jueves, 6 de septiembre de 2018

Alto a la violencia en la UNAM

@PedroDavidOrdazjue 06 sep 2018 08:57
 
  
 
Los estudiantes de la máxima casa de estudios se manifiestan contra la violencia en las instalaciones
Los estudiantes de la máxima casa de estudios se manifiestan contra la violencia en las instalaciones
Foto propiedad de: Internet

El conflicto que vive hoy la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y que tiene en paro a más de 30 escuelas y facultades tiene un contexto de violencia y disputa por el poder político.
La violencia es resultado directo de la gestión de José Narro Robles, quien por omisión o comisión permitió que diversos grupos de control político se enquistaran en los campus.
En la gestión de Narro los grupos anarquistas tomaron en reiteradas  ocasiones los Colegios de Ciencias y Humanidades, Dirección General de los CCH e incluso la Rectoría. En las tomas no solo causaron destrozos, robaron equipo, sino que incrementaron su presencia en diversos planteles. (SDP Noticias 2013, Reportaje especial: Grupos violentos gozan de impunidad en la UNAM; el caso Naucalpan. Disponible en: https://www.sdpnoticias.com/local/ciudad-de-mexico/2013/02/07/reportaje-especial-grupos-violentos-gozan-de-impunidad-en-la-unam-el-caso-naucalpan).

Desde el rectorado de Narro se presumió apertura democrática,  voluntad de diálogo y respeto. Sin embargo, en los hechos, las puertas de directores y el propio rector han estado cerradas para la comunidad universitaria.
Durante los ocho años de gestión de Narro y los tres de Enrique Graue Wiechers varios profesores del CCH y otras escuelas han solicitado reuniones con los directores de los planteles para exponer sus precarias condiciones laborales. Los directores de los planteles siempre responden que el asunto es competencia de instancias superiores. Se solicitan reuniones con las “instancias superiores” y la respuesta es que las peticiones se resuelven más arriba. Rectoría no ha atendido a los profesores con el argumento de que las demandas son competencia de la Asociación Autónoma del Personal Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (AAPAUNAM).
Once años y las demandas de los  docentes han sido llevadas al laberinto burocrático, en donde nadie es responsable de nada. A este mismo laberinto se enfrentan los alumnos que tienen algún problema y acuden con la autoridad. Al final los alumnos se desisten de sus peticiones y todo queda en el olvido.
Los elementos anteriores son  importantes para entender el problema que hoy tiene en paro a más de 30 escuelas y facultades de la UNAM y que tuvo su origen en el CCH Azcapotzalco.
A un mes de iniciadas las clases, la  dirección no había contratado a varios profesores. Los alumnos comenzaron a quejarse de que no tenían clases y en lugar de abrir canales de diálogo la respuesta fue la cerrazón de la dirección. Durante una asamblea estudiantil un grupo de porros se enfrentó con anarquistas y estudiantes.
La interpretación que los participantes  dieron a la agresión fue que la directora había mandado a los grupos de choque para impedir la organización estudiantil. La presión fue a tal grado, que Guadalupe Márquez presentó su renuncia a la dirección.
Pero la dimisión no fue suficiente. Los estudiantes convocaron a una marcha a rectoría. La movilización tuvo lugar el día tres de septiembre. Al llegar a la explanada porros uniformados con jersey comenzaron a lanzar petardos a los jóvenes con saldo de varios heridos, dos de ellos de gravedad.
La agresión generó de inmediato el repudio de la comunidad universitaria. El ataque se dio en el corazón de la UNAM, el patrimonio cultural de la humanidad y símbolo de la libertad y el pensamiento.
El asalto se transmitió en directo por redes sociales. En las imágenes se percibió la violencia, la cobardía del ataque. De ahí la indignación de toda la comunidad universitaria. Los agresores fueron identificados como integrantes de los grupos 32 del CCH Azcapotzalco, 3 de marzo del CCH Vallejo, la Federación de Estudiantes de Naucalpan y Pedro de Alba de Prepa 9. Grupos que han tenido participación activa en campañas electorales del PRI, PAN y PRD, en Ecatepec, Neza y en la gubernatura del Estado de México y en el Distrito Federal.
Los grupos porriles tienen historia de agresiones a estudiantes y profesores  en las inmediaciones de los planteles. Sus integrantes se drogan y alcoholizan en la vía pública, pero pocas veces son sancionados por autoridad alguna.
Pero la reacción de parar las escuelas  va más allá del ataque de los porros, hay un contexto de violencia y disputa por el poder político. En los últimos tres años se incrementó la violencia contra la UNAM y su comunidad. El rectorado del Dr. Enrique Graue Wiechers se ha caracterizado por la violencia que se vive dentro y fuera de los campus. La violencia es provocada por asaltantes, narcomenudistas y grupos de choque.
En junio de 2016 fue asesinado el jefe de servicios de la Facultad de Química, José Jaime Barrera Moreno, dentro de las instalaciones de la UNAM. El crimen se lo atribuyó el grupo autodenominado Individualistas tendiendo a lo salvaje.
En marzo de 2017, un joven de 18 años, alumno de la Preparatoria 3 fue  asesinado en un asalto ocurrido en los alrededores del plantel. En mayo de ese mismo año, Leslie Berlín Osorio Martínez, joven de 22 años fue asesinada frente a la Facultad de Ingeniería. Un hombre mató a otro de un balazo en la cabeza afuera de la Preparatoria 8. Luis Roberto Malagón de Gaona fue encontrado con vida en un pozo de inmersión entre las Facultades de Medicina y Odontología, golpeado y semi inconsciente, pero luego murió. En junio el estudiante de odontología Víctor Manuel Orihuela fue golpeado por sujetos antes de ser hallado muerto a un costado de la Facultad de Filosofía y Letras.
Varias mujeres denuncian haber sido víctimas de violaciones y abusos sexuales dentro de las instalaciones de Ciencias Políticas, Trabajo Social y diversas Facultades. Entre agosto de 2016 y febrero de 2018 se ha presentado en promedio más de 20 quejas por mes, a causa de la violencia de género.
En febrero de este año una profesora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán fue atacada a balazos cuando salía del estacionamiento del  plantel. Ese mismo mes se registró una balacera entre narcomenudistas en Ciudad Universitaria que dejó dos muertos.
El reportero Humberto Padget documentó la venta de drogas en Ciudad Universitaria y ha denunciado en diversas ocasiones que su vida corre peligro, debido a que las autoridades de la Procuraduría de Justicia del DF  entregó la dirección de su domicilio a los narcomenudistas que exhibió.
En abril asesinaron y quemaron a Graciela Cifuentes, fotógrafa y maestra  de la UNAM, y su hija Sol Cifuentes, estudiante de Arquitectura y el mes pasado secuestraron asesinaron y quemaron a una estudiante del CCH Oriente.
Este es el contexto en el que viven los universitarios, por ello resultaba previsible que el ataque del pasado lunes generaría esta reacción, la agresión se dio mientras el rector Graue se encontraba en el primer informe de labores de Enrique Peña Nieto. Hay también una transición de poderes al nivel federal y se genera en el marco de una lucha interna en rectoría por el control de la propia Universidad Nacional.
La indignación es por la violencia que se  vive en todas las aulas de la UNAM, por la impunidad y la falta de interés de las autoridades por resolver y actualizar el marco jurídico de la institución. Los paros son para mostrar que los universitarios no estamos dispuestos a vivir con miedo y que participamos activamente en la transformación de la sociedad que nos toca vivir.

REFERENCIAS
SDP Noticias. (2013). Reportaje especial: Grupos violentos gozan de impunidad en la UNAM; el caso Naucalpan. Disponible en: https://www.sdpnoticias.com/local/ciudad-de-mexico/2013/02/07/reportaje-especial-grupos-violentos-gozan-de-impunidad-en-la-unam-el-caso-naucalpan

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