lunes, 30 de octubre de 2017

EL ARRESTO DE MANAFORT PRENDE LAS ALERTAS EN LA CASA BLANCA

Los cargos en contra de tres miembros del equipo de campaña de Trump reflejan la gravedad de la investigación por la interferencia rusa en las elecciones de 2016.
Sin coartada  Las noticias de los cargos contra Paul Manafort complicarán el argumento de la Casa Blanca de que el drama ruso no es más que un complot demócrata.  (Foto: Reuters/Carlo Allegri)
Stephen Collinson
WASHINGTON (CNN) -
El arresto del exdirector de campaña del presidente Donald Trump, Paul Manafort, y el exfuncionario de campaña Rick Gates llenó a la Casa Blanca con una grave realidad política.
Al tomar a una o más personas en custodia, una posibilidad reportada por primera vez por CNN el viernes pasado, el consejero especial del Departamento de Justicia, Robert Mueller, marca el inicio de un momento peligroso para la Casa Blanca, reflejando la gravedad de la investigación por la interferencia rusa en las elecciones de 2016 y la supuesta colusión de los asociados de Trump.
El consejo especial anunció que Manafort y Gates han sido acusados por un gran jurado federal. La acusación de 12 cargos es por “conspirar en contra de Estados Unidos, conspiración por lavado de dinero, agente extranjero no registrado, declaraciones FARA falsas y engañosas, falsas declaraciones y siete cargos de fallo en ingresar reportes de cuentas en bancos extranjeros".
La decisión de Mueller de examinar las relaciones comerciales de Manafort con Rusia y los posibles acuerdos fiscales ofrecen una señal sobre cómo interpreta su entendimiento de la naturaleza de su mandato, que podría tener implicaciones sobre cómo procede en sus investigaciones hacia otros en el círculo de Trump.
Tan solo la idea de que alguien que alguna vez fue cercano a Trump ha sido acusado con un crimen federal, incluso si no está relacionado con la campaña de 2016, trae problemas políticos propios.
Trump y su equipo niegan cualquier mala conducta y hasta ahora no hay evidencia por parte de la investigación de Mueller o de varias investigaciones del congreso que prueben vínculos con los rusos.
Como mínimo, las noticias de los cargos complicarán el argumento de la Casa Blanca de que el drama ruso no es más que un complot demócrata surgido de la desesperación por la sorprendente derrota de Hillary Clinton en noviembre pasado y una distracción para el esfuerzo de la reforma fiscal republicana de esta semana,

PRIMER PASO

Más significativamente, los cargos podrían ser el primer paso en una serie de acciones del consejo especial que tocan el corazón del círculo interno político y familiar de Trump, y podrían incluso poner en riesgo su presidencia.
Pero las repercusiones políticas inmediatas de lo que sea que se desarrolle en los próximos días depende de quién sea el siguiente objetivo de Mueller, su proximidad con Trump, y cómo reaccione el presidente a este límite en ser cruzado.
"Los demócratas están usando esta terrible (y mala) cacería de brujas de políticos malvados, pero los Rs… ahora luchan en contra como nunca antes”, tuiteó Trump el domingo. “Hay tanta CULPA de los demócratas/Clinton y ahora los hechos están saliendo. ¡HAGAN ALGO!”.
El consejo especial ha tomado varias líneas de investigación, incluyendo las relaciones de negocios de Manafort, afirma que miembros del equipo de campaña del presidente, tales como el exasesor de seguridad nacional Michael Flynn, infringió en sus supuestos contactos con funcionarios rusos y si el despido del director del FBI James Comey por parte del presidente representó obstrucción de la justicia.

¿ENVIANDO UN MENSAJE A MUELLER?

El desahogo de Trump del domingo hizo surgir una pregunta importante que podría ser respondida esta semana: ¿Trump será capaz de dirigir su enojo en un modo en el que no profundice su riesgo legal y político o moleste al consejo especial?
En varias ocasiones a lo largo del episodio ruso, la conducta de Trump ha parecido exponerlo a mayores riesgos, por ejemplo, sobre el despido de Comey que derivó en el nombramiento de Mueller. La vulnerabilidad política del presidente se está intensificando, una encuesta de NBC/Wall Street Journal de este domingo puso su tasa de aprobación en 38%, el punto más bajo de su presidencia.
Ty Cobb, el principal consejero del presidente, buscó aclarar que el desahogo de Trump de este domingo en Twitter no era una manera de antagonizar a Mueller.
"Contrario a lo que muchos han sugerido, los comentarios del presidente de hoy no están relacionados con las actividades del consejo especial, con quien continúa cooperando”, dijo Cobb a Jeff Zeleny de CNN.
Pero dado el momento de la respuesta en Twitter en un fin de semana dominado por el reportaje de CNN de próximos arrestos, la explicación de Cobb fue cuestionada.
El enojo del presidente pareció representar un intento claro de formar el campo de batalla político después de una semana en que la Casa Blanca y sus aliados buscaron enlodar la narrativa sobre la investigación rusa.
Aún hay una especulación desenfrenada en Washington de que Trump podría buscar destituir a Mueller, una decisión que podría derivar en una crisis constitucional y pondría a los líderes republicanos en el Congreso en una peligrosa postura política.
El consejo editorial de The Wall Street Journal y algunos columnistas conservadores están pidiendo la renuncia de Mueller, diciendo que su historial con el FBI hace imposible que investigue justamente el papel del buró en el drama ruso.
Si los primeros cargos de enfocan lejos del presidente, tales como acuerdos comerciales que no se relacionan con Trump, él también podría usar el momento para declarar la victoria y cerrar una investigación que no pudo encontrar colusión entre Rusia y la campaña presidencial.

IMPACTO SOBRE LA AGENDA

Las señales de que Mueller está avanzando también podrían ahondar las divisiones dentro del partido republicano, después de que varios senadores acusaran a Trump de degradar a la nación en un momento en que la unidad es esencial para impulsar la reforma fiscal.
Las preguntas sobre la investigación probablemente también sigan a Trump en el viaje al extranjero más importante de su presidencia hasta ahora cuando viaje a Asia más tarde esta semana con el enfrentamiento nuclear con Corea del Norte a punto de hervir.
Preet Bharara, ex fiscal de EU para distrito del sur de Nueva York dijo el domingo que la reacción de Trump el lunes al drama será crucial.
"Observaría un par de cosas, primero, si Donald Trump reacciona y habla de modo que podría ser usado en su contra en el futuro, porque Bob Mueller lo haría”, dijo Bharara en State of the Union de CNN.

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