miércoles, 21 de febrero de 2018

Nueva matanza de civiles a manos del ejército de Siria

Al menos 71 personas, muchas de ellas niños, fueron muertos por bombas y obuses lanzados contra un distrito opositor cerca de Damasco.
Martes 20 de Febrero de 2018
Al menos 71 civiles murieron y otros 300 resultaron heridos por ataques aéreos y de artillería del régimen de Siria contra zonas de urbanas en Ghouta Oriental, el principal bastión opositor ubicado a las afueras de Damasco. Las masacres de civiles, incluidos muchos niños, en Ghouta, se repiten en las últimas semanas. Los civiles están atrapados en los combates entre los dos bandos, pero la responsabildad mayor recae sobre el régimen sirio, que es el que lanza los masivos bombardeos sobre zonas habitadas por unas 400.000 personas.
Según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el mayor número de muertos se registró en la población de Hamuriya, donde al menos 20 personas perdieron la vida por bombardeos de aviones no identificados. Se cree que serían aviones sirios, pero no es segura esa identificación, lo que abre la posibilidad de que fueran de Rusia. El resto de víctimas murieron por ataques aéreos y de artillería, estos últimos también por parte de fuerzas gubernamentales sirias, en pueblos como Saqba, Otaya, Yisrin y Zamalka.
La Defensa Civil Siria, que presta labores de rescate en áreas fuera del control del gobierno, confirmó en Twitter la muerte de 20 civiles por los bombardeos en Hamuriya. Los llamados "cascos blancos", un grupo de voluntarios civiles, publicaron un video grabado minutos después del ataque en el que se ve a civiles deambulando desorientados por la calle y amplios destrozos en edificios.Por su parte, la agencia de noticias oficial Sana informó que el ejército atacó y bombardeó ese feudo opositor, luego que milicias insurgentes lanzaran desde allí varios cohetes en dirección a Damasco. Según fuentes oficiales, sólo 15 personas resultaron heridas.
Pero las crudas imágenes de niños gravemente heridos que reciben precaria asistencia médica en Ghouta indica que los bombardeos aéreos y de artillería no trataron de evitar otra matanza de civiles, y que los números dados por el Observatorio son mucho más creíbles que los números oficiales. El asedio y los bombardeos contra Ghouta Oriental han sido una constante durante toda la guerra; sin embargo, en las últimas semanas, los ataques del ejército sirio y sus aliados se multiplicaron, pese a los reclamos de la comunidad internacional.
Cientos de personas murieron solo en los últimos días por el aumento de los bombardeos del régimen y sus aliados contra Ghouta Oriental, donde la ONU calcula que hay unas 400.000 personas atrapadas por el asedio. Se trata de un gran distrito en la periferia de Damasco. A principios de mes, la ONU pidió una "pausa humanitaria" de al menos 30 días en el conflicto para poder asistir a los miles de sirios en zonas asediadas o de difícil acceso y evacuar a enfermos y heridos. Fue en vano, Assad no escuchó. El dictador sirio se siente fuerte, al tener el respaldo internacional de Rusia y ver la victoria militar a mano.
La semana pasada, un convoy con ayuda humanitaria de la ONU y la Media Luna Roja Siria ingresó a Ghouta Oriental por primera vez desde octubre, con comida y suministros sanitarios para apenas 7.200 de las 400.000 personas atrapadas allí.
El coordinador para Siria de Asuntos Humanitarios de la ONU, Panos Moumtzis, señaló que "la escalada de violencia agrava una situación humanitaria que ya era precaria para los 393.000 residentes de Ghouta Oriental, que representan el 94 por ciento de todos los sirios que viven bajo asedio hoy", advirtió. "La situación humanitaria en Ghouta Oriental está inmersa en una espiral fuera de control. Es imperativo detener este sufrimiento sin sentido".

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