domingo, 2 de diciembre de 2018

¿Quién es Carmen Santiago, la líder indígena que entregó el Bastón de Mando a AMLO?

El Bastón de Mando fue entregado al nuevo presidente de manos de una mujer que ejerce uno de los trabajos más peligrosos en el país

Andrés Manuel López Obrador recibe el Bastón de Mando de la defensora del agua Carmen Santiago
AP
Andrés Manuel López Obrador recibe el Bastón de Mando de la defensora del agua Carmen Santiago
Casi siete horas después de protestar como presidente constitucional, Andrés Manuel López Obrador recibió el Bastón de Mando —una distinción que otorgan los pueblos indígenas a quienes debutan en un cargo público y que compromete los gobernantes a actuar con honestidad— en el Zócalo capitalino de parte de una mujer que ejerce uno de los trabajos más peligrosos en el país: ser defensora del agua.
Carmen Santiago es directora de la organización Flor y Canto, que defiende a comunidades originarias que luchan contra proyectos de infraestructura que atentan contra la tierra y el agua. Ella fue la encargada de entregar el simbólico madero de ahuehuete y un exhorto al nuevo presidente: "Queremos ser tomados y tomadas en cuenta en los planes que usted tenga durante estos seis años".
Sentirse ignorada es una frustración constante para Carmen Santiago, una respetada líder de los Valles Centrales de Oaxaca: durante más de 12 años, ella y su equipo han luchado contra mineras extranjeras y autoridades federales y estatales para defender el derecho de las comunidades zapotecas de administrar y cuidar el agua desde sus propios sistemas.
En un país donde solo el año pasado fueron asesinados 207 defensores de la tierra, según la organización Global Witness, la labor de Carmen Santiago y su equipo es intrépida: han recibido amenazas, ataques, robos e intimidaciones para que entreguen sin chistar los recursos naturales de 16 comunidades indígenas oaxaqueñas a inversores mayoritariamente extranjeros, quienes suelen verse favorecidos por las autoridades.
Por ejemplo, Flor y Canto A.C. logró expulsar en 2013 de Magdalena Teitipac, un pueblo zapoteco de los Valles Centrales de Oaxaca, a la minera Plata Real, filial de la canadiense Linear Gold Corporation, demostrando que los trabajos de exploración de la trasnacional habían contaminado el río y los mantos freáticos de la comunidad con cianuro, arsénico y mercurio.
Pero el triunfo de la comunidad tuvo un alto costo humano: la minera Plata Real fabricó delitos para que los líderes del movimiento en defensa del territorio fueran arrestados. Se les acusó de homicidio y tras un largo juicio, Carmen Santiago y su equipo demostraron que eran cargos falsos y creados para intimidar a los defensores, según Flor y Canto A.C.
Este sábado, a más de 460 kilómetros de su comunidad, Carmen Santiago hizo historia al entregar, por primera vez, un Bastón de Mando a un presidente constitucional en una ceremonia pública y en el día de la toma de protesta. En sus palabras estaba la carga de más de una década de trabajo riesgoso e ignorado a favor de una de las zonas más pobres de México.
"Sirva para usted mandar obedeciendo al pueblo", le dijo la defensora del agua convertida en sacerdotisa.

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