El que la estrella del fútbol egipcio Mohamed Salah, quien juega en el Liverpool, haya sido seleccionado el 22 de abril, 2018 como ganador del premio Jugador del Año de la Asociación Inglesa de Futbolistas Profesionales para el año 2017-18, causó euforia en Egipto. Miles en su provincia natal celebraron en las calles y en su pueblo los residentes se apiñaron en las cafeterías para ver la ceremonia de premiación.[1] El Presidente egipcio, Abdel Fattah Al-Sisi felicitó a Salah y dijo: “Felicito al hijo de Egipto Mohamed Salah por su logro, que nos llena de orgullo y destaca las asombrosas capacidades egipcias en todas las áreas. Estoy orgulloso de él y de todos los que ponen el nombre de Egipto a todo lo alto”.[2]
La máxima autoridad religiosa de Egipto Al-Azhar, también dio a conocer un anuncio en el que felicitaba a Salah y lo describía como un modelo ideal de conducta apropiado para un servidor leal del Islam.[3]
El orgullo de Egipto por el éxito de Salah es un tema frecuente en la prensa egipcia; sus logros son seguidos por artículos que le alaban, llamándolo un faraón egipcio y representándolo como un símbolo nacional.
El “rincón de las caricaturas” del diario egipcio Al-Yawm Al-Sabi honró a Salah con una caricatura el 25 de abril que decía: “Abu Makka:[4] Mo Salah, El Mejor de Inglaterra”
Sin embargo, junto con las efusivas expresiones de admiración por Salah, la prensa egipcia también publicó artículos aprovechando la oportunidad de la selección de Salah como jugador del año para criticar la pasividad, el amateurismo, la falta de profesionalismo e incluso el racismo que según dicen, es endémico en la educación y en el sistema de deportes Ellos señalaron que Salah ha llegado a donde está hoy porque se marchó de Egipto, que en lugar de cultivar el talento de sus ciudadanos, hace que los ciudadanos deseen emigrar. Un artículo arremetió contra la convicción de algunos egipcios y musulmanes de que el éxito de Salah se debe al hecho de que es un creyente y piadoso musulmán, diciendo que es un individuo exitoso debido a su persistencia y su arduo trabajo, valores prevalecientes en Occidente que son inexistentes en un Egipto culturalmente atrasado.
Lo siguiente son extractos traducidos de estos artículos:
Liberal egipcio: Salah fue exitoso debido a su arduo trabajo, persistencia y profesionalismo, lo cual carece la cultura egipcia
En su columna del 23 de abril, 2018 en el diario Al-Watan, el periodista liberal egipcio Khaled Montaser se pronunció en contra de los egipcios que atribuyen el éxito de Salah por ser un musulmán creyente y agregó que tales declaraciones dan fe del atraso de la sociedad egipcia. Este escribió:
“El premio a Mohamed Salah es un premio por el esfuerzo, la persistencia [y] la determinación… [su] premio es la esencia del viaje llamado ‘enfrentar la desesperación y frustración y sin lugar a dudas será exitoso’.
“¿Fue exitoso Mohamed Salah porque realizo un esfuerzo, o porque se postró en plegarias luego de marcar cada [uno de] sus tantos? Esta pregunta ha surgido en las reacciones [a su premio] por los millones que atraen la religión a todo. Algunos lo atribuyeron a la manera de postrarse… otros lo atribuyeron a que era un piadoso musulmán que llamó a su hija Makka [Meca] y así sucesivamente. La pregunta importante es: Si Salah se hubiese quedado en Egipto y se hubiese postrado y hubiese orado toda su vida ante la falta de profesionalidad egipcia, el entrenamiento despreocupado, la medicina deportiva enfermiza y los entrenadores aficionados que basan [sus métodos] en el enfoque de ‘confiar en Alá… y ganaremos’… hubiese hecho que Salah llegara hasta donde llego?!
Salah se postra en plegaria en el campo luego de anotar un tanto (Fuente: Facebook.com/AlazharObserver, 28 de abril, 2018)
“Mohamed Salah fue exitoso porque entró dentro del sistema correcto, un sistema que [en contraste con el sistema egipcio] no deja lugar para engaños, deseos, confianza [en Alá], bendiciones y milagros, sacrificio de carneros, visitas a las tumbas de los santos, traer la religión [hacia los deportes], utilizar un lenguaje racista, e intentar atar las heridas de inferioridad con los vendajes del fanatismo religioso… [Esto ha llegado] al punto en que un locutor ya lo ha nombrado embajador del Islam – como si él [Salah] estuviera en una batalla [contra los infieles], no en un juego o una competencia. Esta mezcla [de religión y deportes] es una manifestación del atraso cultural y la confirmación de que somos una sociedad que aún no ha madurado, una sociedad todavía en la etapa de la adolescencia religiosa…
“El premio es para Mohamed Salah y todos nosotros, como egipcios, nos regocijamos por esta victoria. Pero el premio también es para la sociedad secular civil [occidental] que se lo otorgó a un musulmán egipcio de piel oscura sin considerar su religión, color de piel, raza o nacionalidad: una sociedad civil que evalúa y premia [a las personas] por [su] esfuerzo, talento y persistencia.
“La euforia pudo haber sido dos veces mayor si el chico [cristiano egipcio] Mina,[5] quien fue rechazado por un entrenador barbudo [porque era cristiano], hubiese sido coronado [en Egipto] como el mejor jugador egipcio. [También pudo haber sido el doble de grandioso) cuando nos convertimos en un país que trae [jugadores con nombres cristianos] tales como Jurgis, Michael y Luka al equipo, sin sensibilidades, donde ni los espectadores ni el entrenador expresarán ira, castigo u ostracismo público hacia un chiita, bahai o jugador judío debido a su libre elección y conexión personal con la deidad en la que cree.
“El premio a Mohamed Salah da fe de la corrupción y debilidad de nuestro sistema educativo. ¿Cómo logró él superar todas las etapas del sistema educativo de Egipto sin que ningún docente notara su inteligencia? No estoy hablando de él como buen jugador de fútbol, solo su inteligencia, como luego se hizo evidente por su habilidad para aprender idiomas extranjeros y para integrarse en la sociedad occidental… Todos estos [rasgos] reflejan la flexibilidad emocional y las capacidades psicológicas y sociales que pasaron desapercibidas en ese momento [es decir, cuando vivía en Egipto?] y que fueron dejadas a la suerte de ser descubiertas por otros…
“La pereza, el engaño y la percepción de mentir rutinariamente se han convertido en enfermedades crónicas egipcias que debemos abordar para que podamos ser incluidos en el mapa del mundo civilizado, al igual que lo está ahora Mohamed Salah que fue incluido en el mapa de los deportes mundiales”.[6]
Para ver el resto del despacho en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/egyptian-writers-egyptian-soccer-star-mohamed-salah-would-never-have-succeeded-egypt-%E2%80%93
[1] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 23 de abril, 2018.
[2] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 24 de abril, 2018.
[3] Facebook.com/AlazharObserver, 28 de abril, 2018. Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 7442 – Columnista jordano: Las estrellas de fútbol musulmanas que juegan en Europa ayudan a combatir la islamofobia y mejoran la imagen del Islam, 25 de abril, 2018.
[4] Makka, la hija de Salah nació en el 2014.
[5] Mina Essam, de 13 años, un chico cristiano egipcio que ha pasado por varias pruebas de admisión en fútbol, no pudo ingresar a las pruebas de admisión para el club de fútbol egipcio Al-Ahly por el portero entrenador Ikrami Al-Shahat (quien porta una barba). El padre del chico le contó a los medios de comunicación sobre el incidente en agosto, 2016 y dijo que el rechazo fue debido a su religión, que Al-Shahat negó. Al-Yawm Al-Sabi’, Egipto, 20 de agosto, 2016; Madamasr.com, 20 de julio, 2017.
[6] Al-Watan (Egipto), 23 de abril, 2018.
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