzgado in absentia,
conforme a los artículos 165 y 166 del Código penal.
Al finalizar la sesión, el juez Samih Hajj decidió cerrar la
investigación y transferir el caso al fiscal para que este emitiese
su veredicto. El 7 de agosto de 2008, el fiscal Said Mirza emitió
su veredicto y trasladó el caso al juez de instrucción del Consejo
Judicial, Samih Hajj, para que emitiese su veredicto.
La acusación formal por secuestro y detención arbitraria
del Imam Musa Sadr y sus acompañantes, el Sheij Muhammad
Ya’cub y el señor Abbas Badreddin, fue emitida el 21 de agosto
de 2008. El juez Hajj imputó a Gadafi y a 17 representantes
libios acusados de ser los promotores y cómplices del secuestro
del Imam Sadr y sus acompañantes.
Distintas posiciones
En agosto de 1978 y más adelante, en abril de 1980, el
Consejo Supremo Chií declaró oficialmente que consideraba
a Gadafi responsable personal de la desaparición del Imam
Sadr y sus compañeros de viaje. Esta posición fue reiterada
en febrero de 1982, después de que se diesen a conocer los
resultados de la segunda investigación judicial italiana.
El 11 de diciembre de 1979, por medio de Philistin al Saura,
el órgano central de la OLP también optó por considerar a
Gadafi responsable de este crimen.
El 30 de agosto de 2001, 23 años después de la desaparición
de Imam Sadr, Amnistía Internacional publicó un informe
titulado “Día del desaparecido: tiempo de decir toda la verdad”,
donde se mencionaba el caso de Imam Sadr así como el hecho
de que las afirmaciones realizadas por las autoridades libias
acerca de la partida del Imam y sus acompañantes hacia Italia
estaban “en conflicto con las investigaciones de las autoridades
italianas, las cuales fueron confirmadas por el juicio de un
tribunal italiano”.
El informe anual de Amnistía Internacional del 2002
menciona el caso en el artículo denominado “Libia”, mientras
que su informe del 2003 cita el extracto del discurso de
Muammar Gadafi en el que afirma que el Imam desapareció
durante su viaje por Libia.
El 30 de agosto de 2004, Australia, Líbano, Estados
Unidos e Irán lanzan, de forma simultánea, una campaña por
la verdad y el reconocimiento de la responsabilidad en el caso
de Imam Musa Sadr.
En mayo de 2008 el Parlamento iraní (Majles al Shura al
Islami) toma la decisión de proseguir con el caso del Imam Sadr
y sus acompañantes y publica un informe que considera que su
secuestro equivale a una violación de la seguridad nacional de
la República Islámica de Irán. El informe también establece
once medidas, que incluyen: llevar el caso ante organismos
internacionales y apoyar el proceso judicial en el Líbano;
crear una comisión para reunir información de los servicios
de seguridad de todo el mundo; asignar un presupuesto del
Parlamento para este proyecto y restringir la cooperación entre
Irán y Libia en todos los campos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario