jueves, 31 de mayo de 2018

El IS y su utopía de rearmarse en Ramadán

YIHADISMO

Los bomberos tratan de extinguir las llamas tras la explosión de una bomba en una iglesia de Surabaya, Java (Indonesia), uno de los atentados reivindicados por el IS. SURABAYA GOVERNMENT/ANDY PINARIAEFE
La sucesión de ataques reivindicados por el grupo terrorista coincide con la celebración del mes sagrado musulmán, que se inicia el jueves.
El IS anima a atentar con la idea de que durante el mes santo las buenas acciones (en las que incluyen los ataques) reciben mayor recompensa
En el lapso de las últimas 24 horas la red del autodenominado Estado Islámico que sobrevivió al derrumbe de su califato ha asumido la autoría de un triple atentado contra iglesias de Indonesia, un acuchillamiento múltiple en las calles de París y una cadena de ataques en hasta tres provincias iraquíes, con el trasfondo de las elecciones parlamentarias. Una sucesión de embestidas que irrumpe en vísperas del mes sagrado musulmán del Ramadán, que comienza previsiblemente este próximo jueves. "Como ha ocurrido en temporadas de Ramadán previas, asistiremos probablemente a un incremento de la actividad terrorista en Europa", pronostica el experto en yihadismo, el estadounidense Michael Smith, en declaraciones a EL MUNDO.
Desde su avance por Siria e Irak, la organización que dirige el escurridizo Abu Bakr al Bagdadi ha tratado de convertir un mes que la mayoría de los musulmanes identifican con el ayuno, la oración y la expiación en una temporada de terror. Aún resuenan en el ideario yihadista las proclamas que su fallecido portavoz, Abu Mohamed al Adnani, lanzó en 2015 y han sido desde entonces una guía para su legión de acólitos. "Preparaos para hacer de éste un mes de calamidad para los infieles allá donde estéis", clamó el dirigente marcando la pauta que ha prevalecido en los últimos tres años. "El grupo ha dejado claro que el asesinato de civiles inocentes no es solo justificable sino que es incluso preferible para infligir dolor y terror en Occidente", desliza el analista Hasan Hasan.
En una interpretación perversa de la literatura islámica, los caudillos del IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés) cantan las bondades de librar la yihad en Ramadán alegando que durante el mes santo todas las buenas acciones, en las que incluyen sus ataques terroristas, reciben una recompensa múltiple. En su argumentario también citan como ejemplo la batalla de Badr, un episodio bélico clave en la génesis del islam, que tuvo lugar precisamente durante el Ramadán de 624 d.C. Contra todo pronóstico, las tropas musulmanas vencieron a sus enemigos, que les ganaban en número. Un credo atroz que ha vuelto a propagarse este año. "Muyahidines, obtendréis un gran recompensa o el martirio", promete unos de los mensajes urdidos en el preámbulo de este Ramadán.
El sábado, tras la reivindicación del ataque en París difundida por la agencia de noticias afín Al Amaq, el grupo vinculado al IS Muharir al Ansar divulgó un cartel en el que el rostro de Emmanuel Macron comparte espacio con una advertencia: "Sangre por sangre". En las últimas semanas, la citada organización ha cobrado protagonismo en la propaganda que circula por internet, el refugio que trata de mantener viva la agónica llama del IS. De hecho, una de las recientes obsesiones de su material ha sido España, con una llamada encaminada a inspirar ataques en nuestro territorio.
"Los líderes de los infieles aún no han aprendido la lección y continúan engañando y proporcionando falsas esperanzas a su pueblo", reza uno de los pasquines distribuidos citando las palabras de su actual portavoz Abu Hasan al Muhajir. A finales de abril, tras diez meses de silencio, Al Muhajir hizo pública una alocución en la que insta a sus partidarios a dirigir sus acciones hacia "las naciones árabes" porque "no existe diferencia" entre ellas y "sus aliados cruzados americanos, rusos o europeos". Hace once días, en su línea, Muharir al Ansar pregonó un cartel que presenta a Mariano Rajoy enfundado en un uniforme naranja, arrodillado y acechado por un encapuchado que empuña un machete, reproduciendo las instantáneas de las decapitaciones del grupo. "Les mataremos como a perros y no les quedará nada por lo que puedan presumir entre su gente", amenazan.
Con su control territorial en Irak y Siria desvanecido y en plena caza policial de su cúpula, el IS busca la utopía de rearmarse en Ramadán y de seguir presente con su mensaje de terror a través de los golpes de sus potenciales "soldados" diseminados por Occidente. "Claramente la pérdida de capacidad de instigar a sus terroristas con el argumento de que gobiernan el califato no ha reducido su poder de persuadir a los suyos para perpetrar crímenes violentos contra civiles en Occidente", admite Smith.

No hay comentarios:

Publicar un comentario