martes, 4 de septiembre de 2018

Fernández Noroña: mucho ruido y ¡qué pocas (nueces) tuercas!

@maloguzmanveromar 04 sep 2018 06:38
 
  
 
Su enojo con Muñoz Ledo no es que él haya entrado al recinto y Noroña no, sino cómo lo calló el primero de septiembre en la Cámara de Diputados y además con todas las de la ley
Su enojo con Muñoz Ledo no es que él haya entrado al recinto y Noroña no, sino cómo lo calló el primero de septiembre en la Cámara de Diputados y además con todas las de la ley
Foto propiedad de: Internet

“Siempre verás al ignorante y necio darse humos de talentoso y vivo”. Simón Bolívar

¿Qué busca Fernández Noroña?

Claramente las costumbres mueren al último, y el flamante diputado no está conduciéndose como legislador, sino disfrazándose como oposición critica a un gobierno que va de salida. 
Más aún, lo que sucedió ayer en el Zócalo no fue un acto de contrarios. Fue una puesta en escena para llamar la atención, y eso no lo requiere ni la izquierda, ni su partido, ni la democracia y menos aún el país.
Si bien todos los políticos tienen intenciones —una agenda pública y una personal—, a diferencia de Porfirio Muñoz Ledo o Martí Batres Guadarrama, que están en su papel de gobierno como presidentes de otro poder (y por ende cumpliendo su responsabilidad de velar por las instituciones, que no de traidores), GFN tiene como objetivos el protagonismo y la popularidad. 
No nos “chupemos el dedo”. El fin de apersonarse a las puertas de Palacio Nacional, más que ingresar al evento, era provocar un zafarrancho. ¿Por qué? En razón de que le da notoriedad en medios y en redes sociales.
¿O acaso ya se nos olvidó que hace apenas un par de años él buscaba posicionarse para construir una candidatura a la Presidencia —sí, para ser presidente de la República— por la vía independiente? Esos fines no se abandonan así tan fácilmente...

Decídete: plan “A” o plan “B”

Tan cierto es que lo único que busca Fernández Noroña es ser noticia y jalar el foco a su actitud, que si estaba afuera de Palacio Nacional era porque quería pasar (plan A). Al no lograrlo (plan B), entonces fulmina a Porfirio Muñoz y a Martí Batres por hacer eso mismo: pasar el recinto donde EPN emite su mensaje con motivo del 6to. Informe de Gobierno. Por fin, ¿en qué quedamos? ¿No que él también quería pasar? 
Atacar por atacar puede redituarle a Fdz. Noroña en el corto plazo, pero no puede tener dos planes para cada situación y siempre procurar con esa estrategia “ganar foco”. Al final, aparecerá como bipolar, cínico, hipócrita o una mezcla de todo lo anterior.

Jugar a la casita y el respeto a las instituciones

Fernandez Noroña aceptó jugar a ser legislador, y lo hizo por la vía institucional. Ahora debe acatar las reglas del juego, y las reglas institucionales son muy claras: el presidente en funciones entrega un informe y luego viene un periodo nada corto de la glosa del mismo, en que las distintas dependencias del ejecutivo rinden cuenta del estado que guarda la nación. 
GFN finge ser oposición, en lugar de ser el diputado, que como tal, ya es parte del Estado, del poder legislativo y del gobierno. Desafortunadamente, busca romper con la institucionalidad cuyas reglas les proveen de un espacio regulado a todos los legisladores para llamar a rendir a cuentas al ejecutivo. Más allá del fuero al que aludió, debería recordar que él también es funcionario público (Constitución, Art. 108).

Las lágrimas afuera de Palacio Nacional

Sin duda, si hubiese conseguido entrar al recinto donde EPN dio el mensaje con motivo de su último informe de gobierno (insisto, creo que ese era su plan B), GFN tenía toda la intención de armar un mitote y una serie de interpelaciones al primer mandatario. Lo cual hubiera jalado más reflectores, y de cierta forma, volver a Morena un partido intransigente y contraproducente en este momento. 
En cambio, como fue, a todos nos permitió escuchar una sarta de mentiras. Su enojo con Muñoz Ledo no es que él haya entrado al recinto y Noroña no, sino cómo lo calló el primero de septiembre en la Cámara de Diputados y además con todas las de la ley.
La próxima vez que quiera interrumpir en la Cámara se aconseja lea primero el reglamento interior del Congreso. Insistimos, es legislador, ya no es viable ni legal que sólo interrumpa a viva voz, cuando existen formas para hacerlo, conforme a derecho.
Algunos podrán decir que era derecho del recién inaugurado legislador ingresar a Palacio Nacional y hacerlo para interrumpir al presidente e incluso reclamarle a voz alzada. Pero quienes eso afirman, olvidan que tener el derecho no siempre lo hace ser lo correcto. Los escenarios se respetan. Y más en estos momentos en que el presidente electo solicita generar un ambiente de concordia y de reconciliación, y  “el pueblo”, en cuya representación hablan, se inclina por eliminar este tipo de actitudes protagónicas en la clase política entrante.
También olvidan que al presidente (con razón o sin ella) iniciando con Calderón, se le vetó la entrada al Congreso a presentar su mensaje, a partir de ese momento, el secretario de Gobernación es quien entrega el mensaje al Congreso y el Ejecutivo da un mensaje fuera de la cámara legislativa. A esto hay que sumar la glosa ya comentada. 
Si el poder legislativo no permite la entrada del ejecutivo (otra vez, con razón o sin ella), es tácita la respuesta del segundo: puede dar el mensaje donde quiera y dejando entrar solo a un determinado número de personas. Efectos secundarios no deseados de una acción pasada de otra legislatura del Congreso de la Unión.
La gente votó por AMLO porque entre otras cosas, prometió la pacificación del país, lo cual, siendo francos, hace que la gente desee transitar del rol de oposición al papel de construcción de gobierno y de una nueva realidad de progreso nacional. Gerardo FdzNoroña se quedó en lo primero y no entiende que incluso la misma gente que lo apoyaba en ese papel, muy pronto lo querrá ver desempeñando el segundo.
En ese sentido, sería bueno que el diputado petista se piense mejor su estrategia de provocar un (ridículo) show porque —la verdad sea dicha— en el mediano plazo perderá más seguidores entre el pueblo de México de los que ganará.

La transición institucional en este mes patrio

Esperamos que la austeridad (por ejemplo, ahora el Senado se va a ahorrar la manutención de 160 vehículos, subastando estos y los bonos anuales a los senadores por 50 mdp), el republicanismo y el respeto al disentir de los miembros del poder legislativo sean eso y no solo de dientes para afuera. Son señales de una nueva forma de gobernar legislando, y será aplaudido al llevarse a cabo. 
Es la misma institucionalidad, que dicho sea de paso, —por ahora, al menos— le confiere fuero al propio Fernández Noroña para dedicarse a hacer lo que tendría que hacer a plenitud: legislar con todo la fuerza del ejercicio de la norma.

Dejar de ser oposición y dedicarse a legislar

Los empujones y la censura contra Fernández Noroña no tienen justificación, pero siendo absolutamente francos, no es él quien tiene que reclamar se respeten sus derechos. 
De hecho, GFN carece de toda legitimidad para hacer ese reclamo pues él es la viva imagen de la falta de respeto, de la provocación y de la agresión verbal, hasta hace unos días desde la oposición y a partir del 1 de septiembre desde una mayoría. O, ¿qué ya tan rápido se nos olvidó su prepotencia y esa sí represión de una autoridad contra un pobre ciudadano conductor del metrobús que gana, si acaso, 200 pesos al día?
Otros ejemplos sobran en Twitter: ya sea bloqueando a todos los que no soporta, o bien, utilizando una ¿defensa? soez hacia caricaturistas (¿verdad Alarcondibujos?). ¡Es un dibujante! Lo único que dijo era que lo había dibujado flaco, para que GFN sea tan sensible y tenga que relucir el tamaño de sus genitales. ¿Es en serio?

Morena: ¿a cuál le creemos?

Fernández Noroña se ha perfilado como un gritón que busca la atención. Para él, las formas son lo de menos. Sin embargo, esta actitud, además de hacer agua (como la del metrobús, cuando el conductor estaba en lo correcto), vislumbra a una fracción de Morena que tiende a los extremos, no por estar defendiendo una ideología de izquierda como pide Cuauhtémoc Cárdenas, sino por enfrentar y oponerse a cualquier decisión o política pública, presente y pasada. Lo cual no construye, ni permite erigir medidas que cohesionen a la República.
La otra cara de Morena, es la que busca generar confianza en toda la población, tratando de pacificar y calmar los ánimos. La que hasta ahora conocemos de AMLO y esperamos que esta gane. Pero FN lastima esa confianza que construye y pretende Andrés Manuel. 

Bloquéame 

Es tal el encono de Fernández Noroña que a todo aquel que osa molestarlo, lo bloquea sin mayores trámites. A tal grado, que ya hay un movimiento en twitter para buscar un amparo indirecto para que como servidor público, tenga que desbloquear a todos los que tiene bloqueados. ¿Es justo? Pues al menos conforme a derecho, al igual que lo que pidió John Ackerman vs. Ciro Murayama cuando el 2° lo bloqueó, como es autoridad, ante el amparo de Ackerman, prefirió desbloquearlo. 
Mientras tanto, Fernández Noroña puede seguir bloqueando/desbloqueando con el método científico (qué lo explique) que él comenta. Pero lo que ya no puede/debe hacer es seguir sembrando encono solo con la visión de sobresalir para en algunos años, tratar de buscar —otra vez— la Presidencia. Así no, señor Noroña, así no.

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