Musulmanes unidos e islamofobia
Los musulmanes necesitan estar unidos para combatir la islamofobia
28/04/2017 - Autor: Ángel Álvarez Hernández - Fuente: Webislam
La lucha contra la islamofobia es un compromiso de todos, donde los musulmanes deben ser la vanguardia.
El Observatorio Andalusí contra la Islamofobia y la Plataforma Ciudadana Contra la Islamofobia, han sacado sendos informes que indican un alarmante incremento del odio contra los musulmanes en España. Algo que se ha visto refrendado en las denuncias interpuestas por Musulmanes contra la Islamofobia y en los twitter que he logrado cerrar.
Los musulmanes necesitan estar unidos para combatir la islamofobia. La lucha contra esta lacra que se expande a través de internet y de los medios de comunicación no se puede realizar desde Plataformas o Asociaciones aisladas, por muy buena voluntad que tengan sus integrantes. La Comisión Islámica de España debería ser la primera en apoyar una estrategia en común, que llegue a toda la sociedad.
La Comisión Islámica de España debería estar presente en cada caso penal de islamofobia que se produzca y, llegado el caso, personarse junto a las víctimas o dotar de medios suficientes a las Asociaciones Musulmanas para que puedan defender a la sociedad y a los musulmanes de aquellos que quieren romper la paz social, reproduciendo un discurso de odio, lleno de prejuicios, mentiras y manipulaciones.
Quienes siembran el odio deberían saber que tarde o temprano tendrán que enfrentarse en los juzgados con la ley que ha vulnerado y pagar por sus delitos.
Muchas personas han sufrido la islamofobia, y no han tenido el paraguas de las asociaciones ni de la Comisión Islámica de España para protegerse de los ataques que han sufrido. Ningún musulmán debería estar solo frente a los grupos organizados de odio y los fanáticos que les siguen como zombis. Denunciar la islamofobia debería ser una de las tareas primordiales de la Comisión Islámica de España.
A veces los héroes son mujeres pequeñas, con gafas y un pañuelo en la cabeza, que van recorriendo España denunciando la criminalización de los musulmanes. Amparo Sanchez ha dejado muchas veces de lado a su familia y su trabajo para defender a los musulmanes aunque muchos no la conozcan y otros las critiquen sin conocerla. Es una mujer sin grandes estudios, con un corazón de oro, que no va de intelectual. Ha demostrado ser constante, coherente y humilde. Pocas personas han firmado denuncias contra organizaciones de odio. Su imagen trasmite ternura, pero demasiadas veces ha estado sola. Los musulmanes, no pueden estar solos frente a los que siembran odio. Deben estar unidos.
Algunos islamófobos se sientan en el Congreso de los Diputados, otros escriben en periódicos amarillentos y algunos vomitan odio en las radios y en las televisiones.
Contra ellos la Plataforma Cívica contra la Islamofobia, el Observatorio Andalusi contra la Islamofobia y Musulmanes contra la Islamofobia, deben actuar unidos. Los islamófobos deben ver que los musulmanes están unidos, porque de ahí nace su fuerza. No debe haber impunidad para los islamófobos que vulneran el Código Penal.
La imagen de una mujer musulmana pateada, o la de un joven con la cabeza abierta por el odio de unos pocos, no puede salir gratis a sus agresores y la asociaciones deben estar junto a las víctimas y tener medios económicos suficientes para perseguir a los islamófobos en las redes sociales, en las calles y allí donde aparezcan con su odio.
En el islam no hay diferencias por el color de piel, ni el origen naciónal. Todos los musulmanes son una Ummah. La Ummah es la union de toda la comunidad musulmana organizada política, social, cultural y económicamente, en pos de unos mismos objetivos.
Aquellas personas que sueñan con vivir de las subvenciones o crean pequeños Reinos de Taifas, y enfrentan a unos musulmanes contra otros, están haciendo el juego a los que desean ver divididos a los musulmanes. La lucha contra la islamofobia es un compromiso de todos, donde los musulmanes deben ser la vanguardia. Los musulmanes no necesitan el paternalismo, su poder reside en la riqueza de su fe y su contra-narrativa contra aquellos que siembran odio.
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