Morena: ¿Guerra santa antisemita o corrupción?
Sheinbaum tienen intereses y compromisos adquiridos con propios y extraños, sobre todo en temas de la construcción.
Foto propiedad de: Internet
La designación de Claudia Sheinbaum ha desatado una triste y peligrosa polémica sobre un presunto “antisemitismo” provocada por un artículo publicado por Rafael Cardona en La Crónica en el cual sugiere que con AMLO se le entregó a la comunidad judía la CDMX y otros contrarios a la delegada de Tlalpan utilizan este tema para descalificarla.
Asegura Cardona que Sheinbaum, cuando trabajó con López Obrador en el DF, “les abrió las puertas a los nuevos dueños de la Ciudad de México, los constructores como Saba, Riobo y Danhos y algunos más. Todos pertenecientes a una etnia opulenta cuyas derivaciones de negocios pasaron de los telares y las medicinas (como los Saba) a la construcción de fraccionamientos urbanos, centros comerciales, plazas y obras públicas”.
La reacción iracunda
Esto provocó la respuesta iracunda de un miembro de la comunidad judía como lo es el periodista Leo Zuckermann quien en su columna de Excélsior respondió duramente a su compañero comentarista en Radio Fórmula: “Así que, según Cardona, los judíos no sólo son una “etnia” (“comunidad humana definida por afinidades raciales, lingüísticas, culturales”, de acuerdo con la RAE), sino que además se han apoderado de nuestra capital, porque sólo les interesa una cosa: el dinero. Maravilloso: para Dabdoub, el problema es que los judíos son comunistas, mientras que para Cardona es que son capitalistas. Potaito o potato, el hecho es que son como un pulpo que, si se deja en libertad, se apodera de nuestros espacios. Conclusión: hay que pararlos. ¿Que se prendan de nuevo las cámaras de gas?”
¿Antisemitismo?
A esta polémica también se suma el escritor y periodista, Héctor Aguilar Camín, quien respalda la actitud de Leo Zuckermann de poner los puntos sobre las ies sobre un tema tan delicado como es el antisemitismo que pulula en los “nidos xenofóbicos de nuestra cultura política y religiosa”.
Considero que se equivocan tanto Cardona y su fobia contra AMLO, como Leo Zuckermann y Aguilar Camín en tratar de encuadrar la designación de Claudia Sheinbaum como tema religioso o pro o anti semitista.
Dinero e intereses, punto
En realidad, esto radica en temas de interés económico y de poder que rayan en la corrupción, sobre todo cuando la CDMX está atravesando por un crecimiento inmobiliario que ha abierto el apetito voraz de los desarrolladores de cualquier religión, preferencia sexual, nacionales y extranjeros, como sucedió en el Estado de México en la administración de Arturo Montiel, que llevó a las desarrolladoras como GEO, ARA, Urbi, Sada a los cuernos de la luna, y se convirtió en uno de los puntos de mayor corrupción del exgobernador mexiquense de tan tristes recuerdos.
Sean serios
Como todo en la vida, existen inmensas contradicciones que distorsionan el verdadero fin de las cosas. Por ejemplo, como se menciona en el artículo de Leo Zuckermann, el personaje Juan Dabdoub Giacoman cree que Morena es un partido al servicio de los judíos y comunistas y que además tiene vínculos estrechos con algunos sacerdotes y grupos ultramontanos de la Iglesia católica. Uno de los temas que más le irrita son los derechos de la comunidad LGBTTTI.
Juan Dabdoub preside el Frente Nacional Por la Familia, organización ultra conservadora del PAN que se sostiene por un importante grupo de empresarios que en nombre del señor y desde luego de su interés pueden cometer toda clase de atrocidades como el de oponerse a los derechos de la comunidad LGBTTTI o iniciar una “cruzada” para obtener contratos de sus patrocinadores.
Este personaje, originario de Monterrey, Nuevo Leon; al final de cuentas es un empresario que sus intereses están en múltiples negocios dentro de la ciudad, si se considera que es consultor de empresas en el campo de la Mercadotecnia y catedrático de varias universidades de la ciudad de Monterrey; con estudios de posgrado en Brasil, Estados Unidos y el Instituto de Alta Dirección de Empresas, el IPADE, busca influir sobre los gobiernos para apoderarse de nichos de negocios que se gestan en una ciudad dinámica que aspira la modernidad.
Ricardo Anaya igual que Claudia: intereses
De todo ello, solo como muestra baste el tema que pasa actualmente el líder nacional del PAN, Ricardo Anaya y su pleito con El Universal que develó todos los intereses económicos y bajo su influencia como se ha vuelto un terrateniente, para urbanizar y crear centros comerciales.
Pero del otro lado, es lo mismo, es decir, AMLO, Sheinbaum tienen intereses y compromisos adquiridos con propios y extraños, sobre todo en temas de la construcción.
¿De dónde creen que sacan lana?
Durante la administración de AMLO al frente de la Ciudad de México, tuvo dos vías de financiamiento de los famosos cochinitos.
El primero, sin duda alguna es toda la ingeniería financiera que se armó el constructor argentino, Carlos Ahumada y los famosos paquetes de billetes que entregaban enrolladlos en ligas a funcionarios de la administración pejista, como René Bejarano, entonces secretario particular del Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, o del delegado en Tlalpan, Carlos Imaz, entonces el esposo de la secretaria de Medio Ambiente de la ciudad, Claudia Sheinbaum. Sin embargo, durante esa administración, también AMLO tuvo un constructor favorito, José María Riobóo, el constructor del segundo piso. La responsabilidad de la construcción de llevar a cabo el segundo piso estuvo a cargo de la hoy designada precandidata de Morena a la Jefatura de Gobierno, Claudia Sheinbaum .La información sobre las 15 etapas de que constó la obra del Distribuidor Vial de San Antonio quedó, desde 2005, un año antes de que concluyera la administración de AMLO, como clasificadas y no se sabe hasta ahora nada sobre una de las magnas obras de la Ciudad. Entre los datos que han trascendido que sugieren opacidad en el manejo de esta obra, destaca que los contratos de la misma, de 12 kilómetros y que supuestamente costó ocho mil millones de pesos, se entregaron sin licitación a Grupo Riobóo.
¿Por qué son tan importantes las obras para los políticos, que son capaces, incluso de servir hasta de gestores para en esa alianza perversa?
El nuevo aeropuerto
Tan importante es el tema de las campañas que en noviembre de 2015 Andrés Manuel López Obrador solicitó, olvidándose de sus propias instrucciones que da a sus subalternos de no reconocer al gobierno ilegitimo de Peña Nieto y de cuestionar a todo aquel que se le acerque, decidió solicitar una audiencia con el Presidente para presentarle el proyecto alternativo para el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, pues dijo que, a pesar de sus diferencias, se trata de un “patrimonio nacional”.
Para hacer pública su solicitud de audiencia se hizo acompañar de los ingenieros Sergio Samaniego y José María Riobóo.
El dinero no tiene principios, ideologías o religión
De ahí que no existe, en la designación de Claudia Sheinbaum un tema de antisemitismo o favoritismo a la comunidad judía. El origen de la hoy candidata de Morena nada tiene que ver con los intereses que pueden configurarse en la construcción del desarrollo urbano de la Ciudad. Al final lo que se está repitiendo, son esas alianzas entre políticos y constructores que quieren aprovechar proyectos de urbanización, tal como pasó con Arturo Montiel en el estado de México que llevó a las desarrolladoras de vivienda de interés social hasta cotizar en bolsa.
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