miércoles, 29 de noviembre de 2017

Norcorea lanza otro misil; la vía diplomática sigue abierta: Tillerson
Wall Street celebra con ganancias récord el avance de la reforma para reducir impuestos a los ricos
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Para abordar asuntos legislativos, el presidente Donald Trump citó ayer en la Casa Blanca a los dirigentes de ambos partidos en el Congreso. Sin embargo, el mandatario apareció con los asientos vacíos destinados a los demócratas Chuck Schumer, líder del Senado, y Nancy Pelosi, de la Cámara de Representantes, quienes decidieron no asistir. Poco antes, el mandatario había publicado en Twitter que ambos quieren que inmigrantes ilegales inunden nuestro país, son débiles ante el crimen y quieren incrementar sustancialmente los impuestos, y agregó que no vislumbraba poder llegar a un acuerdo con ellosFoto Ap
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de noviembre de 2017, p. 25
Nueva York.
Casi como un favor, el régimen norcoreano lanzó otro misil intercontinental de prueba en desafío a Estados Unidos y la llamada comunidad internacional, permitiendo que Donald Trump se disfrazara otra vez de comandante en jefe y con ello distraer de problemas como la investigación a su equipo, sus tropiezos públicos y otras desventuras.
Y hablando de favores, el proyecto de ley que regala reducciones de impuestos a los más ricos –individuos y empresas– del país fue remitido este martes al pleno del Senado, después de varios arrestos de manifestantes en el Congreso que protestaban por los efectos de tal propuesta en la asistencia social, sobre todo en el sector salud, mientras en Wall Street festejaron la noticia con avances récord en las bolsas de valores.
Nos encargaremos de ello, es una situación que manejaremos, aseguró Trump en la Casa Blanca a reporteros en torno al lanzamiento de lo que fue identificado por el Pentágono como un misil intercontinental lanzado por Corea del Norte, el primero desde mediados de septiembre. Algunos expertos consideraron que el alcance de ese tipo de misil técnicamente podría llegar hasta Washington, aunque se debate sobre el grado de sofisticación, al darse una vez más esa conversación macabra –pero realizada como si fuera algo casi técnico e incluso aceptable– sobre las probabilidades y dimensiones de una guerra nuclear.
La noticia fortaleció a halcones en Washington, aunque el secretario de Estado, Rex Tillerson, aseguró este martes que opciones diplomáticas permanecen viables y están abiertas, por ahora, e insistió en que Estados Unidos busca un camino pacífico a la denuclearización de Corea del Norte. El secretario de Defensa, James Mattis, informó que el misil tuvo la trayectoria más alta jamás usada por los norcoreanos y consideró el lanzamiento como parte del esfuerzo de construir cohetes que pueden amenazar a todo el mundo.
Al cierre de esta edición, se informó que Pyongyang lanzó otro misil intercontinental.
Hace un par de meses, Trump amenazó con destruir totalmente a Corea del Norte si continuaba con sus esfuerzos bélicos nucleares. Esas declaraciones renovaron preocupaciones entre políticos y militares sobre cómo controlar a un presidente mentalmente inestable, quien, según los protocolos existentes, tiene el poder exclusivo y absoluto de lanzar un ataque nuclear. De hecho, el actual comandante de las fuerzas nucleares, y su antecesor, expresaron que no necesariamente cumplirían con las órdenes de un comandante en jefe si éstas no son consideradas legales.
A la vez, este martes se anunció que Hawaii, por primera vez desde el fin de la guerra fría, está reactivando su sistema de alerta de ataque nuclear para la población.
Al mismo tiempo, ex altos funcionarios, diplomáticos y expertos sobre seguridad nacional siguen expresando alarma –algo que se intensificó con la noticia del lanzamiento del misil– sobre el éxodo de diplomáticos y las propuestas del gobierno de Trump de reducir el presupuesto del Departamento de Estado, incluida la asistencia al extranjero, en más de 30 por ciento. Dos ex altos funcionarios, Nicholas Burns y Ryan Crocker, advirtieron en un artículo de opinión publicado este martes en el New York Times, que el servicio exterior está enfrentando tal vez su mayor crisis, justo en momentos en que es más importante que nunca, a causa de las reducciones de presupuesto, la actitud desdeñosade Trump hacia los diplomáticos y la diplomacia misma.
Tillerson, en un foro, rechazó las críticas y aseguró con optimismo casi increíble que una razón para los recortes de presupuesto y de personal es la expectativa de que tendremos éxito en algunas zonas de conflicto, que podríamos resolver.
Regalos
Por otro lado, en su esfuerzo por lograr la aprobación a la reducción de impuestos en beneficio de los sectores más ricos del país y, por separado, aprobar fondos adicionales de manera temporal para mantener en funciones al gobierno federal antes del 8 de diciembre, el día empezó con Trump descarrilando un encuentro que él citó con el liderazgo legislativo de ambos partidos. Esta mañana tuiteó que el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, y la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, “quieren que inmigrantes ilegales inunden a nuestro país… son débiles sobre crimen, y quieren incrementar sustancialmente los impuestos” y agregó que, por tanto, no vislumbraba poder llegar a un acuerdo con ellos.
Los líderes demócratas informaron que, ante ese mensaje, no asistirían a dicha reunión, y propusieron que mejor negociarían con sus contrapartes republicanas en el Congreso. Éstos, el senador Mitch McConnell y el representante Paul Ryan, calificaron de “muy lamentable que los demócratas no llegaran, y el presidente apareció ante reporteros con dos sillas vacías a su lado con los nombres de Schumer y Pelosi, y acusó: son todo palabras y nada de acción.
Trump declaró que los demócratas tendrán la culpa si el gobierno tiene que suspender operaciones en caso de que el Congreso no logre aprobar el proyecto de ley para extender el financiamiento del gobierno federal. Si eso sucede será por (la disputa sobre) ilegales ingresando al país, el crimen ingresando al país, sin un muro fronterizo, el cual todos quieren. Acusó que el lanzamiento del misil que hicieron los norcoreanos debería llevar a que los demócratas renueven negociaciones sobre el proyecto de ley sobre el gasto, pero probablemente no lo harán porque no hay nada más importante para ellos que elevar los impuestos.
Algunos demócratas amenazan con que no votarán por ninguna extensión del gasto federal si no incluye algún tipo de solución para los llamadosdreamers, los inmigrantes que llegaron siendo niños y gozaban de legalización temporal gracias a un programa implementado por Barack Obama, pero anulado por Trump.
El voto para aprobar la reforma tributaria podría darse esta semana, aunque podría postergarse si el liderazgo republicano no considera contar con el apoyo completo de su bancada (los republicanos no pueden perder más de dos votos de sus filas en el Senado si quieren ganar). El sector financiero, inversionistas y empresarios esperan con gran anticipación su regalo.
Defensor de inmigrantes se retirará
El representante federal Luis Gutierrez, entre los políticos nacionales más reconocidos como un campeón de los inmigrantes y promotor de una reforma migratoria y, más recientemente, de promover el rescate de Puerto Rico (de donde llegaron sus padres) anunció que no buscará la relección en los comicios intermedios de 2018. Aunque esta semana ya había registrado los papeles para buscar su relección (fue electo por primera vez en 1992), Gutierrez sorprendió con este anuncio al afirmar: es hora de proceder a otras cosas. Aseguró que no se retira de la lucha política y que continuará con su defensa de los inmigrantes y de Puerto Rico. A la vez, indicó que el mexicano-estadunidense Jesus Chuy Garcia –quien estaba a su lado en la conferencia de prensa en Chicago– debería ser su sucesor. Garcia, hoy comisionado del Condado Cook, es el político de origen mexicano de mayor perfil en Chicago.

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