El terrorismo yihadista en Afganistán mata a seis civiles al día
Después de 17 años de conflicto, la barbarie de la guerra en el país continúa y se ha cobrado la vida de alrededor de 110.000 personas
"El año entrante va a ser especialmente duro, con una violencia que, seguramente, batirá todos los récords de cifras de muertos y heridos"
"La guerra es un síntoma claro de que el hombre ha fracasado como animal pensante", escribió el Nobel de Literatura norteamericano John Steinbeck. Unas palabras que hoy resuenan con más verdad que nunca en Afganistán, donde la sangría continúa y ha causado, en 2017 y lo que llevamos de 2018, casi 2.000 muertos civiles y más de 4.000 heridos. La última masacre sucedió ayer en Kabul cuando "un comando de la Red Haqqani", los talibán pakistaníes, "utilizó una ambulancia llena de explosivos para atacar un control policial en las inmediaciones del Ministerio del Interior", según informó el portavoz Nasrat Rahimi, matando a 103 personas e hiriendo a otras 235. El Gobierno de Afganistán ha declarado este domingo un día de luto nacional por las víctimas del atentado.
"Sólo durante los últimos ocho meses 1.372 civiles han muerto y 2.360 han resultado heridos a consecuencia de los ataques terroristas, siendo Kabul el lugar donde se ha producido la mayor cantidad de muertos civiles con alrededor de 600", según explicó el director del Centro de Protección y Defensa Civil, Abdul Rahim Khurram. Después de la capital, las provincias de Nangarhar, Herat, Ghor, Kunduz y Helmand, que llevan el peso de la guerra y se encuentran situadas en los cuatro puntos cardinales del país, son las que más víctimas civiles han registrado.
Por su parte, la Misión de la ONU en Afganistán, UNAMA por sus siglas en inglés, sigue mostrando su "extrema preocupación por los ataques suicidas y los ataques complejos", es decir, en los que participa más de un terrorista con armamento variado, cuyas cifras, entre enero y junio de 2017, son escalofriantes. En total murieron 1.662 civiles y 3.581 resultaron heridos, "un 15% más que en 2016", según indica un informe de la organización.
Entre los civiles, los niños son los que se llevan la peor parte de la carnicería. UNAMA estima que "más del 30% de los fallecidos y heridos son menores de edad", cuya pesadilla no sólo es ser despedazados por la balas y la metralla, sino también caer en manos de los yihadistas que "los reclutan forzosamente" ya sea para llevar a cabo "operaciones militares" o "en la producción y colocación de los artefactos explosivos improvisados", los temidos IED, por sus siglas en inglés, que siguen siendo el azote de las tropas de Kabul, Estados Unidos y la OTAN.
"El año entrante va a ser especialmente duro, con una violencia que, seguramente, batirá todos los récords de cifras de muertos y heridos", ha confesado un miembro de la inteligencia de la OTAN en Kabul consultado por EL MUNDO. "Los talibán todavía no han anunciado su próxima ofensiva para 2018", algo que suelen hacer entre febrero y marzo, "y ya han llevado a cabo dos de los más devastadores ataques que se han vivido en la capital. Además, también hay que tener en cuenta al Estado Islámico, el cual demostró en 2017 que cuenta con la capacidad de atentar salvajemente en lugares clave del país, con lo que nos espera un año trágico y de una violencia extrema", ha añadido.
Después de 17 años de conflicto y miles de millones invertidos por la comunidad internacional, la barbarie de la guerra en el país continúa y se ha cobrado la vida de alrededor de 110.000 personas, entre civiles y combatientes. Además, unos 35.000 civiles han resultado heridos, muchos de ellos quedando mutilados a perpetuidad y con unas terribles secuelas psicológicas que les castigarán de por vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario