China prohíbe que aviones y buques militares de EEUU hagan escala en Hong Kong
La medida es una respuesta a Washington por adoptar una ley que apoya las manifestaciones prodemocracia que sacuden la ex colonia británica desde hace seis meses
Hace una semana, Donald Trump provocó la ira de China al aprobar la Ley de Democracia que apoyaba las protestas en Hong Kong y establecía sanciones a las "autoridades responsables de abusos de derechos humanos". Desde Pekín respondieron rápido, advirtiendo de que tomarían represalias. Pidieron reiteradas veces a Washington que dejara de entrometerse en los asuntos de la ex colonia. Finalmente, hoy han contraatacado.
Esta mañana, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, ha comunicado que van a prohibir a los buques y aeronaves militares de Estados Unidos hacer escala en Hong Kong. Además, sancionarán a las ONG con sede en el país norteamericano (Human Rights, National Endowment for Democracy, National Democratic Institute for International Affairs, International Republican Institute y Freedom House).
"Hay muchas pruebas de que estas ONG han apoyado a las fuerzas contra China para crear el caos en Hong Kong, y han alentado a los manifestantes a participar en actos criminales extremadamente violentos y actividades separatistas de independencia", dijo la portavoz. "Tienen -las ONG- una gran responsabilidad por el caos en Hong Kong y merecen ser sancionadas".
Es la respuesta de Pekín después de que Trump firmara el miércoles la legislación -ya aprobada en el Senado y ratificada en el Congreso norteamericano- que permitía a Washington suspender el estatus comercial especial de Hong Kong, basado en una certificación anual del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre si la ciudad conserva un grado suficiente de autonomía bajo el marco de "un país, dos sistemas".
Esta norma también prevé dar al Departamento de Estado el poder de sancionar a las personas consideradas responsables de actos que socavan la autonomía de Hong Kong respecto de China continental y ordenar a sus oficiales que nieguen las visas a las personas sometidas a arrestos o detenciones "motivados políticamente". Además, una enmienda a la ley contempla prohibir la venta de municiones de fabricación estadounidense, como gases lacrimógenos y balas de goma, a las autoridades de la ciudad.
"Firmé estos proyectos de ley por respeto al presidente Xi, a China y al pueblo de Hong Kong", dijo Trump a través de un comunicado de prensa emitido desde la Casa Blanca. "Se ha promulgando con la esperanza de que los líderes y representantes de China y de Hong Kong puedan resolver sus diferencias de manera amistosa, lo que conducirá a la paz y la prosperidad a largo plazo para todos", sentenció el presidente.
"La aprobación de esta ley representa una violación grave del derecho internacional y las normas básicas de las relaciones internacionales, así como una interferencia en los asuntos internos de China", ha respondido la portavoz de de Exteriores de China.
NUEVAS PROTESTAS EN HONG KONG
Las nuevas sanciones comunicadas por Pekín llegan después de un fin de semana en el que se han reactivado las protestas en Hong Kong, tras unos días de respiro que siguieron a las elecciones a los consejos de distrito, donde los partidos prodemócratas arrasaron en las urnas con 388 escaños de los 452 que había en juego, dejando muy tocado al bando progubernamental.
Los manifestantes prodemocracia volvieron a salir a las calles el domingo. De las tres marchas que habían sido autorizadas por las autoridades locales una de ellas se dirigió hacia el consulado de Estados Unidos, para agradecer el apoyo de Washington a la movilización con la aprobación de la Ley de Democracia. Dos días antes, miles de personas ya se había concentrado en la zona de Edinburgh Place con banderas estadounidenses, cantando el himno nacional de Estados Unidos, con carteles donde se podía leer el famoso "¡Dios bendiga América!".
La tensión y la violencia volvieron a marcar estas nuevas protestas en Hong Kong. Hubo enfrentamientos aislados entre los manifestantes y los agentes, que acabaron disparando gases lacrimógenos para disuadir a la multitud. Los medios chinos difundieron por las redes la imagen de un hombre de 53 años ensangrentado en el suelo, que fue golpeado por otro chico con la tapa de una alcantarilla mientras intentaba retirar las barricadas que habían puesto los manifestantes.
Las protestas mantienen esta semana en la ex colonia británica las mismas reivindicaciones: sufragio universal, amnistía para los cerca de 6.000 detenidos que ha habido estos meses y que desde Pekín hagan una condena firme a los "abusos" policiales. El próximo 9 de diciembre se cumplirán seis meses desde que los vecinos de Hong Kong empezaran un pulso que parece interminable contra el gigante asiático.
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