sábado, 8 de diciembre de 2018

Paco Ignacio Taibo II la caga otra vez

@NietzscheAristovie 07 dic 2018 20:28
 
  
 
 Taibo tiene en general un reconocimiento como escritor y promotor del libro
Taibo tiene en general un reconocimiento como escritor y promotor del libro
Foto propiedad de: Internet

Paco Ignacio Taibo 2 se equivoca. No se eligió a López Obrador y a Morena el pasado primero de julio para tener derecho a la vulgaridad, el alarde y la prepotencia. Injustificable lo que ha dicho el escritor en la FIL de Guadalajara respecto al procedimiento para su designación como director general del Fondo de Cultura Económica (FCE); ya sea a través de la modificación de la ley en el Senado o un edicto presidencial. Por algo más simple que sus barbaridades, despidieron a Nicolás Alvarado, por criticar a Juan Gabriel; por algo peor, por misoginia cruda, corrieron a Marcelino Perelló. Ambos, de la UNAM.
PUBLICIDAD
El análisis de las palabras de Taibo ha sido equivocado. Su vulgaridad no fue una expresión de homofobia o misoginia, como se ha dicho (ya añaden un concepto de moda, “falocentrismo”). Tampoco se trata de las palabras de un violador, como sugiere la insulsa pedestre Xóchitl Gálvez. Mucho menos tendrían que desdeñarse con cargo a la obra del escritor, o porque no ha sido corrupto, o porque “comparado con lo que se ha hecho en el pasado, esto es nada”. Tampoco es un tema de doble moral, como sugiere el diputado Fernández Noroña. Y para los que defienden su estilo al hablar, ya sabemos que así habla, incluso en su obra se registra esta, digamos, estética de las palabras; pero, otra vez, en su casa, en privado, lo que quiera, no con una función pública de por medio.
La grosería, el insulto de Taibo en Guadalajara es una expresión de prepotencia, un alarde, una arrogancia; palabras dichas desde una posición poder: Si de aquí en tanto el Senado no cambia la ley en mi favor, el presidente, que es mi “cuate”, hace un edicto para que yo sea Encargado del Despacho del FCE, y a la chingada, “¡se las dejamos ir doblada, camarada!”. ¡Pero si contra se votó el primero de julio, contra los usos y costumbres del PRIAN!, por un lado. Y por otro, ¡López Obrador ha convocado a la reconciliación nacional!
Taibo la “había regado”, por no decir cagado, al menos en dos ocasiones durante la campaña. Cuando confrontó a Alfonso Romo sobre la reforma energética y cuando llamó a la expropiación de empresas que no apoyaran a López Obrador en caso de que este ganara la presidencia. Por uno de estos arranques, Taibo perdió la oportunidad de dirigir la Secretaría de Cultura del DF en 1997 con Cuauhtémoc Cárdenas, cuando dijo que iba a combatir la corrupción, lo que no está mal. Pero agregó, “No vamos a andar de putos… van a quedar un chingo de manquitos”, pues cortarían muchos “bracitos” (Nacion321; 29-11-18).
Una lástima que se pierda la posibilidad. Porque más allá de todo, Taibo tiene en general un reconocimiento como escritor y promotor del libro. Excepto el temor de algunos sobre la posible ideologización de la editorial, lo que se conoce de su plan para el Fondo luce bien. Programas populares afianzados en una suerte de filosofía vasconcelista.
Y hablando de poesía popular ante esta insensatez de Taibo, un preocupado colega me escribe porque quisiera exorcizar la frase de un locutor del gol (que no resulta de mi agrado, pero en fin): “¡Lo tenía, era suyo y lo dejó ir!”; el “Perro” Bermúdez. Y también cita al filósofo del trópico, uno de los favoritos del presidente López Obrador, Francisco Hernández, Chico Che. Los versos de una de sus canciones (“Qué culpa tiene la estaca”).
La introducción dice así:
Ahora les voy a contar
Como es que el sapo se mata
Él solito sin querer
Un día salta y se ensarta
Nunca deja de saltar
Pasa la vida saltando
Salta que salta que salta,
Y solo se acaba ensartando.

De pronto, viene el estribillo. Una suerte de canto coral batracio a la Aristófanes en Las ranas:
Qué culpa tiene la estaca
Si el sapo salta y se ensarta
Si el sapo salta y se ensarta
La culpa no es de la estaca.

La culpa no es de la estaca, taca taca que taca y taca
La culpa no es de la estaca, taca taca que taca y taca
Si el sapo sala y se ensarta, taca taca que taca y taca
La culpa no es de la estaca, taca taca que taca y taca
Si el sapo salta y se ensarta.”.

Y es que la poesía empieza a estar de moda. El poeta de la música y la palabra, Silvio Rodríguez, acaba de estar en La Chingada, en Palenque (que sin duda nos trae la memoria de Octavio Paz y su célebre ensayo El laberinto de la soledad), recitando al presidente unos versos del poeta cubano Nicolás Guillén (musicalizados por el grupo chileno Quilapayún, recién me entero, cuya versión también la grabó Chico Che):
La muralla
Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.

Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.

— ¡Tun, tun!
— ¿Quién es?
— Una rosa y un clavel…
— ¡Abre la muralla!
— ¡Tun, tun!
— ¿Quién es?
—El sable del coronel…
— ¡Cierra la muralla!
— ¡Tun, tun!
— ¿Quién es?
—La paloma y el laurel…
— ¡Abre la muralla!
— ¡Tun, tun!
— ¿Quién es?
— El alacrán y el ciempiés…
— ¡Cierra la muralla!

Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la hierbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla…

Alcemos una muralla
juntando todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte…

Y ahora, en una suerte de progresión de entremés cervantino, citemos de inmediato otra vez al Nicolás Guillen musicalizado por el genio de la música mexicana, Silvestre Revueltas, en Cinco canciones para niños. Revueltas, que estuvo en 1937 en España, realizando una agonizante travesía marítima (a diferencia de los consentidos Carlos Pellicer y Octavio Paz) en apoyo a la República durante la Guerra Civil española, que sería causa del exilio de muchos ibéricos en México.
Como bien ha señalado Enrique Krauze, el gran ensayista mexicano Daniel Cosío Villegas crearía el FCE precisamente con los escritores del exilio español. Y también llegaría a México la familia Taibo, en 1959. Taibo 2, adolescente ya crecidito, y Paco Ignacio original, el 1, a quien todos, periodistas y escritores, recuerdan y reconocen no sólo como un hombre de cultura, también como alguien amable y gentil. Puedo atestiguarlo. Mis inicios en el periodismo cultural fueron en 1995 con el autor de El Gato Culto, en El Universal.
Volviendo a España, 1937 y al músico de esa genial familia que son los Revueltas, Silvestre realizó un homenaje post-mortem a otro genio del teatro y la poesía asesinado en Granada. Compuso y dirigió el estreno, en Valencia, de la bella pieza orquestal “Homenaje a Federico García Lorca”.
Para bien del FCE y el proceso de transformación del nuevo gobierno, Taibo 2 tiene la obligación de serenarse. Y que la institución editorial tan importante para México y el mundo hispánico, adquiera ese deseable tono vasconceliano del que siempre se habla. 
Aquí, la videocolumna respectiva en youtube: 

No hay comentarios:

Publicar un comentario