viernes, 2 de marzo de 2018

Prensa occidental: las mejores mentiras sobre Siria


Cada vez que el Ejército sirio derrota a las bandas terroristas, aparece una guerra mediática transnacional ‘sorprendida’ por la violencia contra civiles y exigiendo que se detenga la ‘masacre’.
Es necesario mentir como un demonio, sin timidez, no por el momento, sino intrépidamente y para siempre […] Mentid, amigos míos, mentid, que ya os lo pagaré cuando llegue la ocasión .
Voltaire
Es el caso de Guta Oriental donde se han atrincherado Al-Qaeda e EIIL (Daesh, en árabe) durante muchos años, atacando a la población civil de Damasco con bombardeos diarios, lo que llevó a negociaciones y a la Resolución 2401 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas-CSNU (24-2-2018), ordenando una tregua humanitaria con cese al fuego de 30 días.
La campaña de “denuncia” a través de la vocera del Departamento de Estado, Heather Nauert, se vio complementada el viernes 24 por la representante ante la ONU, Nikki Haley, quien criticaba al Gobierno sirio y Rusia, aunque ocultando la existencia de los grupos criminales en Guta como son Yeish Al-Islam, Frente Al-Nusra, Ahrar Al-Sham, Faylaq al-Rahman y Fajr Al-Ummah. Contrario a sus palabras, el mismo domingo 25, estas bandas continuaban lanzando misiles a Damasco y la coalición liderada por EE.UU. violaba la Resolución atacando casas civiles en las localidades de Al Shaafa y Dharat Allouni, causando la muerte de al menos 29 personas y resultando heridos decenas de niños y mujeres tras bombardeos. El uso de misiles antitanque TOW, de fabricación estadounidense, ha completado la jornada.
En este caso, Washington ha lanzado 7 mentiras desde los Medios, con el fin de engañar a la opinión pública y generar odio contra Bashar al-Asad, Rusia, Irán y sus aliados.
Primera: el mundo se sienta mientras se desarrolla otra masacre en Siria.
Lamenta que nadie está preocupado de Siria y, por tanto, estas masacres ocurren cada día sin obstáculos ya que Al-Asad ha ordenado destruir colegios, negocios, viviendas, centros médicos, cuyos galenos están recurriendo al uso de medicamentos vencidos para tratar a los heridos.
La verdad es que las naciones soberanas si están ocupadas intentando detener la intervención militar de grupos terroristas auspiciados por potencias y reinos árabes, superando las amenazas debido al supuesto uso de armas químicas por Siria, cuando se conoce que dichos mortíferos elementos han sido entregados a los “rebeldes” y a las bandas takfiríes por gobiernos occidentales, quienes incumplen todo tratado. Lo prueba el fracasado atentado del domingo 25 con un carro bomba en Jobar.
Segunda: la información internacional dada por cada Medio es libre.
Según ello, los informes están dados sin ninguna coordinación transnacional y sólo reflejan la aterradora verdad. No es necesario analizar, pues los hechos por si solos atestiguan.
Lo extraño es que una foto igual y en el mismo momento se sigue mostrando por miles de informativos o páginas, que continúan repitiendo un discurso similar ya preparado de antemano para todos aquellos que están sujetos a la misma orden. Así, esa información dirigida deja en evidencia la libertad presunta para mentir con descaro, al establecerse la falsedad de dichas afirmaciones.
Tercera: las emociones y sentimientos explican el problema.
Frases como “la muerte está lloviendo en Guta Oriental”, donde a medida que el ritmo de la muerte se acelera “estamos arrojando partes del cuerpo en fosas comunes”, con miedo de ir a los sótanos por ser bombardeados y morir bajo los escombros, son repetitivos argumentos “explicativos” de la confrontación.
La verdad es que siendo cierto el sufrimiento de inocentes, no se analiza el fondo de la violencia pues, de hacerlo, se debería identificar a las potencias que apoyan a los grupos terroristas como son Francia, el Reino Unido y Estados Unidos (junto con otros “socios de la región”), los cuales tendrían que ser castigados por “crímenes de guerra”. Su primera orden coherente debería ser dejar salir por los pasos humanitarios a todas las familias que lo requieren.
Cuarta: los ataques aéreos golpean indiscriminadamente hospitales, escuelas y edificios residenciales.  
Lo informado por “colegas” no responde a la verdadera pregunta: ¿dónde se esconden los terroristas y porqué utilizan a los civiles para escudarse provocando su atroz sufrimiento? La verdad es que no existen tantos habitantes y un número importante corresponde a takfiríes que han ocupado dicha zona para atacar a Damasco en su intento de provocar caos y masacres, todo entregado por sus propias fuentes. La violación a la Resolución 2401 demuestra la desconfianza en sus manifestaciones de sinceridad.
La OTAN, por ejemplo, no ha respetado este proyecto y avala que Turquía continúe su guerra en Siria, destruyendo lo que cuestiona a otros.
Quinta: los fallecidos son sólo civiles, no terroristas.
Según los “observadores de derechos humanos y las agencias de ayuda”, han muerto más de 500 personas en el espacio de unos pocos días y están heridas cientos más…cifras “comprobadas” por sus mismas agencias.
La verdad es que por la situación en Guta Oriental deben responder quienes patrocinan criminales que todavía siguen allí y  bombardean con morteros y artillería zonas residenciales de Damasco, asesinando niños en escuelas. Son culpables aquellos que se abstienen de condenar los actos violentos de estos grupos, desconociendo avances como los diálogos de Astaná y Sochi, donde Irán ha sustentado una sólida posición hacia la paz, o el trabajo del Centro de Reconciliación Ruso, cuyas desescaladas negociadas usualmente han sido rotas por los “rebeldes”.
Sexta: “clamamos a Dios” para que la ONU actúe.
Según esta visión, el Gobierno sirio y Rusia no han hecho nada para defender a los civiles y los inocentes rebeldes que habitan allí, porque lo que les interesa es la muerte de todos los enemigos del “régimen” y nada más que eso, ya que son demonios del infierno y hay que verlos así.
La verdad es que el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio ha exigido a la ONU que exprese de inmediato su condena a estas agresiones terroristas y que el CSNU asuma su responsabilidad de mantener la paz internacional, adoptando medidas sancionadoras contra los patrocinadores extranjeros del terrorismo y crímenes contra los civiles sirios. Rusia aceptó la Resolución emitida el sábado 24 de febrero, bajo la condición de que el alto el fuego “no incluya de ninguna manera” al grupo terrorista EIIL, el Frente Al-Nusra y los grupos que colaboran con ellos.
Faltó un acápite que manifestara ir más allá de una tregua que permita esconderse y rearmarse a las bandas ultra violentas, para tratar con carácter y seriedad la ocupación ilegal de Estados Unidos en Siria y su expulsión de ese territorio.
Séptima: todo lo dicho por nuestras fuentes es cierto.
Ellas son usualmente los Cascos Blancos (organización takfirí que maquilla el escenario), el Observatorio Sirio de Derechos Humanos-OSDH (dirigido por la Agencia de Inteligencia Británica), un director de hospital, médicos, analistas fuera del país, activistas locales, patólogos y sepultureros, veteranos y activistas antigubernamentales, la inmensa mayoría sin identificar, aunque “absolutamente fiables” al considerar que los grupos rebeldes que ocupan el enclave son luchadores “moderados” por la libertad.
La verdad es que ante tamañas fuentes interesadas es difícil no sorprenderse de la información poco creíble que emiten y la falta de seriedad para tratar con profundidad un conflicto tan grave y complejo.
Obviamente existen otras falacias de alto cuño: 1, la coalición estadounidense en Siria es legítima y su apoyo a “moderados” armados es para la paz y la unidad de Siria; 2, el Gobierno de Donald Trump ha sido el vencedor contra Frente Al-Nusra y Daesh; 3, Turquía establecerá el orden en el norte sirio y derrotará el terrorismo de EIIL-Al Qaeda; 4, esta es una guerra civil y religiosa, no causada por bandas terroristas.
Para finalizar, cabe alertar al mundo que la Resolución aprobada por el CSNU no ha incluido sólidas respuestas para garantizar el alto el fuego y que EE.UU., el Reino Unido y Francia, conocen de una provocación de las bandas criminales terroristas con armas químicas. Si ello sucede, dichas potencias serán responsable de tamaña atrocidad.  
Dictadura es diferente al derecho del Estado sirio a defender a los conciudadanos, luchando contra el terrorismo y sus patrocinadores en el marco del continuo complot diseñado por gobiernos injerencistas desde hace siete años contra la nación árabe. Los miles de fallecidos en Siria por obra de una ocupación plenamente antiética, implica persistir en la lucha por la justeza social y apoyar los esfuerzos loables de pueblos y naciones por la finalización del conflicto sirio. Más temprano que tarde, así será.

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