viernes, 28 de febrero de 2020

Publicada: viernes, 28 de febrero de 2020 14:33
Turquía y sus aliados están en contra de las operaciones sirias contra los terroristas, para que no vuelva la seguridad al país y no erradiquen a los terroristas.
Las tensiones en la provincia noroccidental de Idlib, se intensificaron a principios de febrero de este año a raíz de un ataque por parte del Gobierno sirio para liberar las últimas regiones ocupadas por las agrupaciones extremistas en el noroeste de Siria.
En septiembre de 2018, el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, firmaron un acuerdo en Sochi (Rusia), que prevé la creación de una zona desmilitarizada, la retirada de armas pesadas y de miembros de grupos radicales de las áreas pobladas de Idlib.
Pero la validez del pacto fue de entre 6 meses y un año, el cual ya expiró el año pasado y ahora Idlib ya no es considerada como una zona desmilitarizada. Por lo cual, Siria rechaza la presencia turca, por considerarla una violación de su soberanía.

El Gobierno de Damasco afirma que Turquía y sus aliados como Arabia Saudí y Estados Unidos están indignados por la recuperación de Idlib, tras el fracaso de sus lacayos terroristas y subraya que el presidente turco busca interrumpir los avances del Ejército sirio ante los extremistas takfiríes y espera que no vuelva la seguridad a Siria y que tampoco erradiquen a los terroristas. 
rtk/lvs/nlr/hnb

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