martes, 29 de enero de 2019

AMLO pedía no satanizar a la CNTE, hoy no puede con ella ni le quiere aplicar la ley

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El clima de tensión que está generando el bloqueo de las vías ferroviarias hacia el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, ha escalado a reclamos del sector empresarial, empleados del puerto y población en general.
Ante estos reclamos el presidente, Andrés Manuel López Obrador, se ve atado de manos ante los amagos de una organización que él mismo alentó y pidió no “satanizarlos”, a una declaración del 23 de agosto del 2013, cuando estaba en la formación de Morena.
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Pero la realidad es otra, tal y como lo dice en su columna “Itinerario político”, el periodista, Ricardo Alemán indica que la inacción contra este grupo no se lleva a cabo porque,  “que sirve como garrote” para someter a gobernadores y empresarios.
Así es, a pesar de haber sustentos jurídicos en los artículos 40, 167 y 164-Bis, en relación al bloqueo y modificación a las vías federales de comunicación, delitos en pandilla y entre otras, el presidente simplemente no actúa.
A pesar de decir que envío los recursos económicos para el pago de sus exigencias laborales, al parecer este grupo no se quitará, además de que el gobierno federal y estatal se encuentran peleando para ver quién aplicará la ley.
El presidente, sólo evade el tema de la aplicación de la ley, lanza el problema al estado de Michoacán, quien aduce que es un tema federal, mientras miles de escuelas no tienen servicio y las pérdidas millonarias crecen día a día.
Pareciera un plan que pretende desgastar a la población y generar un ambiente político agradable al presidente y justifique una acción propia del estado, haciendo quedar mal al gobierno estatal que se ve inactivo. La CNTE se desplazará a otro estado y hará lo mismo.
La conveniencia de tener a este grupo incendiario es apoderase de los temas, sociales y políticos donde ni el presidente, ni su partido político tienen presencia electoral importante, tal es el caso de Michoacán un estado gobernado por la oposición.

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