Con los años, he llegado a creer que cada uno de nosotros es adicto a algo (o a varias cosas) de una forma u otra. Esta adicción puede ser positiva o negativa, puede ser peligrosa o completamente segura, pero sigue siendo una adicción. Defino adicción como un sentimiento compulsivo que te lleva hacia una cosa o actividad, y que si la detienes de algún modo, comenzarás a sentir algún tipo de síntomas de abstinencia. Cuando pensamos en adicciones, normalmente pensamos en adictos a las drogas, el alcohol o la pornografía. Pero hay otras formas de adicción que parecen “inofensivas”, como la adicción al Facebook/Twitter/Blackberry, la adicción al trabajo, la adicción a dormir, etc. ¿Puedes darle vuelta a las adicciones? Mi pregunta hoy día es: ya que la adicción es una fuerza tan poderosa que en ocasiones es difícil de resistir, ¿podemos aprovechar esa propensión a ser adictos y hacernos adictos a cosas positivas? ¿Podemos, por ejemplo, volvernos adictos al Salah? ¿O al Corán? ¿O a dar caridad? ¿O a realizar el Hayy o la Umrah? ¿O incluso volvernos adictos a hacer algo positivo en la comunidad o a aquello en lo que creemos apasionadamente? ¿Por qué eres adicto? Para entender cómo podemos volvernos adictos a esas actividades positivas, necesitamos entender por qué nos volvemos adictos en primer lugar: Hay dos desencadenantes de la adicción: 1) Nos conduce hacia el placer. Y/O 2) Nos aleja del dolor y nos hace olvidar los problemas de nuestra vida. Una gran cantidad de sustancias poderosamente adictivas tiene ambos desencadenantes en ellas; por ejemplo, el alcohol y las drogas brindan placer a quienes los usan Y nubla su realidad ayudándoles a olvidar sus problemas. ¡Hazte adicto a hábitos positivos! Así que, con esto en mente, ahora podemos responder mejor la pregunta planteada antes, ¿cómo podemos volvernos adictos a hábitos poderosamente positivos? 1. Tenemos que obtener un gran sentimiento de placer de ellos; vamos a tomar la lectura del Corán, por ejemplo. Si quieres volverte “adicto” a leer el Corán –y por adicto quiero decir que se convierta en un hábito que te encante hacer todo el tiempo y que de hecho podrías tener síntomas de abstinencia si no lo lees durante unos pocos días–, entonces tienes que entender el Corán, apreciar el Corán, amar el Corán y realmente disfrutar recitándolo, para sí obtener un placer inmenso de ese hábito. ‘Uzman ibn Affan, que Al-lah esté complacido con él, dijo una vez: “Si nuestros corazones fueran puros, nunca nos cansaríamos de leer el Corán”. 2. El hábito positivo necesita ser capaz de alejarte del dolor; tomemos otro ejemplo, el Salah. Si cada vez que te enfrentas con una aflicción o un problema, o incluso con un poco de tensión, haces Salah, ¿no te harás adicto al Salah y amarás el Salah? El Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, solía decir: “¡Oh, Bilal!, consuélanos con ella (es decir, el Salah)”. No solo se desvanecerán tus problemas con el poder de un Salah sincero, sino que ganarás recompensa de Al-lah y te sentirás mucho mejor después. 3. La adicción no aparece de la noche a la mañana, se construye con el tiempo. Este es un punto importante, si te fijas en cualquier “adicción” que tengas, por ejemplo comprobar continuamente el correo o el Facebook, es algo que no te surgió de repente, sino que gradualmente desarrollaste esa adicción y luego no pudiste dejarla. Así que ten en cuenta que cualquier adicción positiva que quieras desarrollar necesita tiempo, tienes que construir constantemente ese hábito en tu vida y pronto se convertirá en una adicción positiva que vas a disfrutar, in sha Al-lah. Quiero que le des hoy un buen vistazo a tu vida y te preguntes, ¿a qué eres realmente adicto? ¿Cuáles son las cosas que no puedes dejar de hacer, o que te hace sentir deprimido, triste o frustrado si dejas de hacerlas? Si esas adicciones son buenas o positivas, genial, mantenlas y aprovéchalas. Si son adicciones malas o negativas, procura reemplazarlas con otras que sean positivas y trabaja para alejarte gradualmente de las adicciones negativas hasta que desaparezcan de tu vida, in sha Al-lah.
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