A todas las fuerzas democráticas: ¡Defended a la
Federación Democrática del Noreste de Siria! Declaración y llamado a la
acción de la Comuna Internacionalista de Rojava. - Armando Soto Baeza
<asbaeza65@riseup.net>
2. [patriaeshumanidad] FIN A LA MASACRE DEL PUEBLO KURDO Y OTROS PUEBLOS DEL
NORTE DE SIRIA - Armando Soto Baeza <asbaeza65@riseup.net>
Federación Democrática del Noreste de Siria! Declaración y llamado a la
acción de la Comuna Internacionalista de Rojava. - Armando Soto Baeza
<asbaeza65@riseup.net>
2. [patriaeshumanidad] FIN A LA MASACRE DEL PUEBLO KURDO Y OTROS PUEBLOS DEL
NORTE DE SIRIA - Armando Soto Baeza <asbaeza65@riseup.net>
Fuente: Comuna internacionalista de Rojava
Menos de un año después del inicio de la guerra criminal contra el
cantón de Afrin, el pueblo del noreste de Siria se enfrenta nuevamente
a una agresión del estado fascista de Turquía y sus aliados islamistas.
Las amenazas del dictador turco Recep Tayyip Erdogan no son palabras
vacías, no son solo propaganda de campaña electoral y no son meras
provocaciones. Con los asaltos al campamento de refugiados Maxmur y a
varias aldeas en Shengal el 13 de diciembre, lo ha dejado claro de
nuevo. De hecho, son la última expresión de las aspiraciones neo-
otomanas expansionistas del régimen AKP-MHP y el anuncio abierto de una
guerra asesina de exterminio contra la revolución en el noreste de
Siria y en todo el Medio Oriente.
Desde el comienzo de la revolución, el estado turco, el régimen sirio y
las potencias imperialistas lideradas por los EE. UU. y Rusia, han
hecho todo lo que estaba en sus manos para eliminar esta revolución.
Pero ni los asesinos islamistas, bajo la bandera de Al-Nusra, la
llamada FSA o la bandera negra del Estado Islámico, ni el aislamiento,
ni la guerra abierta de agresión, pudieron quebrar la valiente
resistencia de la población. En los últimos 6 años de esta lucha, los
pueblos del noreste de Siria, con grandes sacrificios y esfuerzos
demostraron su dedicación a una vida en libertad frente a la opinión
pública mundial. La liberación de Raqqa por parte de las Fuerzas
Democráticas de Siria, y con ello el día a día de la destrucción
completa del califato, marca el inicio de una nueva fase estratégica en
Siria y en toda la región. Con la destrucción del reinado de terror del
Estado islámico, la alianza táctico-militar de conveniencia entre las
Fuerzas de Defensa del noreste de Siria y las potencias imperialistas,
bajo la bandera de la Coalición Internacional, pierde cada vez más su
importancia.
A pesar de las contradicciones que pueden existir entre los poderes
hegemónicos regionales e internacionales, todos coinciden en un punto:
la revolución en el noreste de Siria, la estructura administrativa
democrática de su consejo, el establecimiento de un sector público
ecológico-comunal y el motor principal de la la revolución, que es la
liberación de las mujeres de un sistema de gobierno patriarcal presente
desde hace milenios, constituyen la mayor amenaza para sus intereses
hegemónicos y por esto debe ser aniquilada. En los últimos años, la
revolución en Rojava y en el noreste de Siria se ha convertido en una
fuente de esperanza para todos aquellos que están buscando una vida más
allá del estado, el capital y el patriarcado. Es un faro que puede
mostrar a los oprimidos y explotados de esta tierra la salida de la
oscuridad de la modernidad capitalista, y ha demostrado de una vez por
todas que el “fin de la historia”, proclamado por aquellos en el poder,
no es más que una simple mentira . Es el ejemplo vivo de que incluso
hoy, en el siglo XXI, otro mundo es posible.
La guerra contra Afrin, el apoyo internacional a las masacres contra la
población civil, las bombas de la OTAN que caían sobre nuestros amigos,
los tanques Leopard alemanes, a cuyo paso se suponía que nuestra
esperanza debía ser aplastada, fueron la primera expresión clara del
nuevo frente imperialista contra la revolución en el Medio Oriente, y
un presagio de lo que nos espera. Todos los que estamos aquí hemos
aprendido algo de Afrin: no confiar en nada que no sea nuestra propia
fuerza. No damos la menor credibilidad a las declaraciones de las
fuerzas internacionales y tampoco apelaremos a nadie. Hemos conocido
extensamente tanto a amigos como a enemigos, y sabemos que nuestros
únicos aliados en esta lucha son la democracia internacional, las
fuerzas revolucionarias y aquellos que sueñan con un mundo diferente y
con quienes luchamos por un futuro libre.
Hacemos un llamamiento para la preparación una nueva fase de
resistencia, acción y lucha colaborativa. Llamamos a todos aquellos que
estuvieron en las calles por la defensa de Afrin el año pasado, que se
organizaron en los numerosos comités de solidaridad, que convirtieron
el Día Mundial de Afrin en una expresión de solidaridad mundial y que
temían con nosotros por cada calle de Kobanê. También a todos aquellos
en Europa y en el mundo entero que declararon explícitamente su enfado
y su odio hacia los enemigos de la humanidad, los instigadores de la
guerra y los partidarios del fascismo turco. Nuestro mensaje fue y es
inequívoco: si la guerra contra la revolución es internacional,
entonces nuestra resistencia también lo es. Demostremos juntos que esta
revolución es la lucha de todos, que Rojava es nuestra esperanza y que
defenderemos el futuro juntos.
Que los ataques se produzcan en esta fase no es casualidad. Hoy en día,
el sistema capitalista internacional actúa desde una posición de
debilidad. La crisis estructural de la civilización actual ya no se
puede encubrir y cada día más personas comienzan a despertarse y a
luchar contra este sistema opresivo. Lo vemos en las calles de Francia,
en la protesta contra la cumbre del G20 en Buenos Aires (Argentina), en
la huelga de mujeres, en los #NiUnaMenos y en las protestas en el
bosque de Hambach. Los poderes del antiguo orden intentan mantenerse
vivos con el estado de emergencia, el terrorismo de estado y el
fascismo abierto, pero sus días están contados si nos organizamos y nos
enfrentamos a los ataques contra nuestras vidas juntos. Aprovechemos la
fuerza que sacamos de la revolución e intensifiquemos nuestra lucha. Si
reconocemos nuestro poder conjunto, podremos lanzar este sistema al
montón de estiércol de la historia de una vez por todas. Contra la
ofensiva de la modernidad capitalista es vital organizar la defensa y
la revuelta de la modernidad democrática en todas partes.
Para nosotros, como parte de la Comuna Internacionalista de Rojava, hoy
también comienza una nueva fase. Nos reunimos en Rojava para apoyar las
estructuras civiles de esta revolución, para aprender, entender y
contribuir. De la misma forma que a la población de Rojava, esta guerra
nos ha sido impuesta. Si el enemigo no nos deja otra opción, entonces
no nos quedaremos al margen, sino que participaremos con todas nuestras
fuerzas y todas nuestras habilidades a la preparación de la resistencia
y la defensa de la sociedad y la revolución. Haremos todo lo necesario
para contribuir a esta resistencia. Permaneceremos al lado de la
población contra el ataque fascista. Puede ser que hayamos llegado aquí
desde diversos lugares con ideas y trabajos diferentes, pero esta
tierra también se ha convertido en nuestro hogar durante los últimos
años. Así pues, nosotros también vamos a participar en la movilización
social del autogobierno en el noreste de Siria, empezada el 12 de
diciembre.
Manteneros al lado de la revolución, levantad la voz, salid a las
calles, uniros a los comités de solidaridad ya existentes y a los
grupos de resistencia y encontrad otros adicionales. Iniciad acciones
de desobediencia civil para crear conciencia sobre la situación en
Rojava y enviad un claro ejemplo de solidaridad.
¡Codo a codo contra el fascismo!
¡Larga vida a la solidaridad internacional!
¡La revolución prevalecerá, el fascismo será aplastado!
Comuna Internacionalista de Rojava
Federación Democrática del Noreste de Siria
20 de diciembre del 2018
FIN A LA MASACRE DEL PUEBLO KURDO Y OTROS PUEBLOS DEL NORTE DE SIRIA
“¿Qué harías si alguien fuera a tu casa y te atacara? Por supuesto que
te defenderías. Nos defenderemos, no estamos para rogar a los demás”
Salih Muslim, representante kurdo del PYD
Nuevamente retomamos la palabra, aquí en el México de abajo, para
hacernos escudo contra las amenazas de invasión militar del régimen
dictatorial turco en contra de las hermanas y hermanos del Norte de
Siria y sus esfuerzos por construir un sistema de vida democrático con
justicia, equidad y convivencia armónica entre los pueblos. Hablamos de
las poblaciones kurda, árabe, yazidi, armena, caldea, circasiana,
turcomana y de otros pueblos que conviven pacíficamente en el rincón
más seguro del matadero sirio: la región del Rojava y su democrática
Federación del Norte de Siria.
Probablemente han escuchado hablar del Estado Islámico. Es un grupo
terrorista muy nombrado por los medios de comunicación oficiales de
todo el mundo: se trata de un enorme grupo paramilitar que nació entre
Siria e Iraq, cumpliendo allá muchísimas masacres y otras atrocidades
como el secuestro de miles de mujeres para usarlas como esclavas
sexuales, aunque se ha vuelto famoso por sus frecuentes y feroces
ataques terroristas contra civiles en el corazón de los países
occidentales. En los titulares frecuentemente escuchamos algún
presidente de países como Estados Unidos, Rusia, Francia o Reíno Unido
hacer declaraciones grandilocuentes contra este grupo que se dice
islámico, aunque use al Islam como pretexto de conquista y aniquilación
de la vida ajena. Eso se dice en los medios, pero en la vida real,
afuera de las pantallas, la lucha contra el Estado Islámico ha sido
llevada a cabo, especialmente en los últimos 4 años, por las fuerzas de
autodefensa de la revolución de Rojava, estas mismas que el gobierno de
Turquía pretende aniquilar: las guardias populares de las Unidades de
Defensa del Pueblo (YPG) y de las Unidades de Defensa de las Mujeres
(YPJ), aliadas con milicias de pueblos árabes en las Fuerzas
Democráticas Sirias (SDF), son los que han puesto de rodillas al Estado
Islámico, liberando a cientos de pueblos que se encontraban bajo el
control mortífero de estos violadores y asesinos.
Hace pocas semanas las SDF tomaron casi del todo Hajin, la última
ciudad en mano del Estado Islámico. El día siguiente el gobierno de
Turquía, financiador y aliado estratégico de este grupo terrorista,
declaró como inminente la invasión del Rojava. A los pocos días el
presidente de Estados Unidos anunció las retiradas de las tropas
yanquis del Norte de Siria y la venta de 80 misiles Patriot a Turquía,
su aliado de la OTAN. Rusia calla pero ya sabemos que permitió en el
invierno pasado el bombardeo y la invasión de Afrin, parte del
territorio autónomo y democrático de la Federación del Norte de Siria.
Todo parece estar preparando, con la anuencia de los países más
poderosos, la invasión total de este territorio revolucionario donde –
única experiencia en el martirizado Medio Oriente – conviven
pacíficamente pueblos y religiones tan diferentes.
El mismo mundo que grita de coraje e indignación por cada ataque
terrorista del Estado Islámico ahora aprueba o guarda silencio ante la
masacre prevista de quienes combatieron realmente a estos terroristas,
metro por metro, casa por casa, allá en lugar llamado Kurdistán, que
abarca territorios de Siria, Iraq, Turquía e Irán.
Sabemos que esta hipocresía encuentra su sentido político en la idea
común entre todas las fuerzas capitalistas, teocráticas, fascistas,
militares e industriales del mundo: el ejemplo de la gran Comuna de
Rojava, es decir de la Federación del Norte de Siria, no se debe
difundir; según el Poder, no puede existir un lugar en el mundo donde
millones de personas se reúnen en más de 4000 asambleas para decidir el
curso de sus vidas, donde las mujeres ejercen plenos derechos políticos
y sociales, donde el mismo pueblo se autodefiende armas en puño, donde
la justicia se reconstruye en los comités populares y no en los
tribunales y los medios de producción son colectivos, donde nadie
renuncia a su fe, a su lengua, a sus creencias y costumbres sino
aprende a vivirlas juntos con otros y otras muy diferentes: es decir un
mundo donde quepan muchos mundos.
Protestamos enérgicamente contra las declaraciones del gobierno de
Turquía anunciando una inminente operación militar para desalojar a las
guardias populares de las YPG del Norte de Siria; denunciamos el
despliegue de sus fuerzas armadas y de mercenarios en las fronteras de
Rojava y la complicidad de los gobiernos poderosos de este mundo; si
bien el presidente de Turquía, Erdogan, y sus soldados son el gatillo,
todos los poderes capitalistas y fascistas que callan y aprueban son
responsables de este próximo crimen de guerra.
Nosotr@s somos herman@s de sangre roja de los pueblos de Rojava; sus
sueños libertarios son nuestros sueños; ellas y ellos son de nuestra
misma patria, la de abajo y a la izquierda. ¡Con ellas, con ellos,
estaremos!
¡Alto a la masacre en Siria! ¡Ya basta de guerras capitalistas!
¡Viva el pueblo kurdo, el Confederalismo Democrático y la Revolución de
las Mujeres!
Desde México, combativamente:
OIDHO
Nodo Solídale
CODEDI
CAMA
Articulación de la Sierra de Santa Marta
APIIDTT
CINPA
UCIO-EZ
Mexicanos Unidos
Por favor, si están de acuerdo como organizaciónes y colectivos de
México en apoyar a los pueblos del Kurdistán manden sus firmas de
solidaridad a nodosolidale@autistici.org
Fin de compilación de la lista patriaeshumanidad - vie, 28/dic/2018“¿Qué harías si alguien fuera a tu casa y te atacara? Por supuesto que
te defenderías. Nos defenderemos, no estamos para rogar a los demás”
Salih Muslim, representante kurdo del PYD
Nuevamente retomamos la palabra, aquí en el México de abajo, para
hacernos escudo contra las amenazas de invasión militar del régimen
dictatorial turco en contra de las hermanas y hermanos del Norte de
Siria y sus esfuerzos por construir un sistema de vida democrático con
justicia, equidad y convivencia armónica entre los pueblos. Hablamos de
las poblaciones kurda, árabe, yazidi, armena, caldea, circasiana,
turcomana y de otros pueblos que conviven pacíficamente en el rincón
más seguro del matadero sirio: la región del Rojava y su democrática
Federación del Norte de Siria.
Probablemente han escuchado hablar del Estado Islámico. Es un grupo
terrorista muy nombrado por los medios de comunicación oficiales de
todo el mundo: se trata de un enorme grupo paramilitar que nació entre
Siria e Iraq, cumpliendo allá muchísimas masacres y otras atrocidades
como el secuestro de miles de mujeres para usarlas como esclavas
sexuales, aunque se ha vuelto famoso por sus frecuentes y feroces
ataques terroristas contra civiles en el corazón de los países
occidentales. En los titulares frecuentemente escuchamos algún
presidente de países como Estados Unidos, Rusia, Francia o Reíno Unido
hacer declaraciones grandilocuentes contra este grupo que se dice
islámico, aunque use al Islam como pretexto de conquista y aniquilación
de la vida ajena. Eso se dice en los medios, pero en la vida real,
afuera de las pantallas, la lucha contra el Estado Islámico ha sido
llevada a cabo, especialmente en los últimos 4 años, por las fuerzas de
autodefensa de la revolución de Rojava, estas mismas que el gobierno de
Turquía pretende aniquilar: las guardias populares de las Unidades de
Defensa del Pueblo (YPG) y de las Unidades de Defensa de las Mujeres
(YPJ), aliadas con milicias de pueblos árabes en las Fuerzas
Democráticas Sirias (SDF), son los que han puesto de rodillas al Estado
Islámico, liberando a cientos de pueblos que se encontraban bajo el
control mortífero de estos violadores y asesinos.
Hace pocas semanas las SDF tomaron casi del todo Hajin, la última
ciudad en mano del Estado Islámico. El día siguiente el gobierno de
Turquía, financiador y aliado estratégico de este grupo terrorista,
declaró como inminente la invasión del Rojava. A los pocos días el
presidente de Estados Unidos anunció las retiradas de las tropas
yanquis del Norte de Siria y la venta de 80 misiles Patriot a Turquía,
su aliado de la OTAN. Rusia calla pero ya sabemos que permitió en el
invierno pasado el bombardeo y la invasión de Afrin, parte del
territorio autónomo y democrático de la Federación del Norte de Siria.
Todo parece estar preparando, con la anuencia de los países más
poderosos, la invasión total de este territorio revolucionario donde –
única experiencia en el martirizado Medio Oriente – conviven
pacíficamente pueblos y religiones tan diferentes.
El mismo mundo que grita de coraje e indignación por cada ataque
terrorista del Estado Islámico ahora aprueba o guarda silencio ante la
masacre prevista de quienes combatieron realmente a estos terroristas,
metro por metro, casa por casa, allá en lugar llamado Kurdistán, que
abarca territorios de Siria, Iraq, Turquía e Irán.
Sabemos que esta hipocresía encuentra su sentido político en la idea
común entre todas las fuerzas capitalistas, teocráticas, fascistas,
militares e industriales del mundo: el ejemplo de la gran Comuna de
Rojava, es decir de la Federación del Norte de Siria, no se debe
difundir; según el Poder, no puede existir un lugar en el mundo donde
millones de personas se reúnen en más de 4000 asambleas para decidir el
curso de sus vidas, donde las mujeres ejercen plenos derechos políticos
y sociales, donde el mismo pueblo se autodefiende armas en puño, donde
la justicia se reconstruye en los comités populares y no en los
tribunales y los medios de producción son colectivos, donde nadie
renuncia a su fe, a su lengua, a sus creencias y costumbres sino
aprende a vivirlas juntos con otros y otras muy diferentes: es decir un
mundo donde quepan muchos mundos.
Protestamos enérgicamente contra las declaraciones del gobierno de
Turquía anunciando una inminente operación militar para desalojar a las
guardias populares de las YPG del Norte de Siria; denunciamos el
despliegue de sus fuerzas armadas y de mercenarios en las fronteras de
Rojava y la complicidad de los gobiernos poderosos de este mundo; si
bien el presidente de Turquía, Erdogan, y sus soldados son el gatillo,
todos los poderes capitalistas y fascistas que callan y aprueban son
responsables de este próximo crimen de guerra.
Nosotr@s somos herman@s de sangre roja de los pueblos de Rojava; sus
sueños libertarios son nuestros sueños; ellas y ellos son de nuestra
misma patria, la de abajo y a la izquierda. ¡Con ellas, con ellos,
estaremos!
¡Alto a la masacre en Siria! ¡Ya basta de guerras capitalistas!
¡Viva el pueblo kurdo, el Confederalismo Democrático y la Revolución de
las Mujeres!
Desde México, combativamente:
OIDHO
Nodo Solídale
CODEDI
CAMA
Articulación de la Sierra de Santa Marta
APIIDTT
CINPA
UCIO-EZ
Mexicanos Unidos
Por favor, si están de acuerdo como organizaciónes y colectivos de
México en apoyar a los pueblos del Kurdistán manden sus firmas de
solidaridad a nodosolidale@autistici.org
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