La ley Taibo y las consultas populares : ¿Presagios de autoritarismo ?

JOSÉ LUIS CAMACHO ACEVEDO@jlca007vie 30 nov 2018 00:08

 

  

 

El nativo de Macuspana prometió gobernar haciendo cumplir cabalmente el texto constitucional.

Foto propiedad de: Internet

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A unas horas de asumir el cargo de Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador sufre las consecuencias de caer nuevamente en la trampa de sus propias palabras, una trampa que lo hace ver incongruente en la medida de que no logra hacer coincidir lo que dice con lo que hace.

El nativo de Macuspana prometió gobernar haciendo cumplir cabalmente el texto constitucional. Y una derrapada hocicona de su gallo para dirigir el Fondo de Cultura Económica, una editorial muy venida a menos, trató de violentar la normatividad que rige a esa institución por la vía de un decreto que la modificara.

El caso de Paco Ignacio Taibo es menor, pero se convirtió en un caso emblemático de esas incongruencias en las que con preocupante frecuencia cae por su atropellamiento declarativo el ya casi primer mandatario mexicano.

Yo ratifico mi opinión de que con Taibo el equipo del tabasqueño no se estaba suicidando, pero también de que no ganaba mucho.

Taibo, buen narrador repito, no es ni con mucho Octavio Paz o Carlos Fuentes.

Se reclutaba pues a un reconocido narrador e historiador, que tiene el pecado de hablar en público con la jerga que casi todos los mexicanos utilizamos en privado, pero corría el riesgo de que la sensibilidad popular no gustara ni de la imagen de gente de barrio que tiene el letrado y menos de que sus expresiones estuvieran matizadas por albures y palabras groseras.

Lo que no calcularon los cercanos a AMLO que pudieron opinar sobre el resbalón idiomático de Paco Ignacio Taibo, fue que el episodio no tenía solamente la intrascendencia de una más de las poses de un intelectual irreverente; sino que se inscribía ya como parte de una forma de gobernar (modificar las leyes para imponer a Taibo en el FCE me parece un riesgo de imagen totalmente innecesario para el de Macuspana).

La protesta por las expresiones de Taibo fueron de un puritanismo que disfrazaba una muy oportuna perversión política de los opositores del casi nuevo presidente.

El efecto de esas protestas fue tan grande que el escritor tuvo que recular enviando el siguiente mensaje en su cuenta de twitter:

“ @Taibo2

Lamento profundamente haber utilizado una frase desafortunada y vulgar y odiaría que se interpretara como una agresión a las causas feministas o de la comunidad gay, a las que he apoyado decididamente durante toda mi vida y con las que estoy claramente comprometido.”

Y seguramente el congelamiento del caso en el legislativo aunicado por los integrantes de la bancada de MORENA, augura que Taibo no se la meterá doblada a nadie.

Como diría el clásico de Juárez: ¡Pero qué necesidad!

De una declaración que traía implícito un involuntario mensaje de autoritarismo, (Taibo sería director del FCE a como diera lugar), se pasó a una condena popular a lo que significan las consultas simuladas sobre la cancelación del aeropuerto de Texcoco y la aprobación de las 10 acciones prioritarias del gobierno que inicia el primer minuto de mañana.

Si el ciudadano Andrés Manuel López Obrador pujara porque su amigo Taibo obtuviera un cargo menor como es el de ser director del FCE, el asunto no tendría la menor relevancia.

Pero resulta que el ciudadano Andrés Manuel López Obrador, dentro de unas horas, será el presidente de todos los mexicanos y para ellos tendrá que gobernar atendiendo sus verdaderos reclamos como son el salir de la pobreza y el vivir en un país seguro y sin violencia.

¡Bienvenido a la realidad de gobernar, señor presidente López Obrador!