Promete Napo justicia para víctimas de Pasta de Conchos. ¿Pagará sus propias culpas?
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Guarecido en el fuero de senador, Napoleón Gómez Urrutia regresó a México después de un exilio forzado de 12 años en Canadá, desde donde evadía una orden de aprehensión por el presunto fraude millonario que perpetró en contra del Sindicato Minero, al cual dirige.
En una conferencia de prensa, el senador por Morena afirmó que durante la actual legislatura velará por los derechos de los trabajadores, pero también abordó el desastre minero en Pasta de Conchos, Coahuila, sobre el que prometió fincar responsabilidades, rescatar los cuerpos sepultados y buscar una mayor indemnización para los deudos.
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El accidente de Pasta de Conchos ocurrió hace 12 años -lapso que coincide con el tiempo en que Gómez Urrutia permaneció exiliado en Canadá-. En el derrumbe, 65 mineros perdieron la vida, de los que sólo se han rescatado dos cuerpos.
“Las actividades continuaron normal como si nada hubiera sucedido. Hoy tenemos que seguir luchando porque se haga justicia a esas familias. Será una bandera, un ejemplo para el nuevo gobierno”, declaró el legislador.
No obstante, las buenas intenciones con las que se exhibe Gómez Urrutia al presentarse como “defensor del pueblo”, parece no ser más que una estrategia para lavarse las manos por la tragedia del 19 de febrero de 2006, pues como dirigente sindical, también carga con responsabilidad y culpa al no defender en tiempo y forma los derechos de los afectados.
Y los derechos de los afectados consisten en:
1.- Velar por unas condiciones laborales seguras para sus agremiados, en lo cual falló, pues 65 de ellos quedaron atrapados a 490 metros de profundidad y perdieron la vida por un derrumbe causado por una negligencia, mientras el dirigente minero sólo responsabilizaba a la empresa.
2.- Ya ocurrida la tragedia, buscar por todos los medios rescatar a las víctimas. En ello también falló, pues los mineros quedaron atrapados en las profundidades hasta morir.
3.- Después de saber que tras determinado tiempo, las esperanzas de vida allá abajo eran imposibles, “Napo” debió demandar la recuperación de los cuerpos, en lo cual también fue omiso.
Ahora, Gómez Urrutia, regresa del extranjero con una supuesta renovada intención de hacer justicia a de evento que lleva 12 años en la impunidad, a la cual él mismo contribuyó por omisión.
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