jueves, 2 de febrero de 2017

Queremos que los partidos ya no sean negocios: Kumamoto

El legislador local expuso las razones por las propuso una iniciativa llamativa que intenta reestructurar radicalmente el financiamiento de los partidos políticos
CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota)‑ La propuesta legislativa busca que los partidos políticos no sean un negocio familiar o de unos cuantos y que los recursos públicos que reciben sean entregados en proporción del número de votantes de la última elección, explicó el diputado independiente de Jalisco, Pedro Kumamoto.

En entrevista con La Silla Rota, el legislador local expuso las razones por las propuso una iniciativa llamativa que intenta reestructurar radicalmente el financiamiento de los partidos políticos mexicanos.

La propuesta legislativa, la cual será presentada este jueves en el Congreso de la Unión, propone una nueva mecánica para la distribución del ingreso público a los partidos a partir de calcular el número de personas que votaron en la última elección, es decir, premiar con más dinero al instituto político que consiguió más sufragios y castigar a los que no logró.

Actualmente, el monto de los recursos públicos que reciben los partidos políticos se calculan multiplicando el 65 por ciento del salario mínimo por el número de inscritos en el padrón electoral, compuesto por 83 millones de ciudadanos.

En ese sentido, el dinero público que reciben los partidos se da del total de padrón electoral, hayan o no ido a votar, incluso si el voto fue anulado al momento de las votaciones.

La propuesta del legislador independiente jalisciense, que tiene como lema #SinVotoNoHayDinero es cambiar el cálculo de dinero público que se reparte utilizando el número de votantes de la última elección en lugar del total de empadronados.


¿Por qué es importante reestructurar el financiamiento público a los partidos políticos y a cuánto ascendería el monto de ese ahorro?
Esencialmente, porque hoy los partidos no tienen absolutamente algún tipo de incentivo, premio o castigo por hacer bien o mal las cosas.
¿A qué me refiero con esto? Si todas las personas que están en el padrón electoral, que son más de 85 millones, fueran a votar o solamente fueran a votar las mamás de los candidatos, recibirían exactamente la misma cantidad de financiamiento.
(Actualmente el financiamiento) está vinculado con la gente que tiene su credencial para votar y no a las personas que sí van a votar a las urnas. Por ello, es importante repensarlo, para poder tener --no solamente reestructurado el financiamiento-- sino para tener partidos representativos.
Partidos que sí funciones, que sí sean atractivos para la población. La lógica no sólo es bajarles a los recursos, sino construir oportunidades para que los partidos puedan ser mejores.


¿Su propuesta beneficia o debilita el sistema de partidos políticos?
Nuestra propuesta beneficia al sistema de partido en sentido distinto. Es decir, no queremos tener partidos que parezcan negocios, sino partidos políticos que sí sean representativos, que sí sean austeros, que sí sean abiertos. Eso es lo que buscamos.


¿Por qué usó esta modalidad de reestructuración y no otras como reducir el porcentaje del salario mínimo con el que se multiplica el número de inscritos en el padrón electoral?
Si no vinculamos directamente la participación a lo que reciben los partidos políticos, entonces no funcionará esta iniciativa. Se podría pensar en bajar lo que se multiplica, es decir, el salario mínimo, pero estamos convencidos que lo importante no es solamente reducir la cantidad de recursos que reciben los institutos políticos, sino que pueda existir un mecanismo de evaluación.


El ex presidente del IFE y actualmente director de Integralia, Luis Carlos Ugalde, sostiene que bajarlo de 65 a un 40 por ciento se ahorrarían más de mil 500 millones de pesos ¿qué opina?
Insisto, creo que no se trata solamente de reducir la cantidad de recursos que reciben los partidos políticos, sino que lo que se busca es que se impulse el crecimiento de la democracia y participen muchas más personas en las elecciones y que cambie la lógica que hoy existe y que es el 50 por ciento de la población no va a votar y de ese, el 10 por ciento que sí fue, anuló su voto.
Esto, (la iniciativa), debe de darnos luces de que algo está mal. Sostenemos que el voto de castigo o el nulo les quitaría dinero a los partidos políticos.


El mismo Luis Carlos Ugalde explica que su propuesta, la de usar el número de votantes de la última elección en lugar del total de empadronados es interesante, pero también tiene un riesgo: los movimientos anti-partidos, quienes pueden usar este método para el abstencionismo e iniciar un círculo vicioso que debilite al sistema de partidos ¿cuál es su opinión a esta idea?
Creo no podemos pensar que esa pueda ser la lógica, porque, de entrada –y eso es muy importante—una inmensa cantidad de países tienen este tipo de votaciones o este tipo de sistema de asignación de recursos y no ha sucedido en ninguno de los casos que el abstencionismo crezca y acabe con los partidos políticos.


Si pudiera enumerar las ventajas de su iniciativa ¿Para qué servirá y cómo funcionaría?
Creo que lo que podría suceder es que empezarían a mejor los partidos, afín de incentivar que la gente sí asista a las votaciones; creo que dejarían de existir las guerras sucias y abrí más aperturas respecto a sus plataformas ideológicas.
Se necesita construir partidos políticos de a deberás que nos vuelva a enamorar de la democracia


¿Cuáles serían los tiempos legislativos para que esta iniciativa sea aprobada y de ser avalada, cuándo empezaría a funcionar?
Probablemente se turnará en este mes a la Comisión de Puntos Constitucionales; seguramente tendrá su discusión y dictaminación entre febrero y marzo, y si queremos que esto salga para este año, tendría que estar siendo aprobada antes de concluya el actual periodo ordinario de sesiones, para que pueda ser utilizada en la próxima elección federal.

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