viernes, 5 de octubre de 2018

Entiendo el enojo por ver en la franquista ¡Hola! a gente de AMLO, pero no es ilegal, y ya…

@FedericoArreolavie 05 oct 2018 06:32
 
  
 
Vaya show con la boda, que complica la revista fifí más fifí de todos los tiempos
Vaya show con la boda, que complica la revista fifí más fifí de todos los tiempos
Foto propiedad de: Internet

El enojo de la izquierda

En efecto, entiendo el enojo de destacados integrantes de la izquierda mexicana, algunos de ellos, como Rafael El Fisgón Barajas, verdaderos pilares del movimiento que después de tantos años de lucha pudo llevar al poder a un hombre honesto y austero como Andrés Manuel López Obrador.
No me sorprendió que El Fisgón, Julio Hernández, Jenaro Villamil, Hernández y Helguera, entre otros, expresaran su inconformidad cuando la revista ¡Hola! anunció que había publicado 19 páginas de la “elegante y romántica boda” de César Yáñez, el colaborador más cercano a AMLO, y Dulce María Silva.

El fundador de ¡Hola!, periodista del régimen de Franco

Lo que hace ¡Hola!, difundir por la vía de elogiarlas las frivolidades de las élites, no es el mejor ejemplo de periodismo.
Los antecedentes de ¡Hola!, revista española con ediciones en varios lugares del mundo, son abiertamente franquistas.
En Wikipedia está la historia de esa revista:
1. La fundó Antonio Sánchez, “quien procedía del diario vespertino La Prensa de Barcelona”.
2. Ese periódico, La Prensa, “pertenecía a la Cadena de Prensa del Movimiento”.
3. ¿Qué era la Cadena de Prensa del Movimiento? Un grupo periodístico español “que existió durante la Dictadura franquista y que pertenecía al partido único del régimen, Falange Española Tradicionalista”.
4. “Tal grupo de diarios franquistas nació después de que una ley estatal del 13 de julio de 1940 entregara al partido único la propiedad de todas las publicaciones, imprentas y rotativas que habían sido incautadas por el estado franquista durante la Guerra civil española”.

Pero fue un evento privado pagado con recursos privados

A pesar de los antecedentes franquistas de ¡Hola! si, como ha dicho Julio Hernández en un video, no tiene nada de criticable la costosa boda pagada por la novia —una mujer empresaria con recursos económicos sobrados—, entonces tampoco tendría por qué cuestionarse que en el paquete que a Dulce María le ofreció el organizador del festejo se incluyera la difusión en ¡Hola!

¡Hola! en los paquetes de bodas; las esquelas de Reforma en los paquetes funerales

Así son las cosas en los grandes acontecimientos. En las funerarias los paquetes que se ofrecen a los clientes incluyen no solo la caja de muerto, las flores, el café, las velas y demás parafernalia luctuosa, sino inclusive la publicación de una esquela grande, mediana o pequeña en el diario Reforma. Tales ofertas suelen ser irresistibles.
En las bodas de cierto tamaño o de cierta relevancia se negocia con revistas del tipo de ¡Hola! que, como dijo Julio Astillero, cobra por la publicación si el evento es de gente rica pero no del todo conocida, o hasta paga si, como es el caso, se trata de personas polémicas —de las que generan curiosidad morbosa— que aumentarán las ventas de ejemplares de papel.
Me dicen que es normal que ¡Hola! ofrezca a cambio de la exclusividad de la boda pagar, por ejemplo, todos los arreglos florales. ¿Así ocurrió? No lo sé. Igual fueron los novios, particularmente la novia, quienes pagaron las 19 páginas y la portada.

AMLO no fue el novio, pero ¡Hola! sí fue la revista consentida de la esposa de Peña Nieto

Independientemente de si Dulce María Silva pagó a ¡Hola! o si fue la revista la que se quedó con la exclusividad cubriendo el costo de las flores, lo cierto es que ella y César Yáñez, tan cercano a AMLO, ya aparecieron en una portada prácticamente monopolizada durante los últimos años por Angélica Rivera y el resto de la familia del presidente Enrique Peña Nieto.
Andrés Manuel ha tenido que salir a defenderse de las críticas diciendo que él no fue el novio, que solo acudió como invitado a una fiesta privada, no a un acto de gobierno, y que, pues ya ven cómo son, los periodistas de la prensa fifí aprovechan cualquier cosa para criticarlo.

¿Solo la prensa fifí anda de criticona de la boda?

Querido Andrés Manuel: te informo que no únicamente la prensa fifí ha criticado la boda y, desde luego, a Morena también, lo que es lógico dada la relevancia de César en el partido político ahora en el poder.
√ Helguera. ¿Ya viste, Andrés, la caricatura de Helguera en La Jornada de este viernes? Una humilde vendedora de periódicos ya no distingue cuál es el órgano oficial de difusión de Morena, si Regeneración, el diario que tanto ha defendido la austeridad republicana, o la revista ¡Hola! en la que César y Dulce posan felices.
√ Mexico SA. ¿Leíste, Andrés Manuel, la columna México SA de Carlos Fernández-Vega también en La Jornada? Lo cito: “Boda fifí: muy su dinero, desde luego, pero César Yáñez bien pudo evitar la grotesca muestra de ostentación y frivolidad, sello de panistas y priístas (para no ir más lejos, pregunten a La Gaviota sobre sus apariciones en ¡Hola!). Entonces, no sólo hay que parecer; hay que ser”.

Estos tuits de gente de la prensa de izquierda, esto es, no fifí, deben servir para poner a reflexionar a AMLO:

La prensa fifí, desde luego, también se lanzó con todo

√ Los Junco, de Reforma. En su comentario, el mencionado Fernández-Vega de La Jornada coincide con la familia Junco de la Vega, propietaria de los diarios del Grupo Reforma (El Norte, de Monterrey; Reforma, de la Ciudad de México, y Mural, de Guadalajara). El pseudónimo de esa familia (Manuel J. Jáuregui en Reforma y Mural, y El Abogado del Pueblo en El Norte), también exige a los colaboradores de AMLO —por cierto, usando una expresión a mi juicio misógina— que sean como la mujer del César (no Yáñez, sino el de Roma): que “no sólo debe ser casta, sino parecerlo”. Y es que en opinión de Manuel J. Jáuregui o El Abogado del Pueblo, la boda de César y Dulce María “fue lo más alejado a la imagen de ‘austeridad republicana’ que ofrece —y no ahora, sino desde hace años— López Obrador”.
√ @rivapa. Raymundo Riva Palacio, en El Financiero, habla este viernes de “frivolidad en la 4ª Transformación”. Es muy fuerte su crítica.
√ Hiriart. También en El Financiero, Pablo Hiriart habla de “la boda de la demagogia en ¡Hola!”. En algo tiene razón este columnista: el evento privado dejó de serlo cuando los novios autorizaron que se publicara en la más importante y cursi revista del corazón.
√ The Guardian. El periódico británico The Guardian cuestionó la boda por su “frivolidad y excesos”.
√ El País. El diario español redactó la nota enfatizando que se desataron las críticas contra el presidente electo López Obrador por la ostentosa boda de su colaborador.
√ Elisa. En El Universal, Elisa Alanís, también habla de la boda fifí y recuerda que el escándalo de la Casa Blanca de Peña Nieto “comenzó por una foto, precisamente en la portada de la revista ¡Hola!”.
√ Martha. En El Heraldo de México, la columnista Martha Anaya charlaba con Elena Poniatowska acerca del Fondo de Cultura Económica y su nuevo director, Paco Ignacio Taibo II, cuando a la escritora le llevan la revista ¡Hola! “Y que se pone a hojearla”. La periodista Anaya no repitió todo lo que comentó Poniatoska, “pero sí lo central sobre la boda de César Yáñez: ‘¡Ayyy, es ridículo; qué ridículo, verdad… Esto está mal, llena de oprobio a Andrés Manuel’…”.

Los padrinos de la boda fifí

Por cierto, el pasado lunes a la fiesta la bautizaron al mismo tiempo como “boda fifí” el diario Reforma, fifí entre los medios fifís, y Hernández, monero del periódico menos fifí de México, La Jornada. Dos padrinos de lujo.

Mi opinión

No veo nada malo ni en la boda tan cara ni, tampoco, en las 19 páginas de fotos que la franquista ¡Hola! dio a los novios. Todo fue pagado con recursos privados y ahí debe quedar la discusión.
César, después de la luna de miel, regresará a su trabajo como el discreto, eficaz y austero colaborador de AMLO que ha sido durante tantos años.
En su casa, seguirá disfrutando —o sufriendo, uno no sabe nunca nada— el recuerdo de tan rumbosa boda.
Eso sí, ojalá que Andrés Manuel explique a sus colaboradores que no quiere volver a verlos en ¡Hola! o revistas similares. Ya bastante complicadas son las cosas con los diarios mexicanos que frente a ¡Hola! que, la verdad sea dicha, son prensa fifí bastante descafeinada.

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