• La guerrilla LGBT de Siriafoto: https://twitter.com/IRPGF Debido al asesinato de homosexuales por parte del Estado Islámico lanzándolos de altos edificios o decapitándolos, se formó un grupo armado para defender la libertad de género con el lema...

  • La guerrilla LGBT de Siria

    Debido al asesinato de homosexuales por parte del Estado Islámico lanzándolos de altos edificios o decapitándolos, se formó un grupo armado para defender la libertad de género con el lema “estos maricones matan fascistas”. 
    Formado en el mes de julio de 2017, el Ejército Queer e insurrecto de Liberación, más conocido como TQILA (por sus siglas en inglés), se presentó como una facción disidente que lucha no solo contra del Estado Islámico (EI), sino que alza sus armas en contra de las estructuras sociales que ponen en la mira de los fúsiles a las personas con identidades diversas en el medio oriente. Se trata de un movimiento anarquista que forma parte de la Brigada Internacional de Liberación, una unidad militar de izquierda que participa en la guerra civil Siria.
    La lucha contra el Estado Islámico se debe a que este grupo terrorista, aprovechando su poder, impuso sentencia de muerte para ciertos delitos en los cuales está incluida la homosexualidad. Esta norma se basa en la Sharia, un texto de derecho con cimientos religiosos que constituye el código de conducta islámico y en el que se impone que los hombres homosexuales “deben ser lanzados desde una tremenda altura y luego lapidados”. Por culpa de  ese texto comenzó una persecución sistemática que ha sido la responsable del lanzamiento de cientos de personas desde azoteas, que ha lapidado otras cuantas o, incluso, a falta de edificios altos en ciertas ciudades, ha decapitado a los supuestos culpables. Es así como el Estado Islámico asegura, además de su poder militar, su “pureza ideológica”.

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    Pero estas atrocidades son relativamente nuevas. Siria e Irak fueron países laicos en los que las personas con orientaciones sexuales diversas podían llevar una existencia tranquila. Sin embargo, tras la invasión de Irak en 2003, comenzaron a brotar en ciertos sectores radicales el secuestro, la tortura y el asesinato a personas de la comunidad gay. Pero fue hasta las revueltas del 2011 que estas violaciones inhumanas se acrecentaron. El gobierno Sirio inició una campaña que identificaba homosexuales, los detenía en bares y posteriormente los torturaba. De 2012 en adelante estos atropellos no tuvieron pausa. Se calcula que, tan solo el Estado Islámico, ha ejecutado a más de 120 hombres, cifra que podría ser mucho más alta por las dificultades que supone contabilizar y caracterizar los muertos en una guerra que no da tregua y se extiende por todo el territorio.
    Con este cruel avance exponencial en la persecución de los homosexuales, TQILA manifiesta que su compromiso es “luchar contra la autoridad, el patriarcado, la heteronormatividad opresiva, la queer/homofobia y transfobia” además de “aplastar el binomio de género y promover la revolución de las mujeres así como una revolución más amplia del género y la sexualidad”, respaldados por los avances revolucionarios y el campo que abrieron las Mujeres Kurdas en la lucha armada.
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    Según explican, nacieron tras observar el horror con el que las fuerzas “fascistas y extremitas alrededor de todo el mundo han atacado a la comunidad LGBT y asesinado a innumerables miembros de nuestra comunidad declarando que son “enfermos” y “antinaturales”. Pero su lucha no es solo contra el fascismo, sino contra toda expresión de tiranía y opresión, luchando “contra los sentimientos conservadores y feudales anti-queer dentro de la izquierda revolucionaria tanto aquí como en el exterior”.
    De su formación no se sabe mucho. El número de personas que la conforman y el poderío armado con el que cuentan es una incógnita. Algunos investigadores sospechan que se trata de personas en su mayoría extranjeras que se han sumado a esta lucha por la defensa de derechos de la comunidad LGBTI en la región.

    La guerrilla LGBT de Siriafoto: https://twitter.com/IRPGF
    Debido al asesinato de homosexuales por parte del Estado Islámico lanzándolos de altos edificios o decapitándolos, se formó un grupo armado para defender la libertad de género con el lema...
    La guerrilla LGBT de Siria
    foto: https://twitter.com/IRPGF

    Debido al asesinato de homosexuales por parte del Estado Islámico lanzándolos de altos edificios o decapitándolos, se formó un grupo armado para defender la libertad de género con el lema “estos maricones matan fascistas”. 

    Formado en el mes de julio de 2017, el Ejército Queer e insurrecto de Liberación, más conocido como TQILA (por sus siglas en inglés), se presentó como una facción disidente que lucha no solo contra del Estado Islámico (EI), sino que alza sus armas en contra de las estructuras sociales que ponen en la mira de los fúsiles a las personas con identidades diversas en el medio oriente. Se trata de un movimiento anarquista que forma parte de la Brigada Internacional de Liberación, una unidad militar de izquierda que participa en la guerra civil Siria.

    La lucha contra el Estado Islámico se debe a que este grupo terrorista, aprovechando su poder, impuso sentencia de muerte para ciertos delitos en los cuales está incluida la homosexualidad. Esta norma se basa en la Sharia, un texto de derecho con cimientos religiosos que constituye el código de conducta islámico y en el que se impone que los hombres homosexuales “deben ser lanzados desde una tremenda altura y luego lapidados”. Por culpa de  ese texto comenzó una persecución sistemática que ha sido la responsable del lanzamiento de cientos de personas desde azoteas, que ha lapidado otras cuantas o, incluso, a falta de edificios altos en ciertas ciudades, ha decapitado a los supuestos culpables. Es así como el Estado Islámico asegura, además de su poder militar, su “pureza ideológica”.


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    Pero estas atrocidades son relativamente nuevas. Siria e Irak fueron países laicos en los que las personas con orientaciones sexuales diversas podían llevar una existencia tranquila. Sin embargo, tras la invasión de Irak en 2003, comenzaron a brotar en ciertos sectores radicales el secuestro, la tortura y el asesinato a personas de la comunidad gay. Pero fue hasta las revueltas del 2011 que estas violaciones inhumanas se acrecentaron. El gobierno Sirio inició una campaña que identificaba homosexuales, los detenía en bares y posteriormente los torturaba. De 2012 en adelante estos atropellos no tuvieron pausa. Se calcula que, tan solo el Estado Islámico, ha ejecutado a más de 120 hombres, cifra que podría ser mucho más alta por las dificultades que supone contabilizar y caracterizar los muertos en una guerra que no da tregua y se extiende por todo el territorio.

    Con este cruel avance exponencial en la persecución de los homosexuales, TQILA manifiesta que su compromiso es “luchar contra la autoridad, el patriarcado, la heteronormatividad opresiva, la queer/homofobia y transfobia” además de “aplastar el binomio de género y promover la revolución de las mujeres así como una revolución más amplia del género y la sexualidad”, respaldados por los avances revolucionarios y el campo que abrieron las Mujeres Kurdas en la lucha armada.

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    De su formación no se sabe mucho. El número de personas que la conforman y el poderío armado con el que cuentan es una incógnita. Algunos investigadores sospechan que se trata de personas en su mayoría extranjeras que se han sumado a esta lucha por la defensa de derechos de la comunidad LGBTI en la región.

    TQILA representa, para miles de ciudadanos, el deseo y la esperanza de poder enfrentarse contra todo poder que quiera oprimir su libertad sexual, honrando la sangre que se derramó por años y devolviendo las balas que los enterró en la invisibilidad.

    También puedes escuchar el podcast Cartagena trans: Las murallas del machismo

    January 29, 2019 – 0 notes / January 29, 2019
    TQILA representa, para miles de ciudadanos, el deseo y la esperanza de poder enfrentarse contra todo poder que quiera oprimir su libertad sexual, honrando la sangre que se derramó por años y devolviendo las balas que los enterró en la invisibilidad.
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