La policía alemana busca a un ciudadano tunecino tras hallar documentos de identidad bajo el asiento del camión que el pasado lunes se empotró contra un mercadillo navideño en Berlín. Este atentado, similar al perpetrado en la ciudad francesa de Niza el pasado 14 de julio, dejó doce muertos y medio centenar de heridos.
Aunque en un principio se detuvo a un refugiado paquistaní como principal sospechoso del crimen, la policía lo liberó horas después tras reconocer que no tenía nada que ver con lo ocurrido.
El ministro alemán de Interior, Thomas de Maiziere, se justificaba ante la prensa:
- “Muchos indicios apuntan a que esta persona no es el sospechoso y no está implicada en los hechos. Desde el principio, tanto la policía de Berlín como la policía criminal federal no han seguido una única línea de investigación, sino varias. En todo caso, no se puede excluir la posibilidad de que el autor del crimen siga en libertad”
- “El autor está todavía armado y puede causar más daño”, ha declarado un responsable policial al diario Die Welt. El grupo Estado Islámico ha reivindicado el ataque en un comunicado en el que lo atribuye a uno de los “soldados del Califato”. Del medio centenar de heridos, 14 están graves.
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