Los Templos de Jerusalén en el Islam
Martin Kramer
El estatus político del Monte del Templo de Jerusalén es objeto de negociaciones sobre el estatus definitivo entre Israel y los palestinos. De acuerdo con los informes de la prensa, en un punto de las negociaciones de Camp David en julio de 2011, el negociador palestino Saeb Erekat pidió a su homólogo israelí: “¿Cómo sabe usted que su Templo Sagrado se encuentra allí?”. El artículo de la portada de la revista Jerusalén Report (11 de septiembre de 2000) coloca esto en el contexto de la creciente negación palestina sobre la existencia del Primer y Segundo Templo. “Es evidente que el Primer Templo es una ficción”, manifestó un arqueólogo palestino de la Universidad de Bir Zeit, citado. “El Segundo [Templo] también persiste en el terreno de la fantasía”.
Los arqueólogos tienen sus debates, y su lugar está en la Academia. (En ese ámbito, el relato bíblico del Primer Templo es disputado, mientras que la existencia del Segundo Templo, y su ubicación general en el Monte del Templo, se consideran un hecho bien atestiguado). Pero en la mesa de negociaciones, la santidad subjetiva de cualquier el sitio es una realidad concreta que debe ser respetada en sus propios términos. Esto es tanto más cierto en el caso de la existencia y ubicación del Primer y Segundo Templo: ambos han sido confirmados por exactamente las mismas fuentes islámicas que hacen al Haram al Sharif (incluyendo la Mezquita de al Aqsa y el Domo de la Roca) sagrados para el Islam.
(Los pasajes coránicos siguientes fueron tomadas de lo que es ampliamente considerado como la traducción [al inglés*] y el comentario suní más ortodoxo, preparado por Abdullah Yusuf Ali, revisado y corregido por cuatro comités encargados por el Rey Fahd de Arabia Saudita, y publicado en el Complejo de Impresión del Santo Corán del Rey Fahd en Medina, Arabia Saudita, por decreto real).
¿Existieron los templos?
El Corán se refiere a la existencia de los dos templos en el verso 17:7. En este pasaje, el Corán se ocupa del castigo de Dios a los hijos de Israel por sus transgresiones:
(Nosotros permitimos a vuestros enemigos) desfigurar vuestros rostros, y entrar a vuestro Templo, así como entraron antes, y destruir todo los que cayó en su poder. (I)
La palabra traducida como “Templo” por Abdullah Yusuf Ali (y por el influyente traductor Marmaduke Pickthall antes que él) es masjid. Esta palabra, que se traduce generalmente como mezquita, tiene el significado de santuario cuando aparece en un contexto pre-islámico. La exégesis musulmana habitual de este verso (incluida la de Abdullah Yusuf Ali) sostiene que se refiere a la destrucción de la Primero y Segundo Templo.
La tradición musulmana es especialmente persistente sobre la existencia del Primer Templo, construido por Salomón, que aparece en el Corán como un profeta y un parangón de la sabiduría. El verso 34:13 es una explicación de cómo Salomón convocó a los genios o jinn(espíritus) para construir el Templo:
Ellos trabajaron para él haciendo lo que él quería: arcos, estatuas, jofainas como aljibes y calderos fijos (en sus lugares). (II)
Los primeros musulmanes consideraban la construcción y la destrucción del Templo de Salomón como un importante acontecimiento histórico y religioso, y los relatos del Templo son ofrecidos por muchos de los primeros historiadores y geógrafos musulmanes (incluyendo a Ibn Qutayba, Ibn al Faqih, Mas’udi, Muhallabi, y Biruni). Cuentos fantásticos de la construcción del Templo de Salomón también aparecen en la Qisas al-anbiya’, el compendio de leyendas medievales musulmanas sobre los profetas preislámicos. Como el historiador Rashid Khalidi escribió en 1998 (aunque en una nota al pie de página), mientras que no hay “evidencia científica” de que existiera el Templo de Salomón, “todos los creyentes de todas de las religiones abrahámicas deben aceptar necesariamente que lo hizo”. (1) Esto es tanto para los musulmanes, como para los cristianos y los judíos.
La ubicación de los Templos
Esto es en cuanto a la existencia de los Templos. Pero, ¿qué hay de a su localización? La santidad islámica del Haram al-Sharif se basa en el verso 17:1:
Gloria a (Allah) Quien una noche hizo viajar a Su siervo desde la Mezquita Sagrada hasta la Mezquita más lejana. (III)
Esta es la prueba textual del Isra’, el segmento terrestre del Viaje Nocturno del profeta Mahoma: durante la noche, Mahoma fue transportado milagrosamente, ida y vuelta, desde “la Mezquita Sagrada” (al Masjid al Haram), es decir, la Kaaba (o sus proximidades) en la Meca- a “la Mezquita más lejana” (al Masjid al Aqsa). Más tarde, la tradición musulmana llegó a identificar “la Mezquita más lejana” con Jerusalén. Sin embargo, durante la vida de Mahoma, ninguna mezquita estuvo en Jerusalén; los musulmanes conquistaron la ciudad sólo varios años después de su muerte. El comentario de Abdullah Yusuf Ali en este verso resume la explicación tradicional: “la Mezquita más lejana”, escribe, “debe referirse al sitio del Templo de Salomón en Jerusalén, en el monte de Moriah”.
Cuando los musulmanes hicieron construir una mezquita en esta colina, la tradición musulmana sostiene que fue construido deliberadamente en el sitio confirmado de los santuarios anteriores. Según la tradición musulmana, cuando el califa Umar visitó Jerusalén tras su conquista, buscó el santuario de David o el sitio de oración (mihrab Dawud), que se menciona en el Corán (38:21). (Se creía que David había elegido el sitio sobre el que Salomón construyó). Cuando Umar se sintió satisfecho de que lo había localizado, ordenó erigir allí un lugar de oración (musalla). Esto se convirtió en la mezquita precursora a la posterior Mezquita de al Aqsa. Así comenzó la islamización del complejo que más tarde llegó a ser conocido como el Haram al Sharif. Se convirtió en la tradición del Islam que los musulmanes restauraron el sitio a su función anterior como un lugar de súplica venerada por todos los profetas, incluyendo a Abraham, David y Salomón.
Sari Nuseibeh, presidente de la Universidad Al Quds, ha hecho hincapié en este significado original del sitio para los musulmanes: la mezquita es el final y último de una serie de santuarios erigidos allí. “La mezquita era en sí misma una revivificación del antiguo templo judío”, escribe Nuseibeh, “una instanciación de la unidad con el mensaje de Abraham, una realización del nuevo templo anhelado y presagiado. ¿Por qué esto parece extraño cuando el propio Mahoma, según el Corán, era el profeta esperado y descripto en la ‘verdadera’ literatura judía?”.(2)
Ya sea que se lo llame Monte del Templo o al Haram al Sharif, este rincón de Jerusalén es la superposición física del judaísmo y el Islam. El versículo 17 del Corán, citado anteriormente, fue titulado Bani Isra’il, los hijos de Israel. El estado actual de Israel ha reconocido la santidad del lugar para los musulmanes de hoy en día, en interés de la paz. Para los musulmanes el cuestionamiento o incluso la negación de la existencia de los Templos, haciendo caso omiso a la tradición musulmana y al Corán, es poner en duda las mismas fuentes que sustentan sus propias demandas.
*) N. de T.
- I) (We permitted your enemies) to disfigure your faces, and to enter your Temple as they had entered it before, and to visit with destruction all that fell into their power.
- II) [They worked for him as he desired, (making) arches, images, basons as large as reservoirs, and (cooking) cauldrons fixed (in their places)]
III) Glory to (Allah) Who did take His servant for a Journey by night from the Sacred Mosque to the farthest Mosque
(1) Rashid Khalidi, “Transforming the Face of the Holy City: Political Messages in the Built Topography of Jerusalem”, ponencia presentada en la conferencia sobre “Perspectiva del paisaje en Palestina”, Universidad de Bir Zeit, 12-15 de noviembre, 1998, http://www.palestine-studies.org/ar/jq/fulltext/78217
(2) Sari Nuseibeh, “Islam’s Jerusalem,” http://www.passia.org/meetings/rsunit/religasp-Islam.htm
Fuente: Washington Institute for Near East Policy
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