Cómo es Nangarhar, el refugio terrorista en Afganistán que fue bombardeado por EEUU
Yihadistas de ISIS se han asentado en esta provincia fronteriza con Pakistán, que, en el pasado, sirvió como escondite para Osama bin Laden tras el ataque del 11-S. Estados Unidos lanzó allí “la madre de todas las bombas” para destruir túneles de terroristas que amenazaban a sus tropas en el terreno
Nangarhar, en el este de Afganistán, es la remota región en la que los yihadistas del ISIS se han asentado para ampliar su presencia en la que llaman provincia de Jorasán (parte de su autodeclarado califato).
Esa zona es el paso que conecta por tierra Kabul con Peshawar (Pakistán) y alberga la famosa zona montañosa de Tora Bora, donde el fallecido líder de Al Qaeda Osama bin Laden se ocultó, aprovechando un sistema de cuevas, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.
Según indicó el general John W. Nicholson, comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, "la madre de todas las bombas" que se lanzó allí este jueves es "la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el impulso de nuestra ofensiva" contra las fuerzas de los grupos terroristas Estado Islámico y Khorasán (vinculado a Al Qaeda) en la zona.
"El bombardeo estaba diseñado para minimizar el riesgo para las fuerzas afganas y estadounidenses que realizan operaciones de sobre el terreno en ese área, al tiempo que se maximiza la destrucción de combatientes e instalaciones del grupo terrorista Khorasán", explicó el Pentágono en un comunicado.
Estados Unidos ha realizado operaciones antiterroristas en esa zona; en una de las últimas, el 8 de abril, falleció un miembro de las fuerzas especiales en combate cara a cara con los yihadistas.
El uso de la "Madre de todas las bombas", que está guiada por un sistema de posicionamiento satélite, pero no tiene propulsión, indicaría que la zona estaba ampliamente ocupada por operativos e instalaciones del ISIS, sin evidente presencia de civiles.
El Pentágono aseguró este jueves que "se tomaron las precauciones para evitar víctimas civiles", pese a que el proyectil no es considerado de precisión.
El Pentágono analizará ahora la zona del impacto con drones e imágenes satélite para determinar el éxito y alcance de la misión, que supone una escalada táctica en lo que hasta ahora habían sido bombardeos puntuales contra líderes yihadistas y operaciones antiterroristas sobre el terreno.
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