sábado, 2 de septiembre de 2017

EEUU bloquea el repliegue pactado de un convoy del Estado Islámico en Siria

Autobuses llenos de miembros del Estado Islámico se dirigen hacia la provincia de Deir Ezzor. En primer plano, tropas del ejército sirio. LOUAI BESHARAAFP
Bombardea un convoy de miembros del IS y sus familias para evitar que alcance Deir Ezzor, tras acordar su salida de la frontera libanesa
Aviones estadounidenses bombardearon el miércoles pasado un convoy de miembros del Estado Islámico (IS) para evitar que alcanzara la provincia oriental de Deir Ezzor. Los milicianos y sus familiares, ahora bloqueados, habían salido a principios de semana de una región fronteriza sirio libanesa, como contrapartida de un pacto firmado con fuerzas locales para acabar con la presencia del IS en ese área. Aunque varias fuentes aseguran que medidas similares se han tomado en el pasado, EEUU e Irak vocearon esta vez su desacuerdo.
"Realizamos una serie de bombardeos aéreos para perforar la carretera, y destruimos un pequeño puente para evitar que el convoy se desplazara más al este", dijo el portavoz de la Coalición anti IS Ryan Dillon, según el New York Times. "El convoy de buses y ambulancias no fue golpeado, sino que lo fueron vehículos concretos claramente identificados como IS", añadió, para despejar las acusaciones constantes de dañar a civiles. Al respecto, Dillon aclaró que "si podemos atacar al IS donde podamos no dañar civiles, lo haremos".
No está claro dónde exactamente los cazas de EEUU castigaron al IS, aunque se cree que fue parcialmente en territorio gubernamental, en la vasta zona desértica extendida entre la localidad de Hamamiya y la ciudad oriental de destino, Al Bukamal. Hacia allí se desplazaban, según Hezbolá, uno de los forjadores del acuerdo, 26 heridos, 308 milicianos y 331 civiles. El convoy lo formaban 12 ambulancias y 17 buses, algunos luciendo, impreso, el letrero sardónico 'Happy Journeys' (viajes felices).
La decisión de dar paso al convoy desde la región libanesa de Arsal - a cambio de entregar los cuerpos de varios soldados y milicianos libaneses e iraníes, desaparecidos y ejecutados anteriormente -, tras una ofensiva en pinza entre el ejército libanés, Hezbolá y el ejército sirio, ha sido polémica. El primer ministro iraquí, Haidar Abadi, criticó al país vecino alegando que "en Irak, nosotros combatimos a los terroristas [...] No los enviamos a Siria, sino que los matamos en Irak".
"El ISIS es una amenaza global; relocalizar a los terroristas de un sitio a otro para que algún otro deba lidiar con ellos no es una solución perdurable. Esto es una prueba más de por qué la acción de la Coalición es necesaria para derrotar al ISIS en Siria", ha sentenciado un comunicado de la alianza internacional contra el IS, usando otras siglas para referirse al grupo armado. El mensaje critica a Hezbolá, Siria y Rusia, y es cuidadoso al descartar cualquier vínculo del ejército libanés en el acuerdo, ya que EEUU lo respalda.
Justo en la mezquita de uno de los pueblos de los que se ha retirado el IS durante la última ofensiva, Qarat, a cien kilómetros de Damasco, el presidente sirio, Bashar Asad, ha realizado la plegaria de la festividad musulmana del Eid al Adha. El acto ha contado con una importante carga propagandística, destinada a reforzar la figura de un líder sirio que cada día se ve más seguro en el cargo a medida que la oposición pierde el favor de sus tradicionales patronos.

Una retirada pactada con pocos precedentes

El acuerdo de repliegue, que acaba con el IS en esa frontera porosa, es controvertido porque ha sido la primera vez que se ha reconocido oficialmente un pacto de retirada con los yihadistas. Sin embargo, a lo largo del conflicto se han rumoreado casos parecidos que los implicados han desmentido. Uno de los últimos ocurrió el pasado mayo, durante la toma de la presa de Tabqa por parte de milicianos kurdos apoyados por EEUU. La milicia siempre negó que el IS se hubiese retirado tras pactar, como otras fuentes afirmaron.
Por su parte, los leales a Bashar Asad ejecutan a menudo un plan de asedio draconiano-pacto-expulsión que les permite recuperar un territorio expulsando a los ocupantes indeseados. Estos suelen ser milicianos opositores y otros miembros de la comunidad hostiles, bien sea por su etnia, ideología política o religión. Esta práctica, a veces llamada "evacuación", ha contado a menudo con el apoyo de la ONU y ha recibido fuertes críticas desde sectores opositores, que las consideran parte de un reordenamiento demográfico.
El repliegue de la montañosa región fronteriza sirio libanesa ha servido para asestar otro duro golpe a un Estado Islámico en constante retirada gracias a las ofensivas de las numerosas fuerzas que operan en el país. El IS pierde terreno cada día en Raqqa, la mayor ciudad que les queda en el norte de Siria, frente a una alianza llamada SDF, mayormente compuesta por kurdos. Más de la mitad de la urbe está fuera de control yihadista, que se defiende usando a civiles de escudos humanos y llenando de minas el entramado urbano.
Riyan Diyon ha confirmado al New York Times una denuncia de sabotaje contra las SDF por parte de milicianos apoyados por Turquía. Según ha explicado al rotativo, una de sus unidades recibió fuego por parte de estos milicianos el pasado 21 de mayo en la localidad norteña de Manbiy. Los norteamericanos respondieron "con menos de cien rondas". Diyon ha advertido de que, durante las escaramuzas, la unidad móvil de EEUU mostraba claramente la bandera nacional y fue atacada deliberadamente.
El Gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha respaldado a grupos opositores de todo pelaje en Siria, incluidos aquellos vinculados a Al Qaeda, según numerosas informaciones han revelado a lo largo del tiempo. Uno de sus objetivos en Siria es evitar que los kurdos consoliden territorio y dominio político en una franja del norte. Para ello, mantiene un diálogo con Rusia e Irán orientado hacia la reducción del conflicto sirio, que ha entrado en su séptimo año.

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