miércoles, 1 de marzo de 2017

Detrás de la Razón – Terrorismo y fuego de Arabia Saudí y Estados Unidos sobre los olvidados

Por más que quieren no pueden, por más que invierten, tampoco, por más que sueñan, menos, este es hasta ahora el destino de Arabia Saudí en su intento por apoderarse.
Los analistas del mundo se preguntan una y otra vez, ¿cómo es posible que el país más rico de Oriente Medio, uno de los más ricos del mundo, ataque con la mejor tecnología, con toneladas de bombas, y con toda la saña, durante ya dos años, y no pueda vencer a un movimiento popular del país más pobre de Oriente Medio, y uno de los más pobres del mundo?
Preciso, el más rico y poderoso: Arabia Saudí; y el que resiste: el Movimiento Popular Ansarolá de Yemen. Arabia Saudí interesada en controlar al pueblo de Yemen, ha apoyado a las fuerzas leales del expresidente yemení, más bien prófugo, Abdu Rabu Mansur Hadi, y así encabezado una cruenta lucha contra todo lo que se resista a lo que dice la monarquía desde Riad o a las órdenes que quiso poner un gobierno entreguista y de muchas caras.
Así, medio país está capturado por ese bando mientras los populares resisten. Arabia Saudí además cuenta con el apoyo de Estados Unidos, el Reino Unido, régimen de Israel y países árabes del Golfo Pérsico que se le han unido para devastar vía aérea Yemen.
Así, Arabia Saudí en 23 meses ha dejado 2568 niños muertos, 1870 mujeres asesinadas, y 7603 hombres fallecidos, todos ellos yemeníes, pero inocentes porque eran civiles, no armados, población común, en total 12041 muertos. Cifras de ICRD.
Si los muertos son muchos, los heridos lo doble: 20 001. Además la destrucción es inconcebible: Mezquitas, escuelas e institutos, centros de salud, instalaciones turísticas, sitios arqueológicos, instalaciones deportivas, universidades, medios de comunicación, oficinas de Gobierno, aeropuertos, puertos, estaciones eléctricas, tanques de agua, estaciones de comunicación, mercados y centros comerciales, fábricas, casas, comercios, puentes y carreteras, vehículos de transporte, campos de cultivo, tiendas de alimentos, contenedores de comida, gasolineras, cisternas de combustible, granjas avícolas, en total 32 000 de estos bienes, reducidos a cenizas.
¿Así, o peor podría estar la radiografía de la destrucción en Yemen? Pues sí, sí está peor. A esto hay que aumentar el embargo que Arabia Saudí ha hecho. Realiza un cerco por mar y tierra para no dejar acercar barcos con ayuda o comercio para proveer alimento y medicinas a Yemen. La población se está muriendo de hambre y de enfermedades.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) viene alertando de hambruna y crisis humanitaria desde hace meses ante una ONU misma cruzada de brazos ante el poder económico de los saudíes. ¿Cómo entonces ha resistido el movimiento popular de Yemen ante tantas bombas de la Fuerza Aérea de Arabia Saudí?
Pues quizá en el nombre del movimiento esté la respuesta, lo popular, el pueblo, que está unido en ideología contra la opresión añeja que venía aquejando al país. Para acabar el reporte, el primer operativo de Trump en Yemen, mató a civiles. La Casa Blanca dijo que era contra el grupo terrorista Al-Qaeda pero terminó también con inocentes.
A los 5 días de estrenar su mandato, el magnate se reunió con el “perro rabioso” así se le conoce a su secretario de Defensa, James Mattis, y su consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn que después despidiera por mentiroso, y también con el vicepresidente Mike Pence, y entre ellos decidieron aplicar lo que estaba planeando Barack Obama.
La misión fue realizada por las fuerzas de élite del Comando Conjunto de Operaciones Especiales. Su objetivo era recopilar datos de ataques terroristas en todo el mundo. Dicen haber eliminado a terroristas, pero luego los médicos que llegaron al lugar encontraron entre los 30 muertos 10 mujeres y también niños. Este es Yemen, un mundo alejado al que conocemos y en el que nadie quisiera estar, el problema es que ahí viven seres humanos iguales a nosotros, por eso lo tenemos que denunciar.
En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres y Madrid, siete de la tarde, México a las 12 y Colombia, una de la tarde.
Nos acompañan, desde el estudio de Madrid el miembro de la Escuela Superior de Estudios de París Gilbert Rigau y, desde Cádiz, el analista internacional Juan Luis González Pérez.

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