Bernie Sanders con sus millennials humillan a Hillary en Nueva York
Por Alfredo Jalife-Rahme
▲ Los legisladores Bernie Sanders y Patrick Leahy hablan sobre la política de migración del presidente Donald Trump, antes de una reunión en el Capitolio.Foto Afp
Y
a se vislumbraban las tendencias en el túnel del tiempo hace dos años cuando formulé la hipótesis: Trump y Sanders: ¿Nuevo despertar contra Wall Street y su Globalización? (http://bit.ly/2NaYXev).
Entonces aduje que “El asombroso nuevo despertar estadunidense del siglo XXI es la suma de dos vigorosas corrientes –del socialista Bernie Sanders, en el Partido Demócrata, y de Donald Trump, outsider mexicanófobo/islamófobo del Partido Republicano– que expresa el hondo malestar de la mayoría de la raza blanca (64 por ciento de la población) de cuello azul contra la globalización de Wall Street”.
Es lo que acaba de suceder en las recientes elecciones primarias: el terremoto político del
inesperadotriunfo de la latina millennial de 28 años Alexandria Ocasio-Cortez, una de las organizadoras de la campaña de Bernie Sanders, quien aplastó al veterano y omnipotente congresista Joe Crowley, de 56 años, en las primarias del Partido Demócrata en Nueva York.
Benjamin Wallace-Wells del The New Yorker expone que la millennial latina pertenece al
legado del movimiento de Sanders(http://bit.ly/2MyvA4v).
La millennial latina era barista, estudió relaciones internacionales y economía en la Universidad de Boston, y venció con una campaña progresista bilingüe en favor de la clase trabajadora del distrito Queens/Bronx. En caso de ganar en noviembre será la mujer más joven elegida en el Congreso.
Su campaña, condensada en un video que se volvió viral, pregonaba el Medicare para todos, universidad gratuita, salario mínimo con mandato federal de 15 dólares, regulación de los gigantes tecnológicos, oposición a los desarrollos inmobiliarios de lujo, rechazo al financiamiento electoral por las trasnacionales y abolición del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas que representa la vanguardia de las políticas migratorias de Trump.
Huffington Post comenta que su triunfo es prueba de que las publicaciones de los millennials merecen atención y coloca en relieve el desprecio de The New York Times (NYT) por las publicaciones Elite Daily, Mic y Refinery29 “populares entre los millennials –nacidos entre 1982 y 2000 que representan mas de 80 millones y más de la cuarta parte de la población de EU– y las mujeres” que juzga(ba) que no acapara la
audiencia nacional. En la propia ciudad, el otrora legendario rotativo NYT ignora la composición de su electorado (http://bit.ly/2yRJD3q). ¡No comment!
La millennial latina “es miembro de los Socialistas (¡mega sic!) Democráticos de EU”. La palabra
socialistaes anatema para la clase otrora
políticamente correcta.
Según The Washington Post se gesta un movimiento juvenil femenino muy importante en el seno del Partido Demócrata: “la mayoría de los demócratas de la Cámara de Representantes o son mujeres, gente de color u homosexuales. (…) De los 64 candidatos más competitivos, 19 no cumplen 40 años y 26 son mujeres”.
The Cook Political Report comenta que
las mujeres del Partido Demócrata superan a los hombres por 15 puntos en las primarias(http://bit.ly/2KuYZiR).
Pero que no canten victoria tan pronto los millennials del Partido Demócrata cuando la jubilación del magistrado Anthony Kennedy de la Suprema Corte otorga al supremacista blanco Trump la nominación del
potencialmente voto decisivo contra el aborto, derechos homosexuales, derechos electorales y control de armas.
El tsunami de Sanders contra el establishment del Partido Demócrata y su mafiosa maquinaria electoral en manos de los impresentables Clinton sigue su marcha impávida.
Hoy el Partido Demócrata abandona su zona
centristade confort para girar al progresismo de Sanders, notable judío progresista.
En la columna Sinápsis y Sinópsis, del portal Ángel Metropolitano Digital, comenté: “El centro del espectro político se desvanece y se bifurca a sus dos extremos: del lado demócrata multicultural con el progresista Sanders, y del lado Republicano con el supremacismo blanco de Trump.
¿Estamos ante “dos ( sic) EU” diferentes: uno multicultural latino, del lado demócrata, y otro supremacista blanco, del lado republicano de Trump?”.
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