lunes, 18 de diciembre de 2017

¿Osorio Chong con AMLO?

Andrés Manuel López Obrador es el candidato a vencer en las elecciones presidenciales del 2018. Su ventaja ya se marca dos a uno contra el más cercano rival.
Por eso extrañan los informes de que su partido, Morena, está concertando alianzas con aquellos partidos cuyos líderes y fundadores deplora el tabasqueño.
El más reciente coqueteo con Morena es del Partido Encuentro Social (PES) que preside Hugo Erick Flores, pero cuyo dueño y financiador es el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Algunos analistas advierten que el acurrucamiento del PES con Morena no tiene otra intención que dejarle en claro a la alta cúpula priista que Osorio Chong no está de acuerdo con la candidatura de José Antonio Meade.
Por más que los sienten a la mesa en un restaurante público y acarreen a todos los medios de comunicación para tomarles la foto de la hipocresía, que Meade no se la crea. Osorio no está con él. Si así fuera, le habría servido como postre el apoyo incondicional del PES. Pero no fue así.
Y cuidado que en la negociación para bajarle lo enojado a Osorio Chong le entreguen el PRI. Sucedería lo mismo que en junio del 2016, cuando a pesar de los optimistas reportes del CISEN a Los Pinos, el PRI sufrió una debacle política que en apariencia Bucareli no detectó.
La historia detrás de aquella derrota en la que los tricolores comandados por Manlio Fabio Beltrones perdieron Veracruz, Quintana Roo, Tamaulipas, Chihuahua y Durango tiene su origen en una gran traición política.
Entonces lucía más redituable para los intereses futuristas de Osorio Chong apoyar a candidatos opositores a gobernador para que le debieran el favor y –seguro de que sería el candidato- cobrarlo en 2018. De paso, el inquilino de Bucareli descarrilaría a uno de los fuertes aspirantes priistas a la candidatura presidencial tricolor.
A quien tenga dudas, que le pregunte al “independiente” Jaime Rodríguez, quien le pidió que enviara a Tamaulipas recursos humanos y económicos para apoyar la victoria del panista Francisco García Cabeza de Vaca.
Por eso luce preocupante el juego político de Osorio Chong. Porque de la mano del PES y sus evangélicos tiene todas las de ganar con el PRI o con Morena.
Si los tricolores le cumplen sus caprichos, producto del berrinche de no ser el elegido, el PES será del PRI. Pero si como hasta ahora no se siente cómodo, coqueteará con Morena.
Por eso López Obrador y Yeidckol Polevnsky deben de medir bien sus relaciones con el PES. Y conociendo el estilo de la casa, no duden que si el PES terminara apoyando a Morena, podría ser el Caballo de Troya desde donde el sistema infiltre o reviente el proyecto lopezobradorista.
Por eso decimos que el puntero candidato de Morena tiene que sopesar bien sus alianzas. Porque es tanta su ventaja, y al mismo tiempo tan elevados los riesgos de acurrucarse con quienes siempre criticó, que como diría el cantautor Juan Gabriel: Pero qué necesidad… No vale la pena.

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