El estudio de la geofísica ha llegado más allá de la Tierra
· Inició el ciclo de conferencias 50 años de ingeniería geofísica en México. Logros, retos y perspectivas en El Colegio Nacional
· Marte es el planeta en el que tenemos mayor interés porque tiene procesos geológicos muy similares a los de la Tierra: Karen Reyes Ayala, ingeniera geóloga
· Por primera vez como parte de la Misión ExoMars 2020, se van a taladrar hasta dos metros del suelo marciano, anteriormente sólo se había llegado a 5 centímetros
La geofísica en el mundo de las exploraciones es la más antigua, los primeros trabajos de prospección geofísica registrados son de exploración de hierro, lo que formó parte del desarrollo de las primeras culturas. El paso de la edad de piedra a las edades de cobre, de bronce y a la edad de hierro jugó un papel fundamental en las primeras sociedades, porque había mucho interés sobre los diferentes metales, en particular por el hierro cuyas propiedades magnéticas se prestaron a una primera aplicación de la física en la geología.
De esta forma introdujo la actividad Jaime Urrutia Fucugauchi, integrante de El Colegio Nacional y coordinador del ciclo de conferencias 50 años de ingeniería geofísica en México. Logros, retos y perspectivas, que se inició este miércoles en la sede de El Colegio Nacional.
Al hacer un sintético recorrido histórico sobre dicha materia, el científico recordó que era sencillo buscar yacimientos de hierro con el primer método magnético, usando materiales imantados que reaccionan a los minerales del hierro.
Refirió que las primeras brújulas apuntaban al norte geográfico, y a raíz de este hecho, se propuso que los minerales de hierro en la Tierra provenían de depósitos muy grandes ubicados en los polos, y que funcionan como la atracción magnética, un poco como el amor, recordaban de dónde venían esos minerales, lo que apuntaba entonces a dónde salieron.
Urrutia Fucugauchi expresó que la geofísica estudia a la Tierra en su conjunto vista como planeta, desde toda la superficie hacia el interior, los fenómenos marítimos y atmosféricos, así como el campo magnético, la magnetosfera, la ionosfera; su entorno y la interacción en el espacio.
Agregó que se estudia el interior de la Tierra, la forma en que están construidos los planetas, y por qué todos tenemos un núcleo de hierro en el interior, el cual genera los campos magnéticos y cómo esta estructura interna controla todos los procesos en superficie, incluyendo los temblores y la actividad volcánica. Lo anterior, además de la formación de montañas, el origen de los océanos, de los continentes y cómo ha cambiado su distribución en millones de años.
Subrayó que la geofísica, es una disciplina inter y multidisciplinaria, la cual une la física con la geología, la química con la biología, y ahora, la astronomía y las ciencias planetarias.
“Ahora los métodos para estudiar la Tierra y los sistemas planetarios, terrestres, marinos y aéreos son el resultado de desarrollos en física, química, matemáticas, computación y la electrónica. Es decir que se amplió el rango de estudio en esta materia. Es decir, no sólo se estudia la Tierra, ya pasamos al sistema planetario, por ejemplo, en el planeta Marte”.
En materia de geología y geofísica planetaria, Karen Ayala, con posgrado en Ciencias de la Tierra en la UNAM, habló de las exploraciones en Marte, de los datos procedentes de sondas espaciales y materia extraterrestre, y de cómo los métodos geofísicos sobre el interior de la Tierra pueden extenderse al estudio de los planetas.
“Marte es el planeta en el que tenemos mayor interés porque tiene procesos geológicos muy similares a los de la Tierra.” Mencionó que ahí está el volcán más alto del Sistema Solar, tres veces mayor que el monte Everest, en donde hay evidencias de agua. Hizo un repaso de las misiones y exploraciones realizadas en dicho planeta, hasta llegar a la segunda fase de la misión internacional ExoMars.
Habló del análisis mineral dentro de la exploración de Marte, de la tecnología usada para mapear la composición de las rocas de su superficie y sus minerales. Además de los mapas sobre la composición del suelo marciano, los cuales se encuentran públicos en internet.
Sobre la misión ExoMars 2020, que llevará instrumentos todavía más avanzados que en su primera fase, Karen Ayala dijo que ésta tiene como objetivo la búsqueda de signos de vida pasada y presente en ese planeta. Y por primera vez, se va a taladrar hasta dos metros el suelo marciano pues antes sólo se había llegado a 5 centímetros. Los sitios elegidos para explorar fueron Mawrth Vallis y Oxla Planum, porque tienen baja altitud, ausencia de obstáculos y probablemente albergaron agua.
Finalmente dijo que Marte es un planeta con una atmósfera demasiado delgada y por ello imposibilitado para albergar cualquier forma de vida en su superficie, sin embargo, debajo de ésta y protegidas de la radiación solar, podrían hallarse formas de vida presentes o pasadas.
La exposición de Iza Canales García, de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, trató sobre la de ingeniería geofísica y la exploración petrolera en la cuenca Tampico-Misantla, por la relevancia que implica encontrar nuevos recursos energéticos y explotar la riqueza de nuestro país en hidrocarburos.
“La exploración petrolera es fundamental en la cadena de valor de esa industria, si no tenemos una correcta exploración del recurso no puede haber una recuperación eficiente. Y si no hay una buena exploración, aumentan los gastos, los riesgos geológicos y comerciales, y el primero se traduce en el segundo”, explicó.
Comentó que la Cuenca Tampico-Misantla, una de las más importantes en el país, es la que más recursos prospectivos tiene. Según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, todas las cuencas del país tienen reservas por alrededor de 70.9 miles de millones de barriles, y de ese recurso prospectivo, la cuenca Tampico-Misantla, ubicada entre los estados de Tamaulipas, Veracruz parte de Hidalgo y de Puebla, tiene el 32.2 por ciento de miles de millones de barriles de petróleo. En cuanto al gas, de un total de 40.9 miles de millones de petróleo crudo, la cuenca tiene cinco.
Expuso que estas reservas calculadas o recursos prospectivos, son estimados hasta cierta fecha, y para el caso de Misantla se contempló hasta el año pasado, por lo cual, la búsqueda del recurso debe realizarse en lugares aún por explorar y en zonas que requieren diversos estudios, principalmente geofísicos aliados con la geología.
La exploración de esta cuenca que comenzó en 1904 comprende 62 mil kilómetros cuadrados, dijo y brindó detalles sobre el contexto geológico del área, su complejidad estructural y la multiplicidad de estudios que se han hecho del terreno.
Canales García concluyó que entre mejor sea la caracterización geológica y petrofísica de una zona petrolera, mayor es el recurso que se puede obtener sin desperdicio, lo cul disminuye el riesgo y la incertidumbre, al tiempo que aumenta el valor del producto.
Respecto a métodos de inmersión no lineal en estructuras geológicas complejas,
Julián Zapotitla Román, con un posgrado en Ciencias de la Tierra en la UNAM, dijo que la búsqueda de nuevos yacimientos de hidrocarburo nos lleva a explorar áreas con características complejas respecto a su geometría y propiedades físicas. Y habló sobre la importancia de definir el examen de una geometría compleja enfocada a una región de exploración que contenga sal, lo que implica un reto para conocer qué hay debajo de una capa de sal y cuál es su grosor para poder continuar investigando dicha región.
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